La devaluación del 22% del dólar oficial después de las elecciones primarias nacionales pego más que fuerte y la inflación perforó la barrera de los dos dígitos, algo que no ocurría desde hace tres décadas. En Mendoza los precios en agosto aumentaron un 12,2% con relación a julio y se posicionaron solo dos décimas por debajo de la media nacional, que fue del 12,4%.
Con los datos de agosto sobre la mesa, la inflación en el territorio provincial acumula en los ocho meses del año un 75,7% de incremento, mientras que anualizada es del 118,8%.
A nivel nacional, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) que mide el Indec acumula una suba del 80,2% en lo que va del 2023 y del 124,4% en la variación interanual.
Los datos no son para nada alentadores teniendo en cuenta que el IPC se duplicó desde julio cuando el promedio fue del 6,3% en el país y 5,2% en Mendoza.
Para mal de los consumidores mendocinos, los rubros que pegaron el salto más grande en agosto fueron salud, alimentos y mantenimiento del hogar. En el otro extremo, indumentaria fue el que menos se movió el mes pasado con una variación de apenas el 5,1%.
Los especialistas coincidieron en remarcar que era más que previsible un índice inflacionario de dos dígitos luego de la variación en el tipo de cambio oficial, post PASO, el foco ahora está puesto en determinar que podría suceder a futuro.
Los economistas dan casi como un hecho que la inflación no bajará de los dos dígitos en los meses siguientes, es más, aparece en el horizonte la palabra “peligro” y toda esperanza de mejora se remonta a diciembre, cuando se produzca el cambio de gobierno, y más allá del ganador, se ponga en práctica un plan de estabilización integral.
Los aumentos a la mendocina
Según el relevamiento de precios que efectúa mensualmente la Dirección de Estadísticas e Investigaciones Económicas del Ministerio de Economía de Mendoza, los rubros que más aumentaron en agosto, al compararlos con julio, fueron: atención médica y gastos en salud, un 20% y le sigue equipamiento y mantenimiento del hogar 17,8%.
En el caso de alimentos y bebidas, es el rubro más sensible de toda la medición y el movimiento que sufra impacta de lleno en los números finales. Tal es así que del 12,2% en promedio que aumentaron los precios en agosto en Mendoza, casi la mitad (5,6%) corresponde a la suba de los alimentos.
Según la DEIE, el mes pasado los precios en el ítem “alimentos y bebidas” tuvo un incremento del 14% con relación a julio, lo que significó que en los últimos 12 meses los precios en este rubro subieron el 124,8%.
La devaluación fue el factor determinante en la escalada inflacionaria y nadie pone en duda ese dato objetivo, el dilema ahora es ver hacia adelante e intentar prever lo que vendrá, lo más difícil de todo.
“El reacomodamiento de precios que se dio la semana siguiente a las PASO fue muy brusco pero no tanto ya que se dio a mediados de mes, con lo cual una parte de todo ese impacto se va a ver reflejado en los precios de septiembre. Ya estamos hablando de valores sumamente elevados y peligrosos desde el punto de vista económico e incluso si tomamos la inflación solo del mes de agosto y la anualizamos nos da un valor por arriba del 200% anual”, lanzó José Vargas.
Según el director de la consultora Evaluecon “lo que se puede esperar es que los índices de inflación sigan en los dos dígitos” por lo que será “un fin de año sumamente complicado en términos económicos y fundamentalmente en términos inflacionarios. Yo diría que no llegaremos a una hiper, pero es probable que estemos relativamente cerca”, sentenció.
Daniel Garro, titular de Value International Group, no se anduvo con vueltas y opinó que “los números van a seguir siendo altos por todas las medidas que está tomando el gobierno. Ha ido aumentando cada vez más el gasto público por cuestiones también de recesión económica, recauda menos, o sea que está aumentando el déficit y está aumentando la emisión monetaria, así que, olvídate, tenés asegurado este tipo de números de inflación hasta fin de año con toda tranquilidad”
Según Garro, esta inercia inflacionaria “es muy probable que siga después (de diciembre) un poco, habrá que ver qué es lo que se anuncia con el nuevo gobierno. Pero igual hasta fin de año tenes asegurado números muy altos de inflación”, cerró.
“Hasta fin de año es muy difícil establecer que pueda pasar porque hay una cuestión fuerte de expectativas, acá se va a volver a meter el ruido electoral”, afirmó Nicolás Aroma, economista y asesor del partido justicialista en Mendoza.
Para redondear, Aroma aseguró que “está todo muy atravesado por la cuestión electoral y está claro que esto no le hace bien a la situación económica argentina, porque superando los tres dígitos de inflación anualizada, todo cimbronazo es una situación de peligro”.
“Lo que hay que esperar es que la inflación, no digo que baje, pero sí que se tranquilice hasta fin de año en lo que se pueda, y luego, cualquiera sea el nuevo gobierno, es el que va a tener que contar con un plan de estabilización completo integral y con una nueva expectativa política porque si no es muy difícil hoy aplicar y analizar las medidas”, concluyó.
Sebastián Laza, especialista asesor del Ministerio de Economía mendocino partió de la devaluación del 22% para proyectar hacia adelante una inflación peligrosa porque “Sergio Massa optó por el mal menor, evitó que le explote la macroeconomía y cedió una caída mayor del salario real y del consumo, un consumo que trata de mejorar con el plan platita, que es de corto plazo y se financia con emisión monetaria, o sea, mayor inflación a futuro”.
En el análisis que realizó Laza, el actual Ministro de Economía y candidato a presidente de Unión por la Patria “solo piensa en lo electoral, tratar de llegar a segunda vuelta y ganar Buenos Aires” por eso, no dudó en remarcar que “el plan de estabilización vendrá a partir de diciembre, de la mano de (Javier) Milei o (Patricia) Bullrich, y será duro al principio, porque hay que corregir toda la herencia populista, de atraso cambiario, tarifario, salida del cepo, entre otras”.
