El Índice de Precios al Consumidor (IPC) de Mendoza fue de 2,6% en junio, según la medición de la Dirección de Estadísticas e Investigaciones Económicas de Mendoza (DEIE). De esta forma, se confirmó el rebote observado el mes pasado. Cabe recordar que en abril, condicionada por la casi nula actividad económica a raíz del aislamiento social, la inflación fue de 0,5% en la provincia. En mayo el índice ascendió a 1.3% y ahora, al 2,6%.
Si se analizan los resultados por rubros se destaca el incremento registrado en indumentaria (6,8%), que tuvo subas generalizadas de precios por el inicio de la temporada invernal. También fue llamativo el aumento de los alimentos y bebidas (3,8%), el ítem que mayor incidencia tiene dentro del IPC. Por su parte, los valores relevados por la DEIE dentro de la categoría “otros”, se encarecieron 4,4%.
En el otro extremo aparecen los rubros de “transporte y comunicaciones” y el de “educación”, que tuvieron bajas de 0,5% y 0,3% respectivamente. Sin embargo, se trata de reducciones de precio mínimas, que no alcanzan a compensar las subas de los demás ítems.
Un dato positivo es que el semestre cerró con una inflación del 13,1% en Mendoza, 8,7 puntos porcentuales menos que el mismo período del año pasado. Claro está, que los resultados están influenciados por la pandemia, los controles de precios y la baja actividad. De hecho, los economistas advierten que el ritmo de emisión monetaria ha crecido mucho en los últimos meses y si no se adoptan las políticas adecuadas en la salida de la pandemia, los precios podrían dispararse.