En un momento en el que la economía Argentina se ve desafiada por la fluctuación que provoca la inflación y por las restricciones financieras, un grupo de cinco emprendedores mendocinos ha decidido dar un paso audaz persiguiendo el objetivo de instaurar una nueva marca de markets y de hacer pie en el mundo de los negocios de cercanía. Una apuesta, que con un layout que recrea un pintoresco aire parisino, promete cambiar la forma en que los mendocinos puedan hacen sus compras a diario.
Con una idea clara, este grupo de jóvenes socios, todos rondan los 30 años, han creado la marca “Pret” para introducir un concepto novedoso en el rubro de los autoservicios en el área metropolitana de Mendoza. En una esquina emblemática de la ciudad, que hasta 2020 ocupó una sucursal del Banco Nación, ofrecen pasillos amplios, productos con impronta local y un ambiente que prioriza la comodidad. Aunque han sacrificado espacio de venta en beneficio de un entorno más agradable, consideran que “este es un valor agregado”.
Me quedo aquí
“Estábamos en una encrucijada”, señala uno de los socios. “Nos preguntábamos si nos íbamos a ir o si nos quedábamos en el país. Finalmente, decidimos hacer una última apuesta y seguir peleando desde aquí, en Mendoza”, comenta Marcos uno de los responsables del nuevo proyecto. Cada uno de los integrantes de este equipo atiende sus propios negocios o su profesión en rubros muy diferentes, que van desde la administración de empresas hasta la construcción y el comercio.
Sin embargo, todos compartían un interés común en el mundo de las tiendas de conveniencia. Después de darle muchas vueltas al asunto, ellos tomaron la decisión de darle vida a Pret (que en francés significa listo), una marca propia que refleja su visión del mercado. En su planes, a corto plazo, por medio de la tecnología piensan además de la caja de cobro tradicional permitirles a los clientes una opción de autoservicio.
Según los socios hubo un momento difícil para el desarrollo de este proyecto, “pero después de la pandemia, surgieron oportunidades con la aparición de muchos locales disponibles. Nos convertimos en cazadores de locales y, en la actualidad, somos bastante exigentes con las ubicaciones que seleccionamos”, comentaron. El proceso de crecimiento es dinámico y está marcado por la búsqueda de ubicaciones que les brinden visibilidad en Ciudad, Godoy Cruz y Guaymallén.
Ideas de expansión
“La idea es posicionarnos en un punto medio entre el mercado de Amazon y el tradicional de Mendoza, no queremos pecar de precursores, pero sí facilitar el autoservicio para que las personas que vengan con dos o tres ítems se puedan cobrar ellos mismos y seguir”, sostienen.
Por lo pronto el movimiento de mercadería han empezado a vestir las góndolas bajas del local que está en San Juan y Vicente Zapata, afuera todo está listo. “Queremos hacer una apertura, hacia el fin de semana o principio de la semana próxima, para hacer un par de ajustes y probar el funcionamiento del local antes de la inauguración formal”, explican.
Con respecto al nombre Pret, los fundadores explican que eligieron esta palabra porque en francés significa “rápido” o “al paso”, lo que refleja su enfoque en brindar un servicio más ágil y conveniente. Un nombre que hacia fin de año también será visible en otros locales (Barrio Unimev, calle Paso de los Andes y en Olegario V. Andrade). “Creemos que también hay un valor agregado en la cercanía con el cliente, al cortar mucho esa brecha te permite entender las necesidades del barrio en el que estás, porque este tipo de negocio trabaja principalmente con el público que tiene en un radio de 3 o 4 cuadras”.
El primer local de Pret ya está muy pronto a su apertura, “En realidad nos vamos a enfocar plenamente en el autoservicio y nuestro concepto, a la hora de elegir el rubro, se basó en lo que está ocurriendo en otras partes del mundo. Vas a encontrar no solo los productos de almacén, vinos de diferentes gamas, productos de perfumería y cuidado personal. También vamos a tener una orientación más turística para intentar atraer a ese público también”, puntualizaron.
Con un acento francés
“En cierto momento, reflexionamos sobre el hecho de que, más allá de las rivalidades deportivas con Francia, Argentina es un país que siempre ha mirado hacia el noreste, y en sus épocas de mayor prosperidad económica captaron cierta inspiración que provenía de esa dirección”. Los socios sostienen que en nuestro subconsciente habita la idea de que las líneas arquitectónicas francesas son un símbolo “de lo que alguna vez fuimos y, con suerte, podremos volver a ser”.
En ese sentido, la decoración hacia la calle propone luces sectorizadas con un marcado corte vintage, toldos y alusiones a un jardín presente junto a las vidrieras, que brinda la oportunidad de conectarnos aún más con esa herencia. Es posible que haya otros establecimientos que también reflejen esa influencia, pero por ahora, para todos los transeúntes, este lugar no pasará desapercibido.
