La estampida en el precio de los alimentos provocó que la inflación golpeara con más fuerza a los sectores de menores recursos, lo cual aviva la presión hacia el gobierno para el otorgamiento de una suma fija por decreto para los asalariados y beneficiarios de planes sociales.
El costo de la Canasta Básica Alimentaria (CBA) aumentó en el primer cuatrimestre 40,1%, 8 puntos más que la variación del Índice de Precios al Consumidor (IPC) que fue de 32%.
De esta forma, la CBA –que está compuesta sólo por alimentos- alcanzó un valor de $ 94.148,47 para una familia tipo durante el mes pasado.
En tanto, el valor de la Canasta Básica Total (CBT) –que incorpora a la CBA un grupo de servicios básicos y la vivienda- subió desde enero 33,3%, 1,3 punto por sobre el índice general para un grupo conformado por un matrimonio y dos hijos.
Los datos surgen de un informe oficial que publicó este martes el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC).
El valor de la CBA y de la CBT fija los mínimos de ingresos familiares para definir los niveles de indigencia y pobreza, respectivamente. Dado que estas variaciones estuvieron muy por encima de las mejoras salariales, se descuenta un fuerte aumento en ambas condiciones en los primeros cuatro meses del año.
Con este escenario se avivó la interna dentro de la coalición gobernante dado que los sectores del sindicalismo y organizaciones sociales más cercanas a Cristina Kirchner presionan para que el Ministerio de Economía acepte otorgar una suma fija por decreto.
Esta disidencia también azuza la tensa relación entre el presidente, Alberto Fernández, y el ministro de Economía, Sergio Massa.
En la víspera Fernández le reclamó a Massa públicamente que informe de manera oficial las medidas que está trabajando y que no sólo sean anticipadas por los medios, en una clara señal de fastidio por su comportamiento.
De esta forma, el presidente hizo público su malestar por la independencia con la que se maneja Massa y al mismo tiempo le pasó factura por su reclamo de ser ungido como el candidato oficialista por aclamación.
La demorada renegociación con el FMI también está entre los puntos de discordancia entre la Casa Rosada y el Palacio de Hacienda.
Dólar oscilante
Todo este clima enrarecido permeó en las primeras operaciones financieras de este viernes y el dólar “blue” arrancó con un salto de $ 12 para tocar nuevamente los $ 495.
Desde ese momento comenzó a ceder para culminar la rueda en $ 488, con un salto de $ 5 con relación a la víspera.
A su vez, y pese a la fuerte intervención oficial, los dólares financieros también operaron al alza. El MEP subió más de 1% para cotizar a $ 442,41, mientras que el Contado Con Liquidación avanzó en el mismo porcentaje a $ 449.
El Banco Central no modificó el ritmo de devaluación del peso y con una depreciación de 0,41% lo ubicó en $ 242,37.
En su operación en el mercado de cambio adquirió U$S 40 millones, tras una liquidación de cerealeras de U$S 110 millones. De esta forma en el balance del mes la autoridad monetaria cede unos U$S 50 millones.
Alivio
Para intentar apaciguar mínimamente la delicada situación de los sectores más vulnerables el gobierno dispuso un aumento de los reintegros en las compras con tarjeta de débito para los sectores de menores recursos.
El plan prevé la devolución de hasta $ 4.056 por mes por beneficiario y de hasta $ 8.113 para quienes tienen dos o más beneficios.
La medida estará vigente hasta el 31 de diciembre y alcanza a alcanza a jubilados, pensionados que perciban el haber mínimo y a los titulares de la AUH y la Asignación Universal por Embarazo (AUE).
Los reintegros se acreditan en forma automática cuando los jubilados, pensionados y titulares de la AUH realizan compras en comercios con la tarjeta de débito donde perciben sus prestaciones.
El beneficio también está previsto para las operaciones abonadas con esas tarjetas bajo la modalidad de Pago Electrónico Inmediato (PEI) o códigos de respuesta rápida (QR).
El régimen abarca aquellos productos que se comercialicen en negocios dedicados a la venta al por menor y mayor como mini, súper e hipermercados, sumado a los que realicen venta de productos alimenticios únicamente que se encuentren inscriptos ante la AFIP. También están alcanzados los kioscos, siempre y cuando el beneficiario abone con tarjeta de débito.
Podrán acceder al beneficio las personas que: Cobren la jubilación mínima, perciban una pensión mínima por fallecimiento, sean beneficiarios de una pensión no contributiva nacional mínima (invalidez, vejez, madre de 7 o más hijos, etc.), titulares de la asignación universal por hijo (AUH) o titulares de la asignación universal por embarazo (AUE).