El gerente general de la Cámara de Importadores de la República Argentina (CIRA), Fernando Furci, afirmó hoy que las empresas del sector no están consiguiendo todos los dólares que necesitan para pagar sus compras al exterior y advirtió por un impacto en procesos productivos.
“Lo que está pasando es que no hay dólares. Esa es la madre de todos los problemas para las empresas que hacemos comercio exterior”, dijo Furci y señaló que la mayoría de las compañías en el país importan algo o tienen algo importado en su cadena de valor.
En la última semana de cada vez es cuando mayor demanda de divisas hay dado que las empresas deben cumplir con sus compromisos con el exterior para poder seguir comerciando. Por eso, se espera una fuerte presión sobre las reservas del Banco Central hasta el viernes.
En Argentina se importa entre 5.600 millones de dólares y 6.000 millones de dólares por mes.
CIRA tiene unas 1.300 empresas socias, con importaciones por unos 13.000 millones de dólares por año y con operaciones en al menos treinta sectores Económicos. El 65% de estas compañías pertenecen al rubro industrial. Y el 92% son consideradas pymes.
En declaraciones a Radio Mitre, el empresario advirtió que “al no haber dólares” las empresas están quedando “en una situación muy compleja”, principalmente aquellas que dependen de insumos importados para no interrumpir sus procesos.
“Hoy la importación es péndulo que va desde un poco cerrado hacia muy cerrado, pero siempre cerrado. Y cuando los dólares empiezan a escasear, sobre todo en el último semestre del año y ni hablar en los últimos tres meses del año, siempre se dan estas situaciones en las que cuesta obtener las autorizaciones para nacionalizar materias primas, insumos semielaborados y también productos terminados que se tienen que importar porque no se fabrican acá o porque se quiere dar una variante de consumo al consumidor final”, dijo.
Furci señaló que el 80% de lo que se importa en la Argentina va a la industria y a la producción, se transforma o sirve para transformar algo. “De esta manera, cada vez que se pisa las importaciones de alguna manera se afecta al ritmo productivo, porque la importación es el principal proveedor de la industria nacional”, dijo.
El empresario agregó que esto afecta a grandes empresas pero también a pymes porque muchas, por su capacidad minúscula de no poder salir al exterior a buscar un proveedor, compran localmente a grandes importadores y proveedores de la industria de partes, insumos, repuestos y semielaborados, entre otros.
Los sectores críticos son los que siempre se han visto como críticos: neumáticos, el calzado, los textiles, cerámicos, metalmecánicos. Son sectores que son más complejos que otros, por su naturaleza y concepción, precisó Furci.
“El problema es cómo hacer para generar políticas que den los dólares necesarios para poder importar y producir. Es una incógnita cuya respuesta hoy no la tenemos”, dijo el empresario.