La paridad cambiaria entre Argentina y Chile ha dado lugar a un auge en las compras de los turistas chilenos, quienes buscan productos importados a precios más bajos que en su país de origen. Aprovechando la ventaja del tipo de cambio, actualmente, un peso chileno equivale a 37 centavos locales. En Mendoza, entre otros artículos, se ha generado un aumento en la demanda de marcas muy específicas, como es el caso de las golosinas.
Sebastián, que trabaja en la caja de una cadena nacional de markets, comentó que los turistas llevan golosinas para regalo, entre ellas chocolates y cajas de alfajores cerradas, además de vinos.
Para Marcos Thomé, de la cadena mendocina Pret, “La demanda de los turistas ha aumentado, especialmente en productos de cuidado personal. También buscan marcas muy específicas de golosinas”.
La golosina importada más elegida por los turistas chilenos que visitan Argentina es el bombón Ferrero Rocher. Esta marca de chocolates con avellanas, originaria de la empresa italiana Ferrero y creada en 1982, ha experimentado un aumento en su demanda, favorecida por el tipo de cambio.
El precio del Ferrero Rocher en Chile alcanza los 69.300 pesos chilenos por kilo, lo que equivale a unos 25.824 pesos argentinos. Sin embargo, en los supermercados locales, el precio por kilo de este artículo promedia los 13.444 pesos argentinos, diferencia que resulta en un atractivo ahorro para los turistas trasandinos que recorren más de 300 kilómetros para llegar hasta nuestra capital.
David, gerente del mayorista Oscar David, destaca que los productos importados, como Ferrero Rocher, que se fabrica en Brasil, se han vuelto más asequibles para los extranjeros. Sin embargo, esta golosina es “incluso más barata que los productos nacionales”. A pesar de ello, la demanda supera la oferta, lo que ha llevado a una competencia por conseguir estos productos en el mercado.
Las ofertas doradas
En los supermercados del centro es evidente la presencia de turistas chilenos que exploran los pasillos en busca de precios atractivos y que llenan sus carros de compras con artículos que incluyen aceite, arroz, café, harina, leche, pañales, artículos de limpieza, higiene personal y comida para mascotas, entre otros. También tiene espacio para los chocolates, y entre ellos el más buscado es el bombón envuelto en papel dorado.
Al comparar los precios, del cocolate de avellanas, en ambos lados de la frontera observamos que en sus distintas presentaciones representa un ahorro considerable par el viajero. Una caja de 100 gramos, que cuesta 6.299 pesos chilenos, al cambio costaría 2.347 pesos locales, sin embargo el precio promedio en los super mendocinos, por la presentación de 150 gramos, puede conseguirse a 2.016 pesos (es decir que el ahorro es de 331 pesos argentinos y un 50% más de cantidad).
La caja de 24 unidades, del otro lado de la frontera tiene un coste de 20.790 pesos chilenos (es decir que al cambio actual son 7.747 pesos argentinos), mientras que en nuestra plaza el mismo artículo y presentación se comercializa a partir de los 4.045 pesos. Recordemos que al comparar el precio por kilo, en el mercado de argentina este producto es 12.380 pesos más barato y practicamente se pueden comprar dos al precio que se pagaría uno del otro lado de la frontera.
Oportunidad de negocio
La páridad cambiaría entre el peso argentino y el peso chileno plantea tanto desafíos como oportunidades para los comerciantes locales, señala el economista Federico Pagano. Para el técnico este escenario tiene dos efectos claros: “Por un lado, se presentan mayor oportunidad de negocio para los sectores que se ven involucrados; por otro lado, los costos para los consumidores locales se incrementan, siempre y cuando no se apliquen precios diferenciados a los extranjeros”.
Pagano enfatiza que, en general, “una mayor actividad económica es positiva, especialmente en un momento de crisis”. Actualmente, un peso chileno equivale a 0.37 centavos argentinos, lo que proporciona a los turistas un poder de compra significativo y los incentiva a gastar más durante su estadía en Argentina.