“Volví después de un mes en Europa, estuve en un laboratorio de medicamentos, el más grande de Italia y me encontré con un ecosistema para hacer negocios mucho más simple que el que existe en Argentina. Lo mismo ocurre en otros países de Europa o Estados Unidos, en donde, además, a la gente le alcanza para vivir con un solo trabajo, entonces, cuando uno se encuentra con todas las trabas que tiene un empresario acá, vemos que sin políticas más estables, todo el talento humano y los recursos naturales no van a alcanzar”, explicó Joaquín Barbera, gerente de Grupo Broda a Los Andes.
El joven empresario de 32 años le contó a Los Andes las claves del éxito del Grupo que inició sobre las bases de los negocios gastronómicos exitosos por los que ya era conocida la familia Barbera y que, luego, se expandieron a otras áreas, como el turismo, y también los medicamentos, con el desarrollo de lo que será el inicio de la producción de cannabis para uso medicinal en Mendoza.
Así, Barbera criticó a quienes “quieren que se mantenga el status quo” y no permiten innovar a los empresarios. “Uno de los grandes problemas que tenemos para hacer negocios acá es el acceso al financiamiento internacional, no existe, y es muy difícil que grandes compañías vengan a invertir”, agregó.
-¿Qué pasó con la producción y explotación de cannabis luego de que se aprobara en Mendoza?
-Con respecto al cannabis, Mendoza fue pionera en sacar una red y una reglamentación, pero no somos un país realmente federal, dependemos de Buenos Aires, de lo que decida Nación.
Entonces, la ley y la reglamentación de Mendoza no tienen mucho sentido mientras no se definan y se formalicen las reglas del juego de la industria del Cannabis en Mendoza.
-¿Y por qué ya se anuncian productos que ya incluyen cannabidiol?
-Habría que preguntarle a ellos, puede ser que importen, pero mientras tanto, tenemos todo para hacerlo desde acá. Mendoza está queriendo dar señales, pero en Nación todavía queda mucho por cambiar. Necesitamos políticas que tengan en cuenta la mirada de los distintos sectores: empresarios y trabajadores, y de las economías regionales y no solo del centro del país.
Falta mucha reglamentación en todo lo que es semilla, hay que registrarlas (Jujuy y Salta pudieron porque constituyeron empresas públicas), para abrir el juego al sector privado. Además, la Anmat tiene que aprobar los productos, los mismos que ya fueron aprobados por organismos pares a nivel internacional, y todo ese “doble estudio” hace que perdamos tiempo, que perdamos inversores que, si hoy no están, mañana no vuelven, porque los capitales que hubieran dispuesto se van a otro lado.
Todo eso espanta a los empresarios, tenemos que terminar con los negociados y abrir el juego. Una vez que salgan las reglamentaciones, Mendoza tiene las condiciones climáticas para cultivos de buena calidad, buenas conexiones para exportar extractos y ofrecer un producto con valor agregado al mundo.
Ojalá que la Nación le de la pelota a las eocnomías regionales y podamos tener un país realmente federal, en el que los gobiernos provinciales puedan decidir sobre sus economías. La centralización del poder no funciona, termina siempre en corrupción, en funcionarios que se enfocan solo en dónde está los votos.
-Más allá del cannabis o de la marihuana medicinal, mientras esperamos que todo esto se de, el Grupo Broda puede celebrar varios hitos exitosos, y haber sobrevivido a las posibles crisis del traspaso generacional, ¿qué hicieron diferente?
-Como grupo estamos muy sólidos, gracias al gran equipo que tenemos y a las conexiones con el exterior, es la clave. Hacemos foco en la innovación y la sostenibilidad. Las compañías más valiosas del futuro van a ser las que se enfoquen en resolver los problemas de la humanidad.
Nos hicimos fuertes en Mendoza teniendo un equipo muy profesional, trabajando muchísimo, y en base a dos drivers de valor (elementos que le suman a un producto o marca, reducen el riesgo y promueven el crecimiento): innovación y sostenbilidad. Buscamos negocios que generen bienestar y que sean eficientes y disruptivos.
Seguimos haciendo cosas en gastronomía, y no solos, hay otras familias como Zuccardi, que hacen inversiones grandes, fortalecen el destino Mendoza, y eso nos impacta positivamente a todos. Nos hace elevar la vara, porque llama a los turistas a visitar a familias como la nuestra, que aportan valor a Mendoza.
Pero también en ese sector falta inversión, sin ir más lejos, alrededor de 300 millones de pesos para hacer más grande el Aeropuerto, crecer en vuelos y en conectividad, cambiarían muchas cosas, algo como lo que se hizo en la Terminal, que hoy tiene el McDonalds que más factura en la provincia.
Tenemos que levantar estos temas y ver qué sucede.
-Hace un tiempo, Beatriz (Barbera) señaló en el desayuno de trabajo de Los Andes que hacía falta también ofrecer más servicios en los espacios naturales y complementar el trabajo que hoy hacen las bodegas con todo tipo de turismo, ¿aportan a eso desde los sunsets?
-Para Mendoza, el turismo tracciona a toda la economía, y el de acá es muy sano, el turistas busca conectarse con la naturaleza. Los empresarios del turismo lo saben y hacen su aporte, pero luego de ver el emprendimiento propio, va a ser necesario que hagan un esfuerzo y sumen horas extras para ir a las cámaras empresariales y sentarse con la política para trabajar todos juntos.
Podemos hacer el sunset más lindo del mundo, pero si la gente no puede llegar (por el estado de los caminos, el cierre del Paso, etc.), va a ser complicado. A nosotros nos va bien en Mendoza, pero no sirve de nada ‘ganar al poker en el Titanic’, y tampoco nos gusta la queja de café.
Necesitamos paradores en el camino, más infraestructura, hay que ver qué hacemos con el Puente del Inca, resolver los problemas del Paso a Chile, potenciar Potrerillos. Arremangarse y trabajar en conjunto con el sector público.
El turismo de calidad para todos los públicos y todos los bolsillos tiene que estar. Si un turista ve que las bodegas son caras, pero encuentra propuestas lindas también fuera de ellas, vuelve, y Mendoza no va a ser considerada como cara. Tenemos la suerte de tener los recursos naturales, e inversiones privadas, pero falta recepción de turistas en el aeropuerto, en alta montaña, y demás.
-Se ha instalado que Mendoza es caro para el turista nacional, ¿puede ser que falten propuestas o es un tema de precios?
-No veo que Mendoza sea caro. A nivel internacional, en dólares somos un regalo, un plato en el exterior cuesta 40 euros, y acá una fracción de eso. Entonces, a nivel internacional somos baratos. Lo que sí puede pasar es que en el mercado nacional, los sueldos están destruidos, y eso no es una cuestión de cuánto valen las cosas, sino en cuanto están los sueldos de la gente, el turismo interno está muy golpeado.
Pero también es caro llevar servicios a ciertas partes de Mendoza cuando, falta infraestructura porque necesitas energía, agua, para poder montar propuestas. En el momento en que hacer un hostel o un restaurante de precios bajos sea buen negocio, no van a faltar propuestas.
Quitale presión impositiva al empresario que paga 4% en Ingresos Brutos, 21% de IVA y además Ganancias y dale a cada empleado su sueldo completo (sueldo más aportes) y que él decida a dónde destinar sus aportes, y vas a ver cómo el dinero alcanza. La presión impositiva que tiene la Argentina, te pone en valores mínimos.
Unidades de negocio
Grupo Broda cuenta con diferentes unidades de negocios. Una de ellas es la de la gastronomía, donde cuenta con Bosco, La Marchigiana y Nipoti. La segunda unidad de negocios es el servicio de alimentación para empresas, cuyo nombre de Supra.
En tercer lugar se puede mencionar a Frat, un nuevo emprendimiento que se va a basar en negocios de cercanía de la nueva economía.
Fuera de eso, Broda ha incursionado en el desarrollo de Real State, con un proyecto en ruta 82, y en el mercado de capitales, en su asociación con Criteria. Por último se pueden mencionar los negocios con la cannabis medicinal (junto a Terraflos) y la unidad de fitofármacos, con Aboca.