La Federación Porcina Argentina y la Cámara Argentina de la Industria de Chacinados y Carne de Cerdo (CAICHA) han manifestado un enérgico rechazo a la decisión del ministerio de Economía de abrir las importaciones de alimentos, incluida la carne de cerdo y sus derivados. Ambas entidades han denunciado condiciones discriminatorias para la industria nacional y han expresado su preocupación por las posibles consecuencias sanitarias de esta medida.
Según señalan, la apertura de importaciones pone en una posición de desventaja a la industria nacional, que se verá obligada a competir en un escenario desigual frente a los importadores de productos terminados. Advierten que esto podría comprometer los estándares de calidad y seguridad alimentaria del país.
Además, las entidades porcinas destacan que la medida gubernamental desconoce la realidad del sector porcino y la evolución de precios de sus productos en el mercado.Según el cuminicado, esta decisión del gobierno “desconoce la realidad del sector porcino y la evolución de precios de sus productos en el mercado”. Detallaron que, desde el inicio del año, el precio del cerdo en pie sufrió una caída del 35%, pasando de $1.155 a $744, lo que generó presión a la baja en los precios finales para los consumidores argentinos. Las entidades porcinas resaltaron que los aumentos de precios se sitúan por debajo de la inflación acumulada.
Por otro lado, alertan sobre posibles problemas sanitarios relacionados con la importación de alimentos, como el uso de aditivos alimenticios prohibidos en Argentina, como la Ractopamina, en terceros países. En este sentido, enfatizan la importancia de contemplar cuestiones sanitarias en las decisiones gubernamentales relacionadas con el comercio de alimentos.
Finalmente, las entidades porcinas reafirman su disposición a colaborar en la búsqueda de soluciones para enfrentar los desafíos económicos del país y trabajar en conjunto en la elaboración de políticas que promuevan el desarrollo y la estabilidad del sector porcino argentino.