Criptomonedas: cómo es el negocio en Mendoza y cómo invertir

Monedas virtuales como Bitcoin y Ethereum son cada vez más aprovechadas en la provincia. Recomiendan investigar antes de comprar.

Criptomonedas: cómo es el negocio en Mendoza y cómo invertir
Las monedas virtuales como Bitcoin y Ethereum son cada vez más demandadas por los inversores mendocinos.

Ya sea a través de redes sociales, medios de comunicación o algún familiar, las novedades sobre criptomonedas llegan también a Mendoza y se hacen poco a poco un espacio. Si bien tienen un sistema complejo y se sugiere no participar sin conocer de antemano, lo cierto es que es el nuevo boom para inversionistas que prefieren el vértigo y el alto riesgo.

No es una pregunta sencilla responder qué son las criptomonedas, y las respuestas varían según cada entrevistado. En líneas generales, se las puede entender como una herramienta para intercambio de valor, similar a las monedas tradicionales, pero que no tienen su sustento en un país específico (como la moneda dólar en Estados Unidos) sino que se sostienen a través de una comunidad digital.

Adrián Acevedo, economista, docente y asesor de inversiones, explica que la criptomoneda “es un activo electrónico que tiene, como fundamento de valor, particularidades que escapan del sistema tradicional”. Es un sistema de valor que está por fuera del control de cualquier gobierno.

Mendoza no es ajena a este fenómeno global. Acevedo cuenta que recientemente organizaron un curso de criptomonedas en el Consejo Profesional de Ciencias Económicas sobre cómo manejar impositivamente ganancias obtenidas por criptomonedas, y tuvieron más de 100 inscriptos. “Es algo que gana interés en Mendoza y los contadores necesitan saber cómo liquidarlo”, comenta el economista.

El bitcoin es la criptomoneda más famosa y este mes llegó a estar entre 50 mil y 60 mil dólares. Ya tiene definido cuántos bitcoins habrá (unos 21 millones hasta 2080), posee un control descentralizado y genera bitcoins (se dice “minar”) a una velocidad determinada. Cambia de valor rápido, como pasó las últimas semanas con las declaraciones del multimillonario Elon Musk y el anuncio de que su fábrica de autos electrónicos Tesla aceptaría bitcoins.

Santiago Molina, profesor de distintos programas de transformación digital y Fintech (finanzas tecnológicas), considera que las criptomonedas llegaron para quedarse: “Últimamente hay muchas noticias porque el Bitcoin llegó a los 60 mil dólares y Ethereum ha crecido a cerca de los 1.500, mientras que el año pasado estaba en 500 dólares o menos. Las criptomonedas realmente son miles; cada una es un proyecto”.

Para Molina es importante tener en cuenta que son activos muy volátiles, es decir que un día pueden estar subiendo su valor 15% y otro día bajando 20%, mucho más volátil que un activo tradicional como una acción de bolsa. De todos modos, también hay otras criptomonedas más estables como USDT o Tether que sí están vinculadas al dólar y en Argentina ésas ganaron valor con la limitación para comprar moneda extranjera.

Acevedo cree que deberían ser parte de un portafolio de inversiones, y él sugiere “10% de porfolio” en criptomonedas. Además, en la Facultad de Ciencias Económicas de la UNCuyo se está avanzado con un diplomado de mercado de capitales que incluye un bloque de criptomonedas. “Hay gente muy activa en Mendoza. Estamos agrupados en Mendoza Bitcoin y tiene mucha movida interna”, comenta.

Molina hoy vive en España y señala que una tendencia en ese país y el mundo es que bancos tradicionales permiten comprar y custodiar bitcoins. “Poco a poco se va rompiendo esa enemistad o pelea que había. Cuesta, los reguladores monetarios como el Banco Central Europeo o la FED (Reserva Federal) son reacios a permitir esto porque está la visión de que parte de la gente que invierte en criptomoneda lo hace como lavado de activos, pero cada vez hay mayor uso a nivel poblacional”, señala el especialista.

¿Cómo saber en qué criptomoneda invertir?

Al ver la cantidad de ofertas e información sobre este mundo digital, Álvaro Gandía y socios decidieron crear Criptotips.club, un proyecto con el que distribuyen sin costo consejos sobre criptomonedas a través de WhatsApp. “Es nuestro aporte a la sociedad para educar y ayudarlos a que tomen las mejores decisiones contando con información en español, curada y actualizada por personas que tienen muchos años en este mundo”, resume.

Gandía cree que las criptomonedas son una nueva forma de ver el mundo: “Van más allá de una mera especulación con el objetivo de obtener una rentabilidad del capital invertido”. Para él, tiene que ver con características como tener un valor que viaje por internet a cualquier lugar del mundo casi sin costo, con una “verdadera propiedad privada” y sin que “ningún Estado, privado o tercero en cuestión, pueda hacer nada para impedirlo”.

Antes de sumarse, Gandía recomienda primero estudiar sobre la tecnología (“hay muchos libros y miles de videos en internet”) para saber dónde se está poniendo el dinero y poder hacer una buena gestión del riesgo. “Nunca es recomendado invertir dinero que va a necesitar en un plazo de meses, debido a la alta volatilidad de estos activos”, recomienda.

Además de Bitcoin, la segunda mayor red que también tiene presencia en Mendoza es Ethereum. Con un valor menor a la más popular, Ethereum funciona en otro tipo de block chain (cadena de bloques que hace al sistema más difícil de hackear), con otra tecnología y la transacción vale menos en costo.

Incluso, según el sitio www.coinmarketcap.com, existen más de 36.000 criptomonedas que encajan en distintas categorías, como los tokens de gobernanza, tokens no fungibles, monedas estables, entre otros. Los mendocinos pueden acceder a todas a través de una billetera que esté conectada a mercados internacionales, como por ejemplo Binance.

Rodrigo cuenta su experiencia personal: “Con mi pareja compramos bitcoins entre mayo y julio de 2020. Teníamos ganas de investigar ese mundillo. Vimos algunas noticias y recomendaciones, empezamos a mirar videos y dijimos bueno, dejemos algo de dinero a ver qué pasa”.

Según cuenta, para enero de este año los valores de Rodrigo habían subido un 300% desde su compra y decidieron empezar a comerciar otras monedas, averiguando qué era especulación y con qué proyectos o empresas se correspondían cada una. “Febrero fue un mes para trabajar en monedas alternativas a bitcoins, que se mueven y pueden dar mucha ganancia. Algo de dinero se hace, pero todo está muy verde por las legislaciones”, comenta.

¿Qué es un minero, y cómo gana dinero con criptomonedas?

Tomás Ábrego, asesor financiero y cofundador de Citycoinarg, señala que algunas estadísticas muestran que hace 10 años a nivel mundial sólo un 1 % de la población estaba dispuesto a usar criptomonedas, mientras que actualmente se habla de que un 20% de la población mundial estaría dispuesta, un avance enorme en aceptarlas.

“El problema es que esto no es como el dólar estadounidense, que antes estaba respaldado en oro y ahora por el gobierno de Estados Unidos. Las criptomonedas son oferta y demanda pura, y el respaldo es la confianza del público en la moneda en sí”, apunta Ábrego.

Una palabra común en este mundo digital es el verbo “minar”, que, dicho en términos muy generales, es el acto de crear y ganar monedas a través de la resolución de algoritmos. Si bien suena complejo de explicar, es una forma de obtener criptomonedas.

“Todas las operaciones se registran en un libro muy largo. Esas operaciones se registran en bloques y una vez que el bloque de memoria se llena, el bloque se cierra y se archiva. El que primero cierra gana la comisión por minar. Van todos escribiendo, el que escribe la última gana”, explica Ábrego. Si bien se supone que cualquier persona podría minar, la realidad es que no basta con tener una computadora de oficina común y el sistema demanda un alto costo de energía, además de que es necesario un conocimiento previo para ponerlo a funcionar.

Pedro, un “minero sureño” como le gusta definirse, decidió invertir en el mundo de las criptomonedas a través del minado: “Lo vimos como una buena opción de diversificar y generar un ingreso que sea externo a lo que pasa en el país e independiente de la economía regional”

Para ello, en un depósito del que era dueño instaló una computadora con varias placas de video. “Para que sea rentable tenés que comprar una máquina potente. Yo empecé a buscar un equipo de minería de 12 placas. En setiembre de 2020 valía 4.000 dólares. Los precios después se dispararon. En marzo de 2021, con esa plata, comprabas uno de 6 placas”, señala.

En cuanto a los costos de energía, Pedro calcula que una máquina de 6 placas consume aproximadamente 400 watt por hora, unos 9.6 kw por día. A eso se suma que, como levanta mucha temperatura, deben tener un aire acondicionado prendido y todo anda las 24 horas del día. Si antes en el depósito pagaban una factura eléctrica de $ 3.000, ahora esperan una de $ 10.000, el triple de consumo.

Otro punto que señala este minero es que no minan Bitcoin sino Ethereum, ya que el algoritmo es más fácil de resolver y termina siendo más rentable. “Hasta acá la experiencia es positiva; vamos aprendiendo todos los días. Es muy dinámico y evoluciona constantemente. Esto te paga todos los días o cada tres días. Dependiendo el pool al que te subas, empezás a generar inmediatamente. De momento estamos recuperando la inversión”, analiza el sureño.

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