En el complejo escenario político y económico actual, los jubilados y pensionados se encuentran en el centro de la discusión ante la inminente reforma previsional.
La llegada del Gobierno de Javier Milei trajo consigo la propuesta de modificar el sistema, destacándose la intención de eliminar la Ley de Movilidad Jubilatoria. Este plan proponía ajustar los ingresos de los jubilados de acuerdo al índice de inflación por decreto.
No obstante, el panorama cambió con la reciente vuelta a comisiones de la Ley Bases, conocida también como ley ómnibus. Esta situación plantea incertidumbre sobre el rumbo que tomará la reforma previsional y, específicamente, sobre cómo se abordarán los incrementos para los jubilados y pensionados en el futuro inmediato.
Cómo será el aumento a jubilados y pensionados
Hasta donde se conoce aún rige la fórmula de movilidad jubilatoria, esto significa que el próximo aumento será en el mes de marzo y la cifra se charlará este mes. Según las predicciones del índice que dicta los incrementos de estos haberes, sería una suba de más del 30% .
Pero en el mes de abril se cumpliría el acuerdo entre el gobierno y los sectores políticos de que las prestaciones aumentan según el índice de inflación.
El próximo aumento para jubilados y pensionados oscila entre el 32 y 35%, lo que significa que los haberes podrían ser: $139.541 o $142.712. Superando los haberes mínimos de $105.713, pero aún por debajo del sueldo recibido en enero y febrero con el bono de $55.000.
Movilidad jubilatoria: cómo se calcula el incremento
La movilidad jubilatoria opera actualmente con una actualización trimestral de los haberes. Se lleva a cabo en los meses de marzo, junio, septiembre y diciembre. Este ajuste se basa en la evolución de los salarios (50%) y los ingresos tributarios destinados a ANSES (50%), con un rezago de tres meses.
En detalle, el ajuste aplicado en marzo considera la dinámica de estas variables durante el trimestre octubre-diciembre del año anterior.
Sin embargo, en el actual contexto de aceleración inflacionaria, la fórmula actual conlleva a una disminución real de los ingresos de los jubilados durante el primer trimestre del año. En este periodo, se estima que la inflación alcanzaría el 25% en enero, 18,2% en febrero y el 15% en marzo, según el último Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) publicado por el Banco Central (BCRA).
Esto resultaría en una nueva pérdida adicional en los haberes previsionales, sumándose a las ya experimentadas durante las administraciones de Mauricio Macri y Alberto Fernández.