La empresas Molino Cañuelas, una de las principales alimenticias del país, comunicó que “busca proteger sus activos, los puestos de trabajo directos e indirectos de la Empresa” y, en consecuencia, solicitó la apertura de un concurso preventivo de acreedores, tal como lo hiciera Cartellone semanas atrás.
El pedido de la firma responsable de productos como 9 de oro, Cañuelas o Pureza, fue hecho conjuntamente con la firma Compañía Argentina de Granos (CAGSA). Según afirmaron en un comunicado, se vieron forzados a adoptar la medida para proteger los “intereses de los propios acreedores, manteniendo su estructura productiva y asegurando su continuidad operativa en todas sus plantas y establecimientos industriales y comerciales”.
Los conflictos que llevaron a Molino Cañuelas a la crisis
Hace cuatro años, la compañía intentó emitir acciones en Wall Street y en la Bolsa local, pero la volatilidad del mercado en ese momento, y la falta de inversores por las cifras de endeudamiento de la misma, hicieron que la operación fracasara. Tras las primarias de 2019, se sumaron a los problemas de la empresa, el contexto desfavorable de todo el país, en materia económica.
“Esto, sumado a las sucesivas crisis económicas vividas por nuestro país, donde solo durante el 2018 el peso se desplomó más del 50% contra el dólar, obligaron a la Empresa a postergar el pago de ciertos compromisos e iniciar un proceso privado de re-perfilamiento del total de su deuda financiera”, sumaron.
“Con ese objeto se conformó un Comité de Acreedores integrado por los principales acreedores financieros de ambas compañías, con el que en marzo de 2019 había alcanzado un principio de acuerdo. Sin embargo, la nueva turbulencia financiera registrada en el país en el mes de agosto de ese año, y la abrupta devaluación de la moneda local, sumado a la crisis mundial por el COVID en 2020 y las dificultades propias que esto generó en la Argentina provocaron un nuevo e inevitable cambio de escenario para todos los participantes de la restructuración, e incluso hizo que algunos bancos decidieran suspender su participación en dicho Comité, alejando la posibilidad de obtener un acuerdo definitivo”, sostuvo Molino Cañuelas.
Molino Cañuelas cuenta con 21 plantas industriales y más de 3000 empleados, lo que la posiciona como uno de los productores de alimentos más importantes de la región (especializado en la elaboración de harinas, aceites, galletitas, panificados, pre mezclas para pizzas y alimentos congelados, entre otros) y llegando con sus productos a más de 60 países en los 5 continentes.
Ahora bien, entre sus acreedores se encuentran casi 40 prestamistas (el Banco Nación entre ellos, y uno de los más expuestos con acreencias por más de u$s50 millones), con los que se intentó llegar a un arreglo. De hecho, en 2019 comunicaban que “Molino Cañuelas (había alcanzado) un principio de acuerdo con los Comités de Acreedores financieros, integrados por instituciones multilaterales de crédito y financieras internacionales, como así también varios de los más importantes bancos públicos y privados nacionales, que representan un porcentaje abrumadoramente mayoritario del total de su deuda financiera”, lo que esperaban que les asegurara el “apoyo decisivo en el proceso de continuación de nuestras operaciones industriales y comerciales, en forma normal”.
Otros bancos que se suman al Nación, entre los principales acreedores son: el HSBC por en torno a u$s45 millones, el Banco Galicia por cerca de u$s38 millones, Santander Río por u$s36 millones, el Banco Provincia por u$s34 millones y BBVA Argentina por otros u$s25 millones.
