Ya sea para generar cualquier infraestructura o para aplicar cualquier tipo de construcción, un elemento clave al planificar una obra son los materiales y la disponibilidad de ellos. En un contexto donde varias industrias plantean quiebres de insumos por trabas a las importaciones, el sector de la construcción local aprovecha la integración con proveedores y con insumos industria Argentina, a la vez que reclama por algunos insumos puntuales importados.
Dentro de lo que son materiales para la construcción no convencional, las empresas mendocinas suelen mencionar a una proveedora local: Friolatina. Es que esa empresa, además de cámaras frigoríficas, genera paneles para la construcción en tres fábricas de Mendoza y en una en General Rodríguez (provincia de Buenos Aires). Con la producción mendocina abastecen a otras provincias del oeste argentino y con la de Buenos Aires al resto del país.
“Hacemos paneles de todo tipo, ya sea para construcción tradicional o no convencional, por ejemplo, para instalar techos. Estamos con bastante producción, con líneas continuas a un 70 % y trabajando en turnos”, mencionó Gustavo Bernardi, presidente de Grupo LTN (que incluye a Friolatina). En su análisis, en los últimos años su producción de paneles aumentó en cerca de un 20 % anual, por lo que en cinco años se duplicó aproximadamente la producción.
Si bien parte de los aislantes que utilizan en las placas tiene componentes importados, la gran mayoría de los insumos de Friolatina se producen en el país. “La chapa metálica que utilizamos es de Ternium y la base de los aislantes es polímero, te diría que un 80% de nuestros insumos son argentinos. No hemos sufrido mucho con las trabas a las importaciones, nos afecta menos que a otras industrias”, analizó Bernardi.
Demoras en entrega
Hablando de construcción a nivel general, Dalmiro Barbeito, presidente de la Cámara de Empresas Constructoras Independientes de Mendoza (Cecim) señaló que hay problemas para conseguir insumos en toda la industria: “Lo que más está complicado es el hierro, el aluminio y los componentes eléctricos, lo que afecta a cualquier sistema de construcción en general”. Si bien el aluminio se produce en Argentina, no alcanza para satisfacer todo el mercado local.
José Luis Saldaña es presidente y socio con su hermano Juan Manuel de la empresa Materiales Saldaña. En su visión, la reactivación pospandemia y las complicaciones logísticas (mayores por la guerra entre Rusia y Ucrania) implican sus problemas, “más en un país como el nuestro con vaivenes económicos, incertidumbre y especulaciones”. De todos modos, el empresario considera que hoy los quiebres en la provisión de insumos son un porcentaje menor.
“Puede haber problemas en algunos casos puntuales, como el hierro del 6 o algunos alambres, pero no es que haya un problema generalizado de falta de insumos. Siempre hemos tratado de solucionar el tema al cliente. Quizás antes me comprabas 1.000 barras y te las entregaba en el momento, y ahora quizás te entrego una parte ahora y otra después mientras avanza la obra”, explicó Saldaña.
Otra situación vinculada a la compra de materiales es el conocido “acopio” para resguardar el valor o para especular con un mayor precio. Con respecto a esto, el presidente de Saldaña Materiales afirmó que toman resguardos para evitar compras especulativas: “No es lo mismo que alguien me compre una cantidad importante de un solo material sin especificar un proyecto a que si compra un mix y especifique para qué lo quiere. Buscamos que no falte para otros clientes”.
Aumentos y producción local
“En lo que es construcción no convencional, hay insumos como la madera OSB que viene de Brasil o de Chile. Eso viene de afuera, pero si aumenta este tipo de construcciones y acompaña la macroeconomía argentina bien se podría producir en este país”, comentó César Quintana, presidente de Grupo Cebeco. Este constructor recordó que hay países del mundo donde un 50 % de su construcción se hace en seco, mientras que Argentina no llegaría aún al 10 %.
Facundo Vacas, ingeniero civil y constructor, mencionó que cuando aumentó el dólar blue en julio, muchas empresas optaron por aumentar el costo de sus insumos o directamente no vender materiales. La incertidumbre implicó demoras y un aumento considerable de costos. “Evidentemente hay muchos productos de la construcción que son importados y suben con el dólar, el tema es que después el dólar bajó y los precios no se contrajeron. Eso fue un golpe para el mercado inmobiliario y hace que decaiga la rentabilidad”, mencionó.
Por su parte, Bruno Cutulli, socio fundador de Línea Constructores, comentó que para construcción no convencional utilizan productos de marcas como Knauf Argentina y Barbieri, ambos de producción nacional. “Se produce bastante en nuestro rubro, no hemos tenido problema con respecto. Sí hubo un fuerte aumento cuando el dólar se disparó, de hasta 35%”. En cuanto a construcción tradicional, han escuchado problemas de provisión de hierro, pero no es una materia que ellos necesiten.
Finalmente, un comentario que repitieron varios empresarios fue destacar el rol de las industrias locales para proveer insumos, aun cuando se dieran faltas puntuales o demoras. Lo ideal, apuntaron varios, sería que se pueda avanzar con producción local, ya que además generaría puestos de trabajo y más movimiento para el sector, pero siempre y cuando los productos que se elaboren tengan calidad y precios acordes, es decir que sean competitivos.