“Agua”, fue lo primero que dijo De Pablo... a secas. La risa del público, renovó el aire, generó un espacio más intimo, más desestructurado. El economista fue una de las voces protagonistas del seminario que organizó la Unión Comercial e Industria de Mendoza (UCIM) para celebrar el 105 aniversario de su creación. “La Argentina que viene”, en el Salón de los espejos, era el punto de partida para una visión que abogó por la calma y reflexionó tanto sobre la realidad política como la economía de Argentina, instando a desmitificar la información que imponen los medios de comunicación.
“Calmémonos esto está funcionando”, moviendo los brazos, como ensayando un gesto que ordenaba una cierta tranquilidad, como el que dibuja el técnico de fútbol para generar un respiro en el campo de juego.... “Está funcionando”, fueron las palabras con las que, el autor de Política Económica Para Decidir en Tiempos Difíciles (2019), comenzó su análisis ante 1.500 personas que fueron al Park Hyatt,
“Aún cuando parece que todo vuela por el aire, calmémonos y apaguemos el televisor”. Esto, refiriéndose a nuestra situación actual, y a los mercados “¿Quién es el mercado?”, planteó, y otros medios de comunicación. En referencia a nuestra realidad, a las dos grandes guerras que sufre el mundo y a los mercados internacionales sensibles, que reflejan los medios de comunicación, agregó “Para el oro y el petróleo no ha pasado nada. La economía internacional sigue su curso”.
“El ajuste es una parte de la realidad, el resto lo tiene que hacer el sector privado”, afirmó De Pablo. En un intento por calmar las preocupaciones del público, expresó: “Calmémonos, esto está funcionando”, haciendo hincapié en la necesidad de evitar la sobreexposición a los medios de comunicación y sus constantes altibajos. “Nadie sabe qué puede pasar en 2024 debido a que ni siquiera se puede anticipar lo que sucederá la semana próxima. Estamos en Argentina, no en Suiza”.
Con los tanques medios llenos
De Pablo abordó la falta de credibilidad en las autoridades argentinas, comparándola con la situación en Estados Unidos durante una crisis de combustibles. Destacó que, en Estados Unidos, el secretario de energía pidió calma, y la población confió, manteniendo la estabilidad. En Argentina, en cambio, señaló la tendencia a actuar impulsivamente ante situaciones similares.
“En EEUU hay problemas de una destilería y el secretario de energía dice calmémonos y la gente confía, se queda con el combustible que tiene y espera a que se resuelva la situación. En Argentina nos dicen: calmémonos y salimos todos a cargar combustible... y apuesto que la gente que hizo cola en esa oportunidad, lo hacía teniendo medio tanque lleno. Los argentinos no creemos y es difícil hacer política económica si no le crees a las autoridades”. Es un problema de falta de credibilidad, concluyó.
El economista proyectó las etapas que atravesará el país en 2023: elección, transición y nueva gestión. Hizo énfasis en los cambios en el discurso de los candidatos y advirtió sobre las dificultades que podría enfrentar el presidente electo, especialmente en términos de comunicación y formación de gabinete. “Milei habló de una forma durante la campaña y tuvo un resultado contundente, pero hoy, a días de asumir no puede hablar de la misma forma. Si en la campaña se equivocaba, lo corregían y al otro día volvía a la carrera, pero si hoy habla como en la campaña, estamos jodidos”.
“Hoy el presidente electo tiene dos tareas principales: primero preparar el discurso de asunción de media hora, en 10 minutos tiene que hablar de la herencia recibida y el resto de acá para adelante. Decir qué problemas viene a resolver, como cabeza del ejecutivo. Nos tiene que hablar como presidente y se tiene que presentar como persona. Segundo formar el gabinete”.
En relación con los medios de comunicación, De Pablo criticó la cobertura excesiva y detallada, comparándola con un partido de fútbol, “tanto detalle, a quién le importa”, dijo. Subrayó también la importancia de distinguir entre la información cualitativa de la televisión y los datos objetivos, destacando que “los números son otra cosa”.
“Sigan para adelante”
En cuanto a la política económica de Javier Milei, De Pablo admitió su falta de información sustancial y expresó su esperanza de que el 11 de diciembre se brinde claridad sobre las medidas a tomar. Aconsejó también mantener la cordura y no sucumbir a la especulación infundada. “Lo que estoy esperando es que Javier Milei, el 11 de diciembre les diga a los empresarios: bueno muchachos el crecimiento es un negocio del sector privado, el rol empresario es fundamental. No tengo plata, pero les voy a bajar riesgos, los trámites. Sigan para adelante”.
En un tono optimista, De Pablo instó a la calma y desestimó la idea de una hiperinflación. Reconoció la existencia de problemas, pero instó a no inventar crisis adicionales. Sobre el final, destacó que el proceso está en marcha y expresando la esperanza de que, con colaboración y tranquilidad, el país supere los desafíos que enfrenta.