Ante la falta de acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Gobierno nacional evalúa apelar al mismo instrumento legal que utilizó en junio y unificar al final de este mes tres vencimientos por un total de U$S 2.621 millones.
La primera de las obligaciones opera este viernes por U$S 1.294 millones; una semana después se deben abonar U$S 647 millones, y finalmente el 28 de julio otros U$S 680 millones. El FMI admitió este mecanismo de pago en junio informando que es una facultad de los países miembros.
Al mismo tiempo, la postergación no hace más que confirmar las dificultades que existen para llegar a un acuerdo en la reformulación del acuerdo en curso ante los incumplimientos en los que incurrió el país.
De esta forma se abre una ventana de tres semanas para que continúen las conversaciones, plazo en el que el gobierno apuesta a poder lograr el entendimiento.
Por otra parte, cabe subrayar que ese vencimiento se producirá a dos semanas de las elecciones PASO lo cual sugiere una acción de impacto político.
Cuando el viernes pasado Argentina pagó U$S 2.700 millones se anunció que esta semana una delegación estaría en Washington en forma presencial para darle los últimos retoques al convenio. Sin embargo, los funcionarios nunca embarcaron y por estas horas se habla de la postergación de los pagos.
Esta medida supone otras complicaciones, dado que si las negociaciones continúan extendiéndose la aprobación final por parte del Directorio del FMI podría ocurrir tras los vencimientos de agosto por U$S 751 millones.
En síntesis, la conjugación del calendario electoral argentino y el cronograma de vencimientos forman un combo con multiplicidad de opciones.
Según fuentes con vasta experiencia en programas con el FMI, de acuerdo a la estructura de los programas cada vencimiento tiene un período de entre 60 y 90 días antes de ser declarado en mora.
Especulando con esta variante, no puede descartarse que el Gobierno busque dinero para pagar en julio y agosto y luego juegue con esos plazos para que la negociación definitiva quede para la próxima administración.
Mientras tanto los mercados continúan operando en calma sin inquietarse por las diferencias. El dato más fuerte en ese sentido es la baja del Riesgo País, que perforó el piso de los 2000 puntos y se ubicó en 1.941 puntos a partir de la mejora de los títulos públicos.
A su vez, el dólar “blue” se mantuvo en $493, mientras que las opciones financieras lo hicieron en baja. El MEP cayó a $ 480,37 y el Contado con Liquidación (CCL) a $ 492,90.
En tanto, el índice MERVAL de la Bolsa de Comercio mostró una caída de 1,1% a causa de una toma de ganancias.