La empresa Aconcagua Energía tiene dos socios fundadores: Diego Trabucco, ingeniero Industrial, y Javier Basso, economista, con un master en finanzas, y ambos con más de 20 años en la industria petrolera. Luego de trabajar en YPF decidieron abrirse camino con una compañía independiente.
La compañía tiene como objetivo operar yacimientos maduros. Sus directores consideran que sumar más actores al mercado dará a la Argentina las posibilidades de explotar todo el potencial en materia de hidrocarburos.
Para este año proyectan producir 430 mil barriles de petróleo en Mendoza (684 sumando lo producido en Río Negro), un crecimiento muy importante si se toma en cuenta que en los dos años anteriores alcanzaron los 95 mil barriles (2020) y 96 mil barriles (2019); y “ventas consolidadas por $2.017 millones”, contra $763 millones del año anterior, y $958 millones del año previo a la pandemia.
-¿Cuál es el modelo de negocio de Aconcagua Energía?
-Javier Basso (JB): Para el sector, somos una Pyme. Para el resto de la economía podríamos considerarnos mediana o gran empresa. Nuestro modelo de negocio está enfocado exclusivamente en la eficiencia. Nosotros, al ser receptores de precios, tenemos que ser eficientes al menor costo posible, manteniendo los estándares de seguridad, medioambiente y operatividad del campo. No es trabajar a la rotura, pero sí buscar la eficiencia específica en la operación.
Como compañía nos consolidamos hace cinco años y la transparencia nos ha permitido avanzar. Ésta es una industria asociada a las inversiones de capital. Para financiar las inversiones de capital, tenés que tener socios financieros que te acompañen.
Iniciamos con un capital de U$S5 millones, con un grupo de bancos locales, y a fines de 2020 salimos con Obligaciones Negociables por U$S8 millones. Tenemos entre 60% y un 70% de flujos propios, pero este tipo de actividad requiere de una gran inyección de capital.
-¿Cómo se inicia la historia de Aconcagua Energía?
-JB: Nosotros, junto con Diego, trabajamos en YPF, teníamos cargos directivos y gerenciales, y veíamos un potencial de desarrollo igual a lo que está sucediendo en Estados Unidos, igual a lo que está sucediendo en Colombia o en Brasil, que es de compañías independientes.
Entonces, dentro del análisis de las áreas que existen hoy en Argentina, decidimos empezar a operarlas. Primero, como operadores de riesgo y no concesionarios como somos hoy, sino que tomamos un contrato de exploración por un determinado período de tiempo. Eso nos fue permitiendo consolidar la empresa para después sí, participar de licitaciones, y ahí sí ser concesionarios.
Hoy tenemos Puerto Pozo Cercado hasta 2043, y Chañares Herrados hasta 2046, y en Río Negro, tenemos concesiones que vencen en 2028, extensibles por 10 años más. Ese camino que fuimos haciendo nos permitió tener acceso al mercado de financiamiento y ejecutar actividad propia dentro de las actividades que tenemos.
-¿Por qué operar en Mendoza, en lugar de sumarse al boom de la Cuenca Neuquina?
-JB: En Mendoza hay muy buen clima de negocios, algo favorable para poder radicarse, y la continua licitación por parte de la provincia, también abre puertas para ingresar. Además, la potencialidad de los campos que hay acá, permite que compañías como nosotros se interesen en la explotación convencional.
En cuanto a la actividad comprometida, es una actividad racional, que estamos cumpliendo, y hemos adelantado actividades que teníamos proyectadas para los próximos 3 años y las estamos trayendo para los próximos 12 meses.
Ganamos la licitación de Chañares Herrados con muy pocos pozos en producción, y hoy tenemos 26 de 39, y hemos duplicado el volumen de extracción por día a 150 m³ diarios, frente a los 80 m³ diarios en que estaba y queremos superar esos volúmenes, y superar los volúmenes prepandemia a 200 m³ de producción por día, para revertir el decline.
-¿Se proyecta algún repunte del precio para el petróleo?
-JB: El precio del petróleo (Brent) internacional hoy está en U$S 75 , como precio de referencia. Localmente tendría que haber algún repunte de precios (U$S 49,50 por el “barril criollo”), pero la producción local va de la mano del precio del surtidor y no podemos estar disociados del impacto sobre el precio del combustible.
Para que haya un repunte, tendría que venir acompañado de un aumento del precio de combustible y no están dadas las condiciones para que eso ocurra. Nosotros trabajamos proyectando el precio actual.
-¿Faltan actores en la industria petrolera argentina?
-Diego Trabucco: Sí. Este modelo de industria en el mundo funciona: compañías focalizadas en activos que puedan maximizar valor, es una iniciativa muy buena para Argentina. Ser una compañía de talla media, profesionalizada, con estándares de calidad y ágil, e integrada en determinados servicios, ha hecho que podamos sortear la pandemia, y salir fortalecidos. La toma de decisión rápida y nuestra experiencia, nos anima a contarlo, para que otras compañías tomen ese riesgo y nos ayuden a construir en esta industria.
Para tener rentabilidad, tienen que adoptar un modelo que las ayude a ser eficientes. Nosotros somos receptores de precio (no formadores), y para trabajar con un barril a U$S50, tenés que tener costos en el orden de los U$S30.
En Argentina, cuatro compañías explican el 90% de la producción, a diferencia de Estados Unidos, en donde las pequeñas petroleras son las que lo hacen. En Argentina hay muchas oportunidades de desarrollar servicios en hidrocarburos y se requieren más empresas que se focalicen en explotarlos.
-El Gobierno avanzó con una segunda parte de Mendoza Activa, con foco en los hidrocarburos, ¿en qué medida eso potencia la actividad?
-DT: Tenemos un plan de cerca de $400 millones, en Mendoza Activa y eso ayuda a que las compañías independientes busquen alternativas tecnológicas para revitalizar pozos que están parados y que no generan trabajo, regalías, ni producción; son activos improductivos.
Por eso, este tipo de iniciativas impulsa a que, pozos que están muy cerca del break even (que han alcanzado el umbral de rentabilidad), pasen rápidamente a producción y generar todo lo positivo que eso genera. Poner un pozo en producción derrama muchos servicios y repercute mucho en la economía local.
-El año pasado, cuando YPF detuvo las compras por unos meses, debido a la caída de la demanda, se vio la dependencia de las compañías chicas con la petrolera estatal. ¿Eso es un desincentivo para la industria?
-DT: Sí, es un desincentivo lógico, pero nuestra respuesta a esa contingencia, a ese riesgo, es diversificar clientes. Le vendemos a YPF, pero también a PanAmerican, Raizen y Trafigura. Esa estrategia nos permitió poder transportar el petróleo a Río Negro para poder venderlo. En la medida en que las compañías no sean monoclientes, no pueden sortear un escenario de restricción de compra.
Perfil
Diego Sebastián Trabucco: Socio Fundador. Accionista, presidente & CEO, Ingeniero Industrial con más de 25 años en la industria petrolera.
Desempeñó funciones técnicas, gerenciales y directivas en YPF SA en todas las cuencas hidrocarburíferas de Argentina. Gerenció la Unidad Económica Loma la Lata, unidad de negocio de Neuquén y lideró el equipo pionero de desarrollo no convencional en Argentina.
Javier Agustín Basso: Socio Fundador. Accionista, vicepresidente & CFO Economista, con Maestría en Finanzas, y más de 20 años en la industria petrolera.
Desarrolló su experiencia en la Cuenca Austral, Cuenca del Golfo San Jorge y Cuenca Neuquina gestionando activos gasíferos y petroleros. Tuvo la responsabilidad de gerenciar la planificación, el control de gestión y la logística de operaciones en YPF SA a nivel Argentina para desarrollos convencionales y no convencionales.