La inflación de enero cerraría muy por encima de los objetivos del Ministerio de Economía, lo que pone en peligro la ambiciosa meta de ubicarla por debajo del 4% para abril.
Las primeras estimaciones privadas dan cuenta que la suba de precios se ubicaría en un rango entre 5 y 5,5% en el primer mes del año, dinámica que dejaría contra las cuerdas el sueño oficial.
Con el dólar “blue” subiendo más de 11% y con las opciones bursátiles también con tendencia al alza aunque en menos porcentaje, se potenció la presión sobre los precios y el programa “Precios Justos” no alcanza como amortiguador.
Además, las últimas lluvias jugaron a favor de los productores pero en contra de los consumidores porque dispararon el precio de la carne, que había aumentado muy por debajo de la inflación en el último año.
La sequía había obligado a muchos ganaderos a desprenderse de sus cabezas antes de lo deseado por no poder mantener su sanidad, con lo cual la oferta se mantuvo muy alta y frenó los precios.
Con el agua que aplacó la sequía, las perspectivas cambiaron y ante la posibilidad de una normalización en los envíos a los frigoríficos se produjeron subas de precios en la hacienda en pie de hasta un 35%.
Los especialistas del sector esperan que durante las próximas semanas estas subas se reflejen en los mostradores de los comercios. “El aumento notable en el precio de las carnes amenaza al proceso de desaceleración de la inflación observado durante noviembre y diciembre, ya que el peso de la carne en el Indice de Precios al Consumidor (IPC) es casi del 5% y representa aproximadamente el 15% del rubro de alimentos y bebidas”, explicó la consultora Invecq.
El dato más pesimista conocido al momento es el de Fundación y Progreso, que estimó que la suba de precios de enero estará en torno a 6,3%. El informe sustenta esa previsión en que el primer mes del año arranca con un piso alto por los aumentos de tarifas y transporte.
Cabe recordar que el Gobierno postergó para enero de 2023 aumentos en el transporte que estaban programados para diciembre 2022, con el objetivo de reducir la presión inflacionaria y evitar que el resultado anual alcance al 100%.
“Entre los rubros con más aumentos se destacan ‘Vivienda, agua, gas y electricidad’ y ‘Transporte’, precisó L&P en su estudio para el mes aún en curso.
El trabajo explicó que en el primer caso, la nueva quita de subsidios en agua, luz y gas se conjugan con los incrementos de los alquileres. Mientras que, en el segundo afectaron el aumento promedio de 40% en el transporte público del AMBA junto a la suba de combustibles. Por su parte, “alimentos y bebidas no alcohólicas”, rubro con mayor ponderación del IPC, presenta un aumento de 4,0% mensual”.
Respecto de febrero, Lautaro Moschet, economista jefe de L&P, adelantó una posible moderación que reduzca la inflación a 5%, pero para marzo se estima un nuevo repunte por factores estacionales.
“Con esto, se genera una presión alcista que prácticamente deja sin chances al objetivo de una tasa de inflación de 3% para abril”, sentenció el profesional.
En tanto, para la consultora EcoGo la inflación de enero llegaría a 5,6%. “Esto se debe principalmente a un registro en alimentos levemente mayor al estimado”, sostuvo en su último informe.
“Los productos regulados impulsaron el indicador general del mes al alza destacándose los aumentos en prepagas (6,5%), combustibles (2%), y tarifas de gas, luz y agua (14,1%, 19,6% y 20,1% respectivamente), servicio doméstico (6,5%), tarifas de colectivo y tren en AMBA (entre el 20% y el 70% dependiendo el servicio), entre otros”, precisó.
En la misma línea se pronunció LCG que sostuvo que el incremento en el precio de los alimentos se aceleró en las últimas semanas. Según este trabajo, en las cuatro semanas de enero ya transcurridas el precio de los alimentos subió 5,5% en promedio.
Los datos anticipados por los privados revelan los reales motivos de la preocupación oficial por conseguir el apoyo de “Camioneros” y organizaciones sociales para controlar los precios en los supermercados.
Con el tipo de cambio cerca de los $ 400, con taifas empujando, más un alza en los alquileres cercano al 90%, está garantizado un alto piso inflacionario para enero y condiciona los meses siguientes.
El equipo económico buscó poner como parámetro un ajuste de la economía de 4% (los hizo con alimentos y combustibles) para descomprimir las expectativas y bosquejar un sendero decreciente, pero a la luz de los análisis previos la realidad está lejos del objetivo.
En esa línea, el secretario de Comercio, Matías Tombolini, reconoció que el 5,1% de diciembre no “es lo que esperaban, pero defendió el programa “Precios Justos” y advirtió que “la solución no es mágica”.
Conseguir la desaceleración de la inflación es un punto clave del programa económico de Massa, quien dejó trascender que pretende que las paritarias ajusten a un promedio de 60%, tal la pauta de inflación impuesta en el Presupuesto. Pero si la suba de precios se mantiene por encima de 5% y apuntando hacia arriba, los gremios que, tibiamente, habían dado un guiño favorable a esa pretensión no podrán mantenerlo por la lógica presión que ejercerán los trabajadores.