No habrá medidas de shock. Sí se realizarán anuncios con el objetivo de calmar a los mercados, evitar una devaluación abrupta y generar condiciones para que el Banco Central empiece a sumar reservas después de meses muy malos. Esto se decidió en la reunión de Gabinete de este miércoles.
La reunión fue encabezada por primera vez en el año por Alberto Fernández. Preocupado por el tembladeral financiero y bursátil (que tiene raíz local y un correlato internacional) y por la inflación más alta en tres décadas, el Presidente se juntó con sus funcionarios.
El pedido del jefe de Estado fue directo: “Hay que redoblar esfuerzos para mejorar la gestión”. Exigió más dinamismo y, también, salir a mostrar los resultados que se van consiguiendo con mayor énfasis en la prensa.
En la primera semana de julio el Gobierno habrá terminado las primeras 50.000 viviendas de su gestión. Y hay otras 122.000 en ejecución. En tanto, las tasas de empleo están en los niveles más altos en una década. Y hay 5.000 obras públicas nacionales en marcha.
El Presidente pidió promocionar esos datos. Aunque también resaltó que es necesario desacartonar ministerios para mejorar la impronta de la gestión. En síntesis, apurar soluciones y anuncios para mostrar resultados en lo que resta del año.
El temblor financiero
En la reunión que se realizó en el Salón Eva Perón de Casa Rosada, el ministro de Economía, Martín Guzmán, hizo un repaso del escenario de “inestabilidad global” actual con las “tasas de inflación más altas en 40 años”, según dijo el jefe de Gabinete, Juan Manzur, en una conferencia posterior.
Guzmán explicó al Presidente y a los ministros cómo fue el desarme de bonos en pesos atados a la inflación que hubo la semana pasada y señaló que parte de esa liquidez se trasladó al dólar vía operaciones bursátiles de MEP y Contado con liquidación (CCL).
En los últimos siete días, el dólar MEP saltó 11,5% al pasar de 209 a 233 pesos y el CCL subió 13,8%, al ascender desde 210 a 239 pesos. Lo que preocupa al Gobierno no es el salto en sí mismo, sino el movimiento abrupto tras cinco meses de estabilidad.
En el mercado los inversores estiman que ha llegado el fin del carry trade, dado que los distintos tipos de cambio quedaron muy retrasados respecto de la inflación que alcanzó 29,3% solo entre enero y mayo.
“Una parte de los bonos que se desarmaron se transfieran a moneda extranjera. Bueno, ahí se están tomando recaudos. El ministro (Guzmán) está trabajando bajo la indicación del Presidente en determinadas acciones que se van a tomar y se van a formalizar en los próximos días”, confirmó Manzur.
Las medidas que anunciará el Gobierno
En el Gobierno no quieren anticipar medidas. Según pudo reconstruir este medio de distintas fuentes oficiales, se están puliendo decisiones para ajustar el cepo cambiario para las importaciones de bienes de consumo.
Para lo que resta del año, el Gobierno quiere priorizar las escasas divisas que le quedan al Central para la importación de energía, bienes esenciales de consumo (como los sanitarios) e insumos para la producción, comentaron fuentes oficiales.
El Banco Central está complicado. Las reservas subieron 3,9% en lo que va de 2022, ubicándose actualmente 41.233 millones de dólares. Se sumaron 1.571 millones cuando la agroexportación liquidó 16.500 millones de dólares en el mismo período.
Una de las metas monetarias establecidas por el FMI en el nuevo acuerdo con Argentina es la de acumulación de reservas netas para fortalecer la estabilidad macroeconómica. El objetivo, hoy lejos de poder cumplirse, apunta a sumar 5.800 millones de dólares este año.
Incluso la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner hizo un llamado de atención por cómo los dólares se les escurren entre los dedos a la autoridad monetaria. Y exigió que se tomen medidas para contrarrestarlo.
En el Gobierno también tienen datos sobre empresas grandes y medianas que incurren en la sobrefacturación de importaciones (para hacerse de más dólares baratos) y subfacturación de exportaciones (para liquidar menos).
Están evaluando medidas para reprimir esa situación sin generar un salto en la cotización “blue” del dólar, porque eso también alimentaría presión sobre los precios domésticos y la inflación por expectativas de devaluación.
Coordinación de Guzmán, Pesce y Scioli
En la noche del martes se reunieron en el ministerio de Economía el titular de esa cartera, el presidente del Banco Central, Miguel Pesce, y el designado ministro de Desarrollo Productivo, Daniel Scioli, quien asume este miércoles.
La reunión fue para coordinar políticas macroeconómicas y productivas, señaló Economía en un escueto comunicado de prensa. Allí se avanzó en lo que serán los anuncios que, dijeron fuentes oficiales, se realizarán en los próximos días.
Economía abrió el paraguas al sostener que “estas políticas apuntan a una continuidad del crecimiento económico con generación de empleo y a fortalecer la estabilidad macro”. Así se anticipó que habrá mayores restricciones para acceder al dólar.
Para el sector automotor, por ejemplo, el Gobierno les exigirá a las terminales que se apoyen en sus casas matrices para obtener financiamiento para sí y para prestarles divisas a los proveedores que usan insumos importados, para descomprimir al Central.
En paralelo, el Banco Central está evaluando una nueva suba de tasas, la sexta del año, para evitar que los ahorristas corran del peso hacia el dólar, después de la suba que registraron las cotizaciones en los últimos días.
Manzur evitó dar detalles sobre los anuncios que se harán. “Vamos a priorizar el crecimiento, el trabajo, la inclusión y el desarrollo. Las exportaciones del primer cuatrimestre han sido récord, pero también las importaciones de insumos para alimentar esa producción”, dijo el jefe de Gabinete.
Fernández y Guzmán descartaron en la reunión que se vayan a elaborar medidas de shock para generar un cambio en las expectativas, tal como pide la oposición. El Gobierno seguirá apostando por el gradualismo, con la idea de que la inflación –que hoy está en 60% anual- se irá desinflando paulatinamente, porque apurar el proceso enfriaría la economía y frenaría la generación de empleo.
“Esto no se va a resolver de un día para el otro, ni con hechos aislados o medida espasmódicas. Esto tiene que ver con un contexto general del gobierno: las decisiones que con mucha prudencia y firmeza día a día se van tomando”, sentenció Manzur.