Geopolítica, Materias Primas, los BRICS y el nuevo orden mundial

El autor, economista y cofunddor de la plataforma LEBAC, analiza el panorama internacional con los efectos del conflicto en Ucrania, la actuaci{on de China y el impacto en América Latina

Geopolítica, Materias Primas, los BRICS y el nuevo orden mundial
Alberto Fernández, junto a otros mandatarios mundiales, en la reunión del BRICS.

El enfrentamiento armado entre Rusia y Ucrania (iniciado en febrero de 2022) no parece ser un evento circunscripto a dos naciones que dirimen sus diferencias por el uso de las armas. El origen de la actual situación se debe asignar a la anexión de Crimea (2014) por Rusia que fue un proceso de incorporación de dos áreas geográficas que integran la península de Crimea (la República de Crimea y la ciudad autónoma de Sebastopol).

Las acciones instrumentadas desde los EE.UU. y acompañadas por Europa tienen objetivos claros y sus consecuencias dos visiones, una pro-occidental y otra pro-oriental. El presidente Joe Biden y sus aliados europeos intentaron impactar en el escenario económico-político mediante una serie de sanciones con el claro objetivo de erosionar la economía rusa y lograr un paulatino deterioro de las finanzas de la administración encabezada por el presidente Vladímir Vladímirovich Putin que colocaría al ejecutivo eslavo en una posición de extrema debilidad ante el mundo y especialmente ante sus conciudadanos.

Las sucesivas sanciones aplicadas que en teoría perjudicarían el accionar económico-financiero ruso tuvieron hasta la fecha y en función de la escasa y direccionada información de ambos lados un efecto inverso. Conforme avanzan los eventos todo parece indicar que cada movimiento del “oso ruso” ha sido calculado en milímetros reduciendo los potenciales efectos negativos a su mínima expresión.

Materias primas vs tecnología

Ucrania y Rusia son proveedores mundiales de petróleo, gas, cereales y minerales estratégicos. Ambos países son considerados “el granero de Europa” y sus ventas representan el 29% de las exportaciones globales de trigo y 19% de las exportaciones de maíz, según JP Morgan.

Rusia es el tercer exportador de petróleo del mundo (después de EE.UU. y Arabia Saudita) y uno de los mayores exportadores de gas. Ucrania es uno de los principales proveedores de gases raros purificados como el criptón y el neón, este último esencial para fabricar semiconductores, más del 90% del neón utilizado por la industria de chips de EE.UU. procede de Ucrania.

Estados Unidos es una potencia tecnológica que le confiere una posición de privilegio en toda actividad productiva que incorporar know-how de punta en los procesos de manufacturas.

El conflicto Ucrania-Rusia expone de manera clara que los avances tecnológicos y sus aplicaciones, demandan la incorporación de materias primas tradicionales y no tradicionales entre los que destacan minerales y gases. La situación permite inferir que los países que registran importantes reservas de materias primas básicas, incorporan paulatinamente la condición de proveedores estratégicos que les otorga un valor económico incremental al insumo, razón por la cual la brecha entre el valor monetario de la tecnología y las materias primas tiende a reducirse

China en el actual escenario mundial

La República Popular de China (RPC), desde el mismo inicio del conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, adoptó públicamente una posición equidistante, lo cual evidenció que la no intervención de la nación asiática era un sutil apoyo al presidente Putin.

Tras la confirmación de su tercer mandato Xi Jinping oriento su estrategia en demostrar que China ya está en condiciones de actuar en el contexto mundial como un jugador de peso, aunque esa decisión implicara fuerte rispideces con la nación norteamericana.

Xi Jinping y Vladimir Putin, presidentes de China y Rusia respectivamente, durante el encuentro en Moscú donde firmaron más de 13 acuerdos de cooperación comercial, estratégica y militar que cambiarán la organización del mundo.
Xi Jinping y Vladimir Putin, presidentes de China y Rusia respectivamente, durante el encuentro en Moscú donde firmaron más de 13 acuerdos de cooperación comercial, estratégica y militar que cambiarán la organización del mundo.

EE.UU. tomó el guante y además del frente abierto con Rusia, decidió incorporar a la nación del dragón en su bitácora de acciones presentes y futuras. La primera medida a manera de respuesta fue el apoyo militar y económico a Taiwán ante el reclamo histórico de China de incorporar Taiwán al territorio chino.

Eventos como los ejercicios militares chinos en áreas próximas a Taipéi, el derribo de globos aerostáticos chinos que sobrevolaban la geografía de Estados Unidos de Norteamérica o la visita y encuentro de la vicepresidenta de EE.UU. Kamala Harris con las autoridades de la isla ha desencadenado la idea que un enfrentamiento armado entre China y EE.UU. no es un supuesto de bajas probabilidades.

Los BRICS

El bloque de economías emergentes, que integran Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica (BRICS), reúne a países que tienen en común una gran población y un enorme territorio, lo que les proporciona dimensiones estratégicas continentales y una gigantesca cantidad de recursos naturales.

El dato destacable es que la población conjunta de los BRICS se estima en un total de 3.320 millones de habitantes, que representan el 41,04% de la población mundial. Desde su creación y hasta la actualidad, las economías de los países integrantes de los BRICS han demostrado una capacidad de crecimiento y se estima jugarán un rol más que importante en la economía mundial en el mediano y largo plazo.

También es necesario destacar que se le asigna a Indonesia un lugar relevante en el ranking mundial, como así también a México que podría escalar posición, superando ambos países a potencias tales como Francia, Japón, Alemania y Gran Bretaña. Bangladesh y Vietnam se suman a la nómina junto a India como las economías que a mayor ritmo podrían crecer, con una sostenibilidad del 5% anual.

En el futuro, los países mencionados y con potencial de crecimiento económico podrían integrarse a los BRICS, lo cual implicaría trasladar en buena medida la centralidad de la economía mundial hacia oriente.

Latinoamérica y Argentina

En Latinoamérica, destacan las economías de Brasil y México, la primera no solo a nivel regional sino también a nivel mundial. En el caso del país azteca, su evolución y perfil productivo-comercial ha comenzado a reposicionarla en el contexto internacional.

La relación entre Brasil y la República Popular de China (RPC) es sustancial y diversa. El comercio bilateral entre Brasil y la RPC alcanzó los 152, 8 mil millones de dólares en 2022, lo que representa un aumento de 37 veces en veinte años.

El presidente brasileño, Luiz Inacio Lula da Silva. (AP/Eraldo Peres)
El presidente brasileño, Luiz Inacio Lula da Silva. (AP/Eraldo Peres)

En el caso de México, China le exportó por valor de 79,5 mil millones de dólares entre enero y agosto de 2022, un crecimiento del 28 por ciento respecto al mismo periodo del año pasado, según cifras del Banco de México (Banxico).

Argentina, la tercera economía en el ranking Latinoamericano exportó a China en el año 2022 por un importe de USD 8.022 millones e importo por USD 17.516 millones. La provincia de Mendoza en dicho año exportó por un total de USD 1.600,7 millones, y las ventas con destino a China representaron el 4,2% (USD 66,5 millones).

El nuevo orden mundial

El presente contexto general plantea la reconfiguración del poder a nivel planetario, que se puede perfilar como el advenimiento de un nuevo orden mundial y de la transición hegemónica. La irrupción de China en el plano internacional es coincidente con los primeros indicios de un declive relativo de la hegemonía estadounidense. Ante este escenario la pregunta más recurrente es qué potencia o potencias emergentes cuentan con la capacidad para convertirse en potencia hegemónica.

Es necesario resaltar que la transición a un nuevo modelo deberá enfrentar tensiones diplomáticas, mayor inequidad económica y polarización social, debilitamiento de la coordinación multilateral, fuertes problemas ambientales y nuevas formas de malestar político en el mundo.

El presente de la guerra armada entre Ucrania y Rusia no solo incorpora turbulencias políticas y económicas, sino que preanuncia un incipiente nuevo orden mundial que se está instalando independientemente del papel desempeñado por Estados Unidos. En este plano de incertidumbre internacional, tanto China como Rusia desempeñan un rol preponderante ante la inmovilidad o irrelevancia política de Europa.

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