Se publicó el decreto que oficializa la nueva fórmula de movilidad en Argentina, y con ella, casi 800 mil mendocinos tendrán actualizaciones en sus haberes de forma trimestral y bajo una fórmula que combina en un 50% la recaudación de la Anses, y en otro 50% la variación salarial de los trabajadores en activo. De acuerdo con un estudio privado, la jubilación mínima llegaría en marzo a $20.614,90, y en el mejor de los casos, cerraría el año en $25.609,53.
En relación a la nueva base de cálculo, Carlos Gallo, titular de la Anses para Cuyo, explicó que se trata de una fórmula que remite a la que rigió entre 2008, y hasta diciembre de 2017, y que responde a dos requerimientos principales: “pensar en la sustentabilidad del sistema de movilidad social, un equilibrio entre ingresos y egresos de Anses; y buscar que los beneficiarios ganen poder adquisitivo”. “Está demostrado que entre 2008 y 2017, las jubilaciones tuvieron una ganancia del poder adquisitivo del 25,8%”, señaló Gallo.
“Los ingresos de Anses dependen de dos variables: de las ganancias de los trabajadores activos, y del consumo. Entonces, esta fórmula de movilidad lo que hace es, atar las jubilaciones a las mismas variables, al crecimiento de los recursos tributarios, y al Ripte (Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables)”, agregó.
Universo de beneficiarios de Anses en Mendoza
Entre jubilaciones y pensiones del Sistema Integrado Previsional Argentino, se otorgan 394.698 beneficios en Mendoza. Existen casos en los que a una misma persona le corresponde tanto una pensión como una jubilación, por lo que el sistema alcanza a 332.614 individuos en la provincia.
No obstante, y como explicó Gallo, Anses no solo cubre a jubilados y pensionados, sino que contempla a todos los que reciben alguna asignación (AUH, AE, Desempleo, Asignaciones Familiares, Prenatales y por Cónyuge), que suman 451.480 en total. Así, en total, el organismo contempla a 784.094 mendocinos, y tanto unos como otros tendrán sus ingresos atados a las nuevas variables de actualización desde el próximo año.
¿Conviene que las jubilaciones se actualicen de forma trimestral?
En su paso por el Senado, se introdujeron cambios al proyecto, entre los que se destacan que los aumentos previsionales se den de forma trimestral, en lugar de semestral, con lo que se introdujeron cuatro incrementos al año, en lugar de dos.
Sobre este tema, el economista titular de Evaluecon, José Vargas señaló que “es mejor que la actualización sea trimestral”, en la medida en que esto permite “acortar distancias con la evolución del nivel de precios, la evolución de las canastas básicas”. “Es mejor una actualización trimestral que una semestral o anual, porque hay un alto componente devaluatorio en la economía, y eso permite disminuir el retraso en el poder de compra de las jubilaciones”, agregó.
En cuanto al proyecto, el economista señaló que incluye una buena fórmula de actualización, “siempre y cuando se vaya en sintonía con una estabilización de la economía”. Vargas explica que, en un contexto de estabilidad, “está claro que es una buena fórmula, teniendo en cuenta que el sistema previsional en la Argentina no es un sistema equilibrado, y esto busca un equilibrio a largo plazo (entre ingresos y egresos)”. De lo contrario, mantener una fórmula con sistemas inflacionarios, “hubiera sido más deficitario en el futuro”, pero para que funcione, el economista señaló que se debe acompañar con medidas macroeconómicas que tiendan a la estabilización.
La jubilación mínima llegaría a $20.615 en marzo
Por otro lado, de un Informe de la Fundación Mediterránea titulado “Jubilaciones y movilidad: Resultados para 2020 y escenarios 2021” (presidida por María Pía Astori), se desprenden tres posibilidades con la nueva fórmula; dos en la que los jubilados superan la inflación, y una en la que pierden frente a ella. En todos los casos, para marzo del próximo año, según dichas estimaciones, cabría esperar un aumento del 8,3%, y la jubilación mínima pasaría $19.035 a $20.614,90.
• Escenario 1 - Inflación moderada con leve recuperación de la actividad: el IPC alcanza 34,5% en un año, los salarios se incrementan en el orden de 36,1%, y la recaudación finaliza el año con un incremento del 37,3%.
Bajo este esquema, sobre el salario de marzo ($20.614,90), habría que sumar un incremento del 7,2% ($22.140,40) hacia el mes de junio; para septiembre ascendería a $23.889,50 (7,9%); y año cerraría el año en $25.609,54, con un incremento total del 34,5%.
• Escenario 2- Inflación alta con leve recuperación actividad: el índice de precios cierra el año en 51,1%; los salarios se incrementan en 52,9%; y la recaudación alcanza 53,5%. En este caso los aumentos trimestrales serían de 8,3%: 9,2%; 10,1% y 7,2% (39,5% acumulado).
• Escenario 3 – Inflación alta con devaluación del peso y recesión: Aquí los salarios y la recaudación van por debajo de la inflación en los meses de inflación más alta (inflación: 58,5%; salarios: 50,8%; recaudación: 55,7%). Los aumentos serían del 8,3% en marzo; del 7,9% en junio: 9,5% en septiembre y 6,3% en diciembre (36% anual).
Alta inflación, pérdida de poder adquisitivo y recesión
El último escenario planteado por Fundación Mediterránea, y en el que coincidió el economista titular de Evaluecon, es el que más temen desde los sectores representantes de los jubilados: recesión, devaluación de la moneda, alta inflación y salarios que se actualizan por debajo de esas variables.
Por esta razón, el abogado y político, presidente de la Federación de Jubilados Mendocinos, Edgardo Civit Evans, señaló que “se trata de una medida escandalosa que puede violentar el principio constitucional de jubilaciones dignas y móviles”. “La movilidad se ha interpretado como que el jubilado no debe perder el poder adquisitivo de sus ingresos”, explicó, y agregó que a la Carta Magna se suman fallos de la Justicia que han “consagrado la necesidad de preservar los ingresos de los jubilados, a fin de no llevarlos a una situación de pobreza”.
Para el representante de los jubilados, existe un desequilibrio entre la cantidad de jubilados aportantes, y la población de beneficiarios del sistema previsional que cobra algún subsidio y/o plan, que no se deriva de una vida de aportes. “Hay que tener en cuenta que la jubilación no es una dádiva, es una retribución por los años en los que se contribuyó al sistema”, agregó.
“Si se analizan los últimos diez años, los jubilados pasaron de tener una jubilación equivalente a los 500 dólares, a una que está en el orden de los 120 dólares. En una moneda más dura que la nuestra, se puede ver que todas las ingenierías matemáticas para demostrar que no se perdió poder adquisitivo son falsas”, señaló.
En paralelo, el abogado advirtió que han recibido llamados de personas a las que les está costando mucho, en el contexto de la pandemia, iniciar sus trámites para jubilarse. “No atienden, o hay que llamar muy temprano para conseguir un turno. Pareciera que están intentando que haya menos jubilados, cando el Fondo de Garantías y Sustentabilidad, que era dinero de las antiguas AFJP se debía destinar exclusivamente a los jubilados), y más allá de que la Anses también se financie con otras fuentes de recaudación, ese dinero debería estar para los jubilados exclusivamente”, cerró.
¿Cuánto tiene que ganar un jubilado para no ser pobre en Medoza?
La Consultora Evaluecon releva mes a mes la evolución de los precios de alimentos, bebidas, y otros gastos comunes, con especial atención en las necesidades de los jubilados. Esto es, carnes magras, galletas sin sal, leche deslactosada, medicamentos específicos, y servicios que configuran la Canasta de los Jubilados. Deacuerdo con el mismo, para noviembre se estimó que un jubilado necesitó un mínimo de $800 por día para vivir en condiciones dignas. Un número por encima de los $634,50 que implicarían dividir la jubilación mínima de $19.035 por 30 días.
El estudio concluye que en el penúltimo mes del año una pareja de jubilados requirió de $48.100 para cubrir sus necesidades mínimas (faltarían cerca de $10.000 con dos jubilaciones mínimas), o $24.050 por persona (-$5.015).