El sector metalúrgico en Argentina continúa en una marcada tendencia de contracción, según el último informe de la Asociación de Industriales Metalúrgicos de la República Argentina (ADIMRA). Durante septiembre, la actividad registró una caída del -7,3% interanual. A pesar de una leve mejora del 0,8% con respecto a agosto, las cifras acumuladas muestran una contracción del -14,1% en los primeros nueve meses del año, comparado con el mismo período de 2023, y del -6,2% respecto a diciembre del año pasado.
Uno de los datos más preocupantes es la baja en la utilización de la capacidad instalada, que se encuentra en el 50%. Esto representa una caída del -5% en comparación con el mismo mes del año pasado, y un -9,9% por debajo del promedio de 2023. Estos valores evidencian una significativa ociosidad en las plantas industriales, un síntoma clave de la crisis estructural que atraviesa el sector.
El informe destaca que la contracción fue generalizada en todos los subsectores metalúrgicos, con bajas que oscilan entre el -6,4% y el -23,5%. Esta caída sistémica refleja la falta de dinamismo en áreas clave para la producción industrial, y pone en alerta sobre el impacto que podría tener esta tendencia en la economía nacional y en los empleos asociados a esta cadena de valor.
Desempeño regional
Buenos Aires y Córdoba, dos de las principales provincias metalúrgicas, mostraron caídas superiores al promedio nacional. El retroceso en todas las regiones del país estuvo en un rango de entre el -9,6% y el -1,4%, aunque el informe subraya que la velocidad de la caída ha comenzado a desacelerarse en comparación con meses anteriores.
Santa Fe se destaca como un caso particular. La maquinaria agrícola, uno de sus sectores clave, ha experimentado un crecimiento en relación al año anterior, contribuyendo positivamente al desempeño general de la provincia. De hecho, Santa Fe fue una de las regiones donde la producción cayó menos durante septiembre, en contraste con provincias como Mendoza, Entre Ríos y Córdoba, que tuvieron caídas menores al promedio general, pero aún significativas.
El deterioro del sector metalúrgico también se refleja en el empleo, que disminuyó un -3,2% interanual en septiembre. Con respecto a julio, la reducción fue del -0,2%. La fuerte contracción en la actividad de los últimos meses ha generado una pérdida progresiva de puestos de trabajo, un escenario que podría agravarse si no se producen cambios en las condiciones económicas.
El panorama para la industria metalúrgica sigue siendo complejo. A pesar de algunas señales de desaceleración en la caída, como se observa en ciertas provincias, el nivel de producción y empleo continúa en descenso, y la capacidad instalada sigue siendo insuficiente para generar un repunte sostenido en el corto plazo. Las autoridades y empresarios del sector enfrentan el desafío de revertir esta tendencia en un contexto macroeconómico adverso, con alta inflación y una demanda interna en caída.