Las proyecciones del Gobierno provincial indican que, al 30 de septiembre, la deuda pública consolidada será de $ 615.297 millones. Esto, a un tipo de cambio de $961,40, equivale a US$ 640 millones. La cifra en pesos representa el 3,7% del Producto Bruto Geográfico de Mendoza, lo que muestra una caída muy significativa a partir de los niveles que había alcanzado en los mismos meses de 2016 a 2020, cuando se ubicaba entre el 11% y el 12%, para alcanzar un pico de 12,7% en el año de la pandemia.
Los datos, elaborados por el Ministerio de Hacienda y Finanzas de la provincia, muestran que, en septiembre, el stock de la deuda cayó un 8,3% en pesos a precios constantes (restando el efecto de la inflación) con respecto a agosto y un 6,5% cuando se pasa el monto a dólares. En cambio, cuando la comparación se extiende al mismo mes de 2023, el descenso es de 31,3% en pesos constantes y de 15,4% en dólares. (El documento aclara que el tipo de cambio oficial y la tasa de inflación surgen del Relevamiento de Expectativas de Mercado, del Banco Central).
Cuando el monto $ 615.297 millones se descompone por acreedores, el 68,6% está en manos de tenedores de bonos ($422.169 millones), el 29,3% ($180.301 millones) se adeuda a organismos multilaterales, el 1,9% ($11.485 millones) al Banco Nación y el 0,2% ($1.341 millones) al Gobierno Federal.
Si bien, para poder realizar el análisis de la evolución del monto de la deuda, se lleva el total a pesos o a dólares, el 85,3% del total adeudado por la provincia corresponde a acreencias en moneda extranjera (US$ 525.088 millones) y el 14,7% en pesos ($90.208 millones).
Cuando se analiza la evolución de la deuda en dólares en los últimos 10 años, en septiembre de 2015 era de US$ 865 millones, pero trepó a US$ 1.675 millones en el mismo mes de 2016 y a US$ 1.910 millones en 2017; para mantenerse bastante estable entre los US$ 1.000 y US$ 1.200 millones entre 2018 y 2022; y caer a US$ 756 millones en el noveno mes de 2023 y a US$ 640 millones ahora.
En cambio, cuando se observa el porcentaje del PBG que este stock adeudado representa, el 3,7% actual representa el valor más bajo de la última década, ya que era de 4,6% en septiembre de 2015, pero en 2016 se elevó al 11,2% y llegó al 12,7% en 2020, cuando comenzó a descender: al 9,5% en el noveno mes de 2021, 6,9% en 2022 y 5,2% en 2023.
Deuda y déficit
El ministro de Hacienda y Finanzas de la provincia, Víctor Fayad, explicó que el aumento o la reducción de la deuda no responden a una decisión política, sino que son una consecuencia del desempeño fiscal: si hay déficit, aumenta, y si se logra un superávit, baja. En esta línea, resaltó, la disminución que se viene observando en los últimos años se debe a que se alcanzó superávit financiero en 2021, 2022 y 2023.
Añadió que, en 2024, la reducción del monto adeudado ha sido mucho menor, porque está siendo un año complejo, por una caída en la recaudación que se vincula con una baja en la actividad económica. De ahí que se recurrió el “roll over”, el refinanciamiento de la deuda que tenían autorizado y que les permitió contar con los fondos para pagar todos los compromisos. “Aprovechamos una ventana de oportunidad que nos permitió colocar deuda a tasas real negativa en pesos”, destacó.
Con la emisión de los títulos en marzo, precisó, no sólo pudieron afrontar los vencimientos de ese mes, que fueron de alrededor de US$ 60 millones, sino también reunir el dinero que se necesitaba para realizar un pago importante en septiembre, que asciende a otros US$ 58 millones.
Fayad analizó que esta disminución de los pasivos que tiene la provincia fue posible por el orden fiscal que se alcanzó en los últimos tres años y en 2024, en menor medida, por la refinanciación. “Aun así, estamos casi un tercio por debajo de los niveles de 2016. Pasamos de casi 1.500 millones a un poco más de 600 millones de dólares”, resaltó y sumó que las disminuciones más fuertes ocurren en los años en los que hay mayor superávit.
“Este año es muy complicado y no se espera que haya un superávit, pero sí hubo un cambio en el mix de la deuda: cambiamos deuda en dólares por deuda barata en pesos, a tasa real negativa”, planteó. En cuanto a lo que se puede esperar para 2025, indicó que podrán ir a la Legislatura y mostrar los resultados de esta operación, para solicitar que les sigan permitiendo utilizar el “roll over”, porque resulta conveniente para la provincia.
Deuda por habitante
El Consejo Empresario Mendocino (CEM) elaboró un informe sobre la evolución de la deuda pública provincial entre 2014 y 2024 (con datos a junio de este año). El documento plantea que el aumento de la deuda entre 2014 y 2017 respondió a la necesidad de financiar los déficits corrientes y operativos de esos años. Y subraya que, en 2015, el déficit operativo alcanzó el 13,5% de los recursos corrientes; el máximo de las dos últimas décadas.
En 2016, comenzó un cambio de tendencia y los gastos corrientes comienzan a aumentar a un ritmo menor que los recursos. Por otra parte, el peso del Estado en la economía se estabiliza en 24% del PBG, luego de años de continuo aumento. Sin embargo, el texto resalta que el ordenamiento fiscal lleva tiempo y las cuentas públicas recién se equilibraron en 2018, cuando se registró un superávit corriente del 8% y un déficit operativo de solo 1,5%.
Este orden fiscal fue disminuyendo paulatinamente la necesidad de financiamiento del sector público, primero estabilizándola y luego reduciéndola, en especial a partir de 2018. Además, desde 2020 el peso del Estado en la economía comienza a disminuir, “confirmando un camino de austeridad que genera superávits corrientes y, en los últimos tres ejercicios, superávits operativos y reducción de la deuda pública”.
Como consecuencia del desendeudamiento de los últimos años, la deuda por habitante en pesos contantes se redujo 50% entre diciembre de 2014 ($ 665.378) y junio de 2024 ($ 332.826). Pero si la comparación se hace con 2016, cuando estaba en los $ 953.762 -a valores constantes- la reducción llega al 65%. Otro modo de medir esta merma es tomando como referencia el dólar: este año, los pasivos por cada mendocino ascienden a US$ 365, un 48% menos que en 2014 (US$ 706) y 63% menos que en 2017 (US$ 992), el valor más alto de la serie.
Sostenibilidad
Aunque la deuda de la provincia ha venido disminuyendo, el mismo ministro de Hacienda y Finanzas reconoce que todo depende del resultado fiscal y que 2024 ha sido complicado (aunque se contó con el roll over) y pocos se animan a hacer estimaciones sobre lo que puede suceder en 2025.
El informe del CEM, elaborado por el economista Gustavo Rivarola, examina cómo se vinculan los pagos del servicio de la deuda, que incluyen amortización de capital e intereses, con los recursos corrientes. Entre 2013 y 2017, esta relación pasó de un 5,2% a un 12%, y alcanzó el 9% en 2023.
El documento también resalta que, en los últimos años, la composición de los servicios cambia y la amortización ganó participación por sobre los intereses. En 2019, el 7,4% de los recursos corrientes se destinaron a cancelar intereses y gastos, y apenas un 1,5% a amortización de capital; mientras que, en 2023, los primeros alcanzaron el 3,6% y la segunda, el 5,4%.
En cuanto a lo que queda hacia adelante, los pagos programados entre 2024 y 2029, los servicios de la deuda en pesos corresponden, sobre todo, a instrumentos de corto y mediano plazo, que se cancelan y retoman periódicamente para brindar liquidez operativa al Gobierno provincial. En tanto, el servicio de los pasivos en dólares suma alrededor de US$ 130 millones en 2024 y 2025 (cada año), y el 25% de estos montos están afectados al pago de intereses y el 75% restante corresponden a pago de amortización.
Cuando analizan el riesgo de repago de la deuda en moneda extranjera y, en particular, del bono Mendoza 2029, señalan que, como es un instrumento emitido en dólares y la provincia recibe regalías en esa moneda, se pueden “calzar” estos ingresos y obligaciones. Si se estima que se puede sostener el promedio de los últimos cinco años, de US$ 158 millones, los ingresos en moneda extranjera cubrirían el servicio de este bono.
El CEM resalta que de este análisis surge que la deuda pública provincial es sostenible, ya que, “a diferencia de lo que ocurría en los años de desorden fiscal, la dinámica y razonabilidad de la política fiscal actual permite afrontar el pago del servicio de deuda sin sobresaltos”.
También, que no sólo la deuda pública es significativamente más baja que años atrás, sino que, además, “la provincia tiene calzados los recursos necesarios para pagar con normalidad el bono Mendoza 2029, el instrumento de deuda más significativo, individualmente considerado. Por último, es de esperar que esta sostenibilidad se afiance en la medida en que la macroeconomía pueda ordenarse y la economía empiece a crecer”.
Pasivos en pesos y en dólares
El análisis del CEM revela que, en 2015, los principales acreedores de la deuda consolidada emitida en pesos eran el Gobierno Nacional y el Banco Nación Argentina (agente financiero de la Provincia), con más del 96% del total. Los últimos datos muestran ambos detentan solo el 15% de la deuda denominada en pesos y que los pasivos en esta moneda son un 88% menores a los de diciembre de 2015 en pesos constantes (y 85% menor si se mide en dólares).
En el caso del stock de deuda pública consolidada emitida en dólares, la asistencia de organismos multilaterales de crédito -que comprende préstamos provenientes del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (BIRF), destinados a financiar programas que contribuyen al desarrollo y la mejora de la competitividad de la provincia- promedia los US$ 200 millones en la última década. Esto, ya que se va renovando en la medida en que concluyen algunos programas y se inician otros.
En cuanto al financiamiento vía emisión de bonos en dólares, a diciembre de 2015, los títulos emitidos en esta moneda sumaban US$ 178 millones, mientras que, a junio de 2024, el capital adeudado asciende a los US$ 398 millones. En el camino, el bono Mendoza 2024, por US$ 500 millones, fue emitido en 2016 para financiar los déficits operativos de 2015 y 2016, y para pagar amortizaciones de deuda. En 2018 se emitió otro bono, por US$ 30 millones, para financiar la construcción de la cárcel. Y en 2020, ambos títulos se consolidaron en el bono Mendoza 2029, por US$ 530 millones, extendiendo cinco años el plazo de pago y bajando la tasa cupón hasta alcanzar los US$ 398 millones de mediados de año.
Vaivenes de la deuda en pesos
El informe del Consejo Empresario Mendocino (CEM) analiza cómo ha sido el aumento o reducción de la deuda total de la administración central -que incluye tanto los pasivos formalizados (créditos o bonos) como los pagos pendientes- en distintos períodos, cuando se toma su valor en pesos constantes:
- Aumentó 36% entre diciembre de 2014 y diciembre de 2015 (en sólo un año)
- Subió un 8% (4% anual promedio) entre diciembre de 2015 y diciembre de 2017, durante el período de ordenamiento fiscal enmarcado en la Ley 8833, que estableció la emergencia administrativa, fiscal y financiera del Estado provincial para los ejercicios 2016 y 2017
- Se estabilizó entre diciembre de 2017 y diciembre de 2020, creciendo solo un 2% acumulado
- Se redujo 40% (16% promedio anual) entre diciembre de 2020 y diciembre de 2023
- Se contrajo un 39% adicional entre diciembre de 2023 y junio de 2024
Variación de la deuda en dólares
Cuando, en lugar de tomar en monto total de la deuda provincial en pesos (sin inflación) se la pasa a dólares -de hecho, hoy, el 85% de los pasivos están en esa moneda-, la evolución del stock es diferente. El CEM toma periodos para ilustrar esa variación:
- Aumentó 12% entre diciembre de 2014 y diciembre de 2015
- Creció 29% (14% anual promedio) entre fines de 2015 y fines de 2017 (período de ordenamiento fiscal)
- Se redujo 30% entre 2017 y 2020, hasta ubicarse en niveles similares a 2014
- Se contrajo un 44% adicional entre diciembre de 2020 y junio de 2024