Los precios de los alimentos siguen viajando a un ritmo superior al que experimentan los salarios y en la primera quincena de mayo anotaron un alza del 5%, respecto del mismo período de abril.
Así se desprende de los registros diarios de supermercados que conforman el “tracking semanal de alimentos” del Instituto de Estadísticas de los Trabajadores (IET) que integra el Centro para la Concertación y el Desarrollo (CCD).
El informe señala que hubo una “leve mejora” en comparación con abril, dado que se observa una desaceleración de precios. El mes pasado hubo picos superiores al 8% en los alimentos y, en la última semana de ese mes, el ritmo de suba fue del 6% mensual.
El análisis señala que la principal desaceleración entre el 30 de abril y el 16 de mayo se dio en pan y cereales, que subía al 11,3% mensual y ahora lo hace al 6% (-5,4 puntos porcentuales).
También se observa desaceleración en lácteos, frutas, verduras y dulces (de entre 1 y 2 puntos porcentuales). En cambio, se constató aceleración de precios en pescados (+2,8 puntos porcentuales) y aceites y grasas (+2,1 puntos porcentuales).
Mariano de Miguel, director del IET, dijo que si bien se observa una estabilización hacia la baja del ritmo inflacionario en alimentos tras la brusca disparada iniciada en febrero y que alcanzó pico en abril, todavía la desaceleración no ha hecho bajar la suba de precios de niveles que se pueden considerar como históricamente altos.
Nicolás Trotta, ex ministro de Educación y director del CCD, comentó el Gobierno nacional debe encontrar una solución gradual, de mediano plazo, que le otorgue tranquilidad a la sociedad con “base en un sistema eficaz de toma de decisiones que involucre acuerdos, lo que hasta ahora ha venido siendo una carencia que agrega costos altos a la inercia inflacionaria”.
El exfuncionario afirmó que el Gobierno debería dar “previsibilidad” en tarifas, en el tipo de cambio, “sin pretender ajustar sobre la base de los salarios en una situación social de enorme dificultad”.