La inflación de mayo fue de 7,8% y que representa una leve baja respecto a abril (8,4%), a favor de una desaceleración en el precio de los alimentos, según datos difundidos hoy por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC).
De esta forma en cinco meses el costo de vida aumentó 42,2% y el alza interanual trepó a 114,2%.
Las cifras difundidas por el órgano estadístico están por debajo de las previsiones de los analistas privados quienes habían pronosticado un avance de 9% para el mes pasado.
Esta disminución del ritmo inflacionario en el quinto mes del año se sustenta en la moderación del valor de los alimentos, que subieron 5,8%% cuando en abril habían crecido más de 10%.
Tal como anticipó este medio, este comportamiento se había advertido en la segunda mitad de mayo y se consolidó sobre el cierre del mes, de allí que desde el equipo económico se había dejado trascender que el dato oficial estaría por debajo de lo que habían calculado los privados.
Las cifras preliminares del arranque de junio observan un comportamiento similar que permite inferir que la tendencia se mantendría.
En el Palacio de Hacienda destacan como un logro que “no se haya espiralizado” la suba de precios y que, al menos momentáneamente, se haya alejado el fantasma “de los dos dígitos”.
El resultado impacta en el plano político ya que ayuda al ministro de Economía, Sergio Massa, sostener sus pretensiones presidenciales más allá de que la cifra de la inflación continúe lejos de los objetivos que se había planteado al inicio de su gestión.
Para este menor ritmo de suba en alimentos contribuyó el comportamiento de la carne (2,5% promedio por cortes) y del pollo (-6,2%), movimientos que estuvieron por debajo del resto de los productos de primera necesidad y compensaron otras subas como la de panificados que superaron el 10%.
Entre los rubros de mayor impacto se destaca el “mantenimiento de la vivienda”, que registró un marcado incremento de 11,9% a raíz de la suba en los valores de los alquileres y de las tarifas de los servicios públicos, especialmente en el AMBA por la quita de los subsidios. En línea similar, el equipamiento del hogar subió 8,8%
También golpeó “Transporte” que mostró un incremento de 9% por ajustes en pasajes y aumentos en combustibles.
Como viene sucediendo en los últimos meses la indumentaria fue otro de los ítems que empujó el índice general con una suba de 7,6%
A su vez, los gastos en salud avanzaron 9% por la actualización de las cuotas de la medicina prepaga y el alza de los medicamentos.
Educación estuvo por debajo del promedio general con un alza de 4,9%. Vinculado al sector turismo, “hoteles y restaurants” tuvieron un salto de 9,3%.
Por su parte, la inflación núcleo –que elimina factores estacionales- tuvo un comportamiento similar al índice general con un alza de 7,8%.
Este indicador es en el que pone el foco el Banco Central para definir su política monetaria y aunque se mantiene en valores muy altos puede permitirle al Banco Central eludir una nueva suba de la tasa de interés actualmente en 91%. El Directorio de la entidad se reunirá mañana para evaluar la situación.