“Nosotros estamos vendiendo la leche a $50 el litro, y hemos incrementado entre un 20% y un 30% las ventas diarias, porque mantenemos los precios desde hace por lo menos 40 días. Estamos produciendo entre 400 y 500 litros más por día, y también le vendemos a la firma Yogurlac, que están comprando más”, explicó Leonardo Guercio, propietario del tambo que lleva su apellido como nombre.
Al igual que al inicio de la cuarentena, y durante las crisis de los años anteriores, en las últimas semanas se han visto a ver, las filas de personas que esperan con su bidón en mano para poder comprar los cinco litros de leche directamente en la tranquera, porque el precio que se consigue es de la mitad o menos, de lo que se abona en los supermercados por las marcas premium.
“Estos días se ha juntado mucha gente, especialmente entre el sábado y el domingo en la mañana, y las personas también vienen a comparar queso, porque vendemos el queso fresco a $390 por kilo, porque es precio directo, y como hay muy poca plata en la calle, si uno vende caro no se vende, entonces a nosotros nos sirve mantener los precios bajos”, explicó el productor.
En cuanto a los precios de los alimentos para el ganado, señaló que los lácteos en general se han incrementado porque el maíz, por ejemplo, y el resto de los insumos que se utilizan en el tambo están dolarizados, no obstante, en su caso optaron por aumentar las ventas y mantener los precios.
“A nosotros estos precios nos cierran, el maíz ha bajado un poco, y otros productos subieron, pero si uno vende caro, no vende”, comentó.
El Guercio tiene dos establecimientos, uno ubicado en Bermejo, Guaymallén, y el otro en El Borbollón, Las Heras, y en ambos puntos se juntan los clientes a la espera de conseguir productos a menor precio, y a la fecha, se vende el total de los 1.200 litros diarios que producen.
Además, venden en $550 el kilo de queso sardo fresco, y el precio sube cuando el producto se estaciona (“porque tiene mucha merma” de peso).
“Abrimos de 16 a 19 horas para el público, y cuando cerramos sigue viniendo gente con su bidón, porque la demanda es mucha. La gente viene con su bidón, o le vendemos uno de cinco litros en $50”, cerró el comerciante.
Producción local
Junto con El Guercio, el otro tambo que funciona en la provincia es La Alborada, que tiene el tambo en San Martín y la planta elaboradora en Godoy Cruz, produce desde yogures hasta dulce de leche propio y quesos.
Asimismo, la firma Yogurlac, procesa la leche de estos tambos para fabricar yogures, leches, cremas, postres y otros productos y los vende a precios más que competitivos. Su propietario, Daniel Ferrero, le indicó anteriormente a Los Andes que, el concepto de “primera marca” o segunda, es difuso, porque podría considerarse que además de un menor precio tienen una menor calidad, pero en general se trata solo del alcance que tiene una firma en el conocimiento del público, es decir de posicionamiento.
En calidad, Ferrero aseguró que su firma compite e incluso gana con dichas marcas (en 2019 sumaron al equipo de producción un Ingeniero egresado de la Universidad Nacional de Cuyo para hacer “producir mejor leche del mundo”).
Consumo de leche segura, según la Anmat
La Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica recomienda no consumir leche sin pasteurizar. Si por algún motivo tuviera que hacerlo, deberá calentar la leche hasta que levante el hervor, y bajar el fuego manteniendo la temperatura durante diez minutos. Luego, debe conservarse en heladera y consumirse dentro de las 24 horas.
Para tener en cuenta al hervir la leche:
• Para obtener garantías higiénicas, la ebullición en la leche hervida debe producirse a una temperatura aproximada de 100º C.
• El hervor debe ser de 10 o más minutos.
• Tapar la leche después de hervir, enfriar rápidamente y refrigerar luego.
• Para evitar residuos químicos, hervir en recipientes de aluminio o, preferentemente, de acero inoxidable.
• No utilizar recipientes de aluminio para conservar la leche, ya que este material desprende sustancias químicas.
• La leche cruda sin control sanitario puede ser perjudicial para la salud, en especial cuando la misma es recogida en envases que no son aptos para contener alimentos.
Los envases en los cuales se recoge leche o cualquier producto alimenticio deben estar limpios, y debe cuidarse especialmente que no hayan sido utilizados para lavandinas, detergentes, venenos, etc.