Este lunes, Los Andes presenta en su web el especial multimedia “Grito en el campo”, una investigación sobre la precariedad laboral en el agro mendocino. El trabajo se originó con el caso de la familia Lamas ocurrido en abril cuando, después de una discusión con los dueños de la tierra donde trabajaban, el “patrón” atropelló al hijo mayor de esta familia chacarera con un tractor.
El momento fue filmado por una de las hijas del matrimonio Lamas y el video se viralizó por redes y medios de comunicación, llegando incluso a medios nacionales. El hecho puso en evidencia una situación de maltrato y precariedad laboral que se repite, con distintas escalas, en varios campos mendocinos.
Fue así que un equipo periodístico de Los Andes entrevistó a la familia Lamas, a otros chacareros que denunciaron situaciones de precariedad y a sociólogos que han estudiado sobre el Cordón Productivo (Maipú, Guaymallén y Lavalle). También se sumó a entidades involucradas como el Consulado de Bolivia, el Ministerio de Trabajo de la Nación y la asociación privada Amfori. Si bien se contactó a la familia Sánchez, dueña de la propiedad, prefirieron no hacer declaraciones.
El resultado de ese trabajo de meses es un audiovisual de 5 episodios, a los que se suman galerías de imágenes, un artículo general y artículos específicos en la web para profundizar sobre cada episodio, con datos como el contexto productivo y cómo se actúa ante sospechas de precariedad o explotación laboral.
El especial completo se puede ver en el sitio web del diario, aunque se pueden ver los videos en el canal de Youtube de Los Andes Diario.
Los cinco episodios
El primer episodio, “Al descubierto” es una introducción de cómo la violencia que sufrió la familia Lamas-Amador puso al descubierto las situaciones de precariedad que viven muchos obreros rurales. La concentración de la tierra en los últimos 20 años, que evidencia el censo agrícola, es una de las principales causas de la vulnerabilidad que propicia estos hechos.
Después, el episodio dos, “Una relación desigual”, describe parte de la modalidad de trabajo del chacarero que favorece esta explotación: los contratos orales, trabajar la tierra a cambio de un porcentaje de la venta de la producción y no participar en la comercialización. Las viviendas, en muchas ocasiones, no cuentan con ciertas condiciones básicas como agua potable, gas o el baño dentro de la misma edificación.
El tercer capítulo, “En primera persona”, incluyen entrevistas en profundidad con algunos perjudicados. Urbano Lamas y Yolanda Amador reviven lo que sucedió cuando los “patrones” quisieron sacarlos por la fuerza y atropellaron a su hijo mayor con un tractor. Luis Gutiérrez, de una familia de productores, recuerda que un amigo le contó que el patrón le puso un arma en la cabeza. Y Ricardo cuenta que los maltratos son más habituales de lo que se cree.
En el episodio cuatro, “Los controles”, diversos organismos explican cómo participan de inspecciones en propiedades agrícolas y cómo se deriva el caso a distintos ámbitos de la Justicia y se solicita la asistencia a las víctimas. Se planten la necesidad de reforzar estos controles y la capacitación en derechos para los obreros rurales, y de que el consumidor empiece a reclamar que los productos provengan del comercio justo y el trabajo digno.
Finalmente, en el quinto episodio, “El horizonte”, los entrevistados responden a una misma pregunta: ¿Cómo se puede cambiar esta situación? Especialistas, funcionarios y los mismos trabajadores rurales aportan diversas miradas sobre cuáles deberían ser los cambios que permitirían mejorar las condiciones de trabajo de los chacareros y evitar que se repitan estos hechos de violencia, muchas veces no difundidos por temor.
Producción periodística: Sandra Conte, Soledad González y Mauricio Manini
Fotografía y videos: Ignacio Blanco - Claudio Gutiérrez
