El Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) difundió el Índice de Precios al Consumidor de febrero y de inmediato en la Casa Rosada hablaron de una “contundente desaceleración de los precios”. La inflación se ubicó en el 13,2% lo que marcó un retroceso de 7,4 puntos porcentuales con respecto a enero y poco más de 12 puntos desde que asumió Javier Milei.
En Mendoza los datos también dieron un respiro al bolsillo con un freno a la escalada inflacionaria mayor que la media nacional. Según la dirección de Estadísticas e Investigaciones Económicas mendocina, el IPC fue del 12,2%
Ahora el Gobierno Nacional está enfocado en que los números de marzo no se disparen luego de los fuertes aumentos que se registraron en la primera semana de este mes en el rubro alimenticio, el principal a la hora de armar la medición.
Para desalentar la escalada en los precios, el Gobierno anunció la apertura de importaciones para productos de la canasta básica, tras la reunión que mantuvo en las últimas horas el ministro de Economía, Luis Caputo, con supermercadistas.
“Se tomó la decisión de abrir definitivamente las importaciones de determinados productos de la canasta familiar en pos de hacer los precios más competitivos con alguna quitas de impuestos”, dijo el vocero presidencial, Manuel Adorni. Además remarcó que el sector empresario reconoció “suba de precios por encima de la expectativa de inflación”.
Para los analistas, el dato de febrero no representó ninguna sorpresa, sin embargo sostienen que marzo será un prueba de fuego para la gestión de Milei.
La inflación en febrero y lo que viene
En febrero el Índice de Precios al Consumidor (IPC) que divulgó el Indec se situó en un 13,2%. Este incremento anual alcanzó un alza interanual del 276,2%.
El aumento de precios fue impulsado por un incremento del 24,7% en comunicaciones (principalmente por alzas en telefonía e internet), un 21,6% en transporte (por aumentos en el sistema público) y un 20,2% en el rubro de vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles, impulsado por los aumentos en electricidad.
En otras áreas, las bebidas alcohólicas y el tabaco aumentaron un 17,7%, bienes y servicios un 16,6%, y salud un 13,6%. Sin embargo, alimentos y bebidas alcohólicas (11,9%), educación (9,9%) y prendas de vestir y calzado (7,2%) quedaron por debajo de la media mensual.
En la mañana de ayer, el presidente Milei había anticipado que esperaba lo que denominó “un numerazo” en referencia a que el IPC podría ubicarse por debajo del 15%, que era la cifra lanzada por las consultoras privadas. Además, reconoció que tiene “plena conciencia de lo que está pasando” en el país “pero corregir cien años no es gratis”.
En tanto, una vez hecho público el Índice de inflación, la Casa Rosada emitió una declaración en la que habló de la “contundente desaceleración” de los precios, producto de la “fuerte disciplina fiscal” que se está aplicando y recordó que “la suba inflacionaria que enfrentamos es producto de la emisión descontrolada de los últimos años, y el despilfarro generado por el programa económico del exministro Sergio Massa”.
José Vargas, titular de la consultora Evaluecon aseguró que era esperable el dato de febrero, sin embargo consideró que sigue siendo un número alto al estar por arriba de un dígito y “si analizamos el interanual estamos en un 276% lo que sigue siendo muy malo”.
Asimismo, el economista insistió en que el techo al crecimiento inflacionario “se lo está poniendo la caída fuerte en el consumo y por el otro lado el tipo de cambio”.
“Habrá que seguir monitoreando de cerca qué ocurre con el dólar sobre todo después de la modificación de la tasa de interés, y por el otro lado todas las negociaciones salariales que se vienen dando, como quedan ubicadas, para saber cómo sigue el poder de compra de los salarios”, agregó.
Por último, el director de Evaluecon recordó que el flagelo inflacionario no se ha detenido ya que “la inflación sigue creciendo”, simplemente que lo hace a un menor ritmo.
Para el economista Nicolás Aroma, asesor del justicialismo en Mendoza, los números de febrero eran esperables, sin embargo remarcó que ahora el objetivo del Gobierno está puesto en marzo porque las proyecciones “dan que no estaría abajo de la de febrero, la inflación” y la apertura de importaciones de alimentos es muestra de ello.
El especialista aseguró que la inflación sigue siendo “muy alta” y “se nota mucho más porque está combinada con una fuerte caída en la actividad económica, en los niveles de consumo y por supuesto en los niveles producción. Es la combinación de recesión con inflación que tanto se habló: la estanflación”.
Aroma está convencido que “la recesión económica no es una efecto colateral del programa, en esta primera parte, sino que es parte fundamental, por eso que se ha intentado licuar muy fuerte el consumo vía salarios y vía licuación de jubilaciones”.
“Me parece que esto sí es parte del plan económico, pero no puede durar demasiado tiempo más, porque estamos hablando de una economía que está sufriente para la familia y ya es muy difícil para una salariado llegar a fin de mes, y ni te cuento para los salarios informales y los jubilados. Por lo menos hasta que no baje a un dígito la inflación, esto puede funcionar, pero creo que luego vendría otra etapa del plan, en teoría, donde la economía tiene que crecer”, finalizó.
Daniel Garro, director de Value International Group también consideró que para febrero “no hubo sorpresas” pero a partir de ahora “la gran duda es que va a pasar en marzo, porque es estacionalmente complicado por el comienzo de las clases, entre otros aspectos”.
Además “continúa la quita de subsidios que impacta en los servicios, electricidad y gas y también transporte” por lo que habrá que analizar “si todo eso es lo suficientemente alto como para que la baja que se está produciendo en alimentos y bebidas no alcance para que el número (de inflación) siga bajando. Vamos a ver qué pasa en marzo”, concluyó.
Más de $600.000 para no ser pobre
A la par de la difusión del dato de inflación del último mes, el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) informó que el índice de Canasta básica total de febrero subió un 15,8% en comparación con el mes anterior. De este modo, una familia tipo necesitó $ $690.900 para no ser pobre en ese periodo.
En tanto, la Canasta básica alimentaria, la que marca el umbral para no caer en la indigencia, subió 13,1% y una familia necesitó $322.851 para atender las cuestiones elementales de alimentación.
Según precisó el INDEC, la canasta básica lleva un aumento acumulado 34,1% en lo que va del año, mientras que la variación interanual llegó a 290,2%.
El organismo también precisó que una persona adulta necesitó en febrero $223.593 para no ser pobre y $104.483 para no ser indigente.
En el caso de Mendoza el relevamiento que realizó la Dirección de Estadísticas arrojó que la Canasta Básica de Alimentos (CBA) en febrero ascendió a $85.804 para el caso de una persona adulta.
En cambio cuando se trata de una familia tipo (dos adultos y dos niños) para cubrir las necesidades mínimas nutricionales y no considerarse pobres extremos o indigentes, tuvieron que disponer de $265.135.
En cambio, en el segundo mes del año, el costo de la Canasta Básica Total (CBT), que incluye además de los alimentos, bienes y servicios que satisfacen necesidades como indumentaria, transporte, entre otros, trepó a $ 205.072 para una persona sola y si se trata de una familia de cuatro integrantes, no fue considerada pobre si contó con $ 633.673.