La desaceleración de la inflación viene dada por la peor combinación posible: baja en el nivel de actividad y en el consumo.
Este es el escenario al que se enfrenta el ministro de Economía, Sergio Massa, cuando “después de la seis de la tarde” deja el traje de jefe del Palacio de Hacienda y se calza el de precandidato a presidente, tal como confesó que distribuye sus actividades diarias durante una entrevista radial este lunes.
Durante esa conversación Massa evitó confirmar si continuará en su cargo luego de las elecciones PASO y se limitó a decir que se evaluará “según el contexto”, tanto con el presidente, Alberto Fernández, como con la vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner.
Lo cierto es que el supuesto oxígeno que el ministro tendrá esta semana con el anuncio de una merma en la inflación resultará una bocanada pírrica porque será a costa del enfriamiento de la economía, justamente una receta a la que el oficialismo siempre dijo oponerse.
En el equipo económico están convencidos que el jueves cuando el INDEC difunda la inflación el dato comenzará con “6″, lejos del “3″ prometido para abril, pero más aún de los dos dígitos con los que amenazó al iniciarse el segundo trimestre.
La tendencia ya fue anticipada por distintos estudios privados que se ocupan de un monitoreo semanal de la evolución de los precios, aunque en este caso la ubican por encima de 7%.
El dato nuevo de las últimas horas es que este menor ritmo se combina con una caída en el nivel de actividad y del consumo, principalmente por el recorte en el poder de compra de los ingresos.
Un trabajo de la Cámara Argentina de Comercio (CAC) indicó que en mayo (último dato disponible) su Indicador de Consumo (IC) se estancó respecto de abril y registró un leve avance de 1,2% contra igual mes del año pasado.
“El IC acumula en los primeros cinco meses del año un crecimiento de 3,8% interanual aunque todo indica que el consumo seguirá perdiendo dinamismo en los próximos meses. De hecho, a partir de enero se observa una tendencia bajista en las tasas de crecimiento interanual exhibidas por el IC, pasando de un avance de 6,1% en el primer mes de 2023 al 1,2% de mayo (con estancamiento desestacionalizado)”, precisó el trabajo.
Por su parte, la Cámara Argentina de la Mediana Empresa (CAME) indicó que “las ventas minoristas pymes descendieron por sexto mes consecutivo en junio, al ubicarse 3,6% por debajo del mismo mes de 2022, en la medición a precios constantes”.
“El primer semestre del año cierra así con una baja de 1,8% interanual. También en la comparación mensual, se vendió 0,9% menos en junio que en mayo”, indicó la entidad.
Para CAME esta dinámica es producto de que “el mercado está ofreciendo pocas opciones de cuotas sin interés como en otros tiempos, y eso frena compras de valores más elevados, que repercuten sobre todo en el sector indumentaria, perfumerías y electrodomésticos”.
CAME remarcó además que “una tendencia que en el comercio se viene observando, es el mayor peso de los servicios en la canasta de consumo, especialmente vinculados a ocio, recreación, que le resta ventas a bienes”.
A este escenario se suma un informe de la consultora Politikón Chaco, que analizó la evolución de las compras mediante los programas de incentivo al consumo “Ahora 12″ que promociona el gobierno.
El trabajo mostró que la facturación acumulada por este canal en los primeros cinco meses del año superó levemente el billón de pesos, lo que implica una caída real (descontada la inflación) de 3,5% con relación a igual período de 2022.
En cuanto al volumen de transacciones, el estudio computó 30,7 millones de operaciones, que representan una disminución de 4,3% si se compara con enero/mayo del año anterior.
“Pese a las medidas anunciadas en mayo para este programa, que incluyeron la baja de la tasa de intereses del 82,45% al 72,75%, las ventas no han tenido un repunte y específicamente en el mes de mayo cayeron 13,6% interanual en términos reales”, precisó el trabajo.
La tendencia se conjuga con pronósticos de que la caída de la actividad se concentrará en el segundo trimestre de este año.
El viernes pasado el Banco Central publicó el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) en el que los agentes de mercado estimaron que la actividad económica en la Argentina caerá 3% en 2022. Luego de que el INDEC revelara un alza de 1,6% en el primer trimestre, la tendencia es que la declinación se concentrará en segundo semestre y en particular en el tercer trimestre en medio del proceso electoral.
Viaje al FMI
Massa informó que en la reunión de gabinete “se delineó” el viaje de miembros del equipo a Washington para cerrar el acuerdo, pero evitó precisar la fecha de la partida sumando incertidumbre acerca del resultado de la negociación.
La urgencia por completar el nuevo programa aumenta día a día, más luego que se unificaron pagos por casi US$3.000 millones para el 31 de julio y la semana próxima el FMI entra en receso.
Las continuas postergaciones van consolidando la idea de que no habrá nuevo programa hasta que asuma el próximo gobierno y en ese caso la duda es cómo actuará el país frente a los vencimientos que se acumularán.