El dólar “blue” continuó este miércoles su rally alcista y tras tocar los $ 800 finalmente retrocedió para cerrar a $ 780 en la City porteña, con lo cual la brecha con la cotización oficial se ubicó en 115% y pone bajo revisión el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) cuando aún no se formalizó el desembolso prometido.
Es que el organismo presionó al gobierno para reducir el spread entre ambas cotizaciones ajustando el precio oficial de la divisa, pero los resultados fueron diametralmente opuestos.
“Continuarán los esfuerzos para asegurar la competitividad externa y fortalecer la cobertura de reservas, que las autoridades planean complementar a través de la oportuna racionalización de la política cambiaria”, había señalado el FMI
A su vez, explicitó que la aprobación del nuevo programa quedaba supeditado a la implementación de una serie de medidas por parte del gobierno nacional.
Así también lo había revelado el gobierno argentino cuando publicó las resoluciones por las que aplicó una serie de impuestos a las importaciones en los primeros días de agosto.
Inmediatamente después de la firma del Staff Level Agreement (SLA) el Banco Central aceleró el ritmo del crawling peg diario del 7 al 11%, proceso que culminó con la devaluación del 20% anunciada el último lunes.
El viernes 11 antes del acto eleccionario la brecha cambiara era de 100% ($ 300 contra $605 del informal) y tras la corrección se amplió 15 puntos básicos.
Por lo tanto, las consecuencias de la medida exigida por el FMI golpean el propio diseño del SLA que será analizado por el Directorio del organismo el próximo miércoles 23 de agosto.
Hasta el momento, el FMI no se expresó acerca de la situación pero se descuenta que la reunión se realizará y se aprobará el giro de los U$S 7.500 millones.
No obstante, no se descarta que ante el cambio de escenario surja la posibilidad de mantener abiertas las negociaciones de las diferentes metas.
El ministro de Economía, Sergio Massa, tiene previsto viajar a Washington en el inicio de la próxima semana. Si bien desde el entorno se comunica que irá para la firma del acuerdo, en lo formal no es necesaria su presencia ya que todo está en manos del Board.
Por lo tanto, en el mercado crecen los rumores y las suposiciones sobre el verdadero motivo de su presencia en la capital estadounidense. En principio Massa intentaría conseguir al menos U$S 500 millones adicionales para poder intervenir en el mercado de cambio.
Si bien “Blue” se mostró al alza desde el inicio de la rueda, el panorama fue diferente en el intervenido mercado bursátil, donde el dólar MEP cayó 2,4% a $ 651,41, mientras que el Contado con Liquidación subió 2,9% a $ 722,82.
Sin cambios en la cotización oficial, el dólar Ahorro y el Tarjeta se mantienen en $ 639,63 y el Qatar en $ 657,90.
“En base a las perspectivas sobre la nominalidad -que tomaría incluso mayor impulso tras una devaluación y que no resulta efectiva sin confianza ni plan - es que la brecha vuelve de inmediato al 100%. Los dólares financieros y libres continúan reacomodándose al alza sin pausa porque la búsqueda de cobertura resulta prioridad para la mayoría de los operadores a pesar de la reciente fuerte suba de rendimientos hasta una TEA superior al 200% anual”, explicó el analista Gustavo Ber.
El alivio vino por el lado de los bonos soberanos que frenaron parcialmente su caída y culminaron la rueda con un saldo positivo del 2% en promedio.
Por su parte, el Banco Central, que mantiene frenada la aprobación de pagos de importaciones, pudo comprar U$S 117 millones, ampliando el saldo favorable del mes a unos U$S 600 millones.
Efecto colateral
Además de la disparada de los precios y de la inflación la devaluación produjo un efecto colateral durísimo sobre la deuda que estaba ajustada por dollar linked que es aquel que se actualiza por el tipo de cambio oficial.
“Para este año, los vencimientos de dollar linked aumentaron cerca de $73.639 millones. Sin embargo, para el año que viene, el aumento es de $1.987.766 millones. Hay que tener en cuenta que, posiblemente a esto haya que sumar un adicional por los bonos ajustables por CER que tienen un seguro contra devaluación, pero eso dependerá del contrato de cada bono y a priori es difícil de estimar”, calculó el economista de Libertad y Progreso, Lautaro Moschet.