La inflación de marzo volvió a dar un respiro, el Índice de Precios al Consumidor que mide el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) se ubicó en el 11% y quedó 2,2 puntos porcentuales por debajo del índice de febrero que fue 13,2%. En los últimos 12 meses los precios treparon el 287,9%.
Sin embargo el arrastre del comienzo de año sigue siendo fuerte y al cierre del primer trimestre la suba de precios acumula un incremento del 51,6%. De seguir a este ritmo el 2024 cerraría con un 190% de inflación, aproximadamente, es decir que no quedaría muy lejos del 211,4% que se registró en 2023.
La buena noticia la tiene Mendoza que logró traspasar la barrera de los dos dígitos. De acuerdo a la medición de la Dirección de Estadísticas e Investigaciones Económicas de Mendoza (DEIE) el IPC local fue del 9,2%, casi dos puntos por debajo de la media nacional. Además la inflación acumulada en el trimestre es del 46,3%, y del 283% con respecto a marzo de 2023. Ambos índices también por debajo del promedio nacional.
Para los especialistas, el fuerte ajuste fiscal que lleva adelante el gobierno nacional y la recesión, más salarios que no se vienen moviendo al mismo ritmo, son factores que influyen de manera marcada en el movimiento más lento del índice inflacionario.
Más allá del freno a la escalada de precios que se viene registrando, el 2024 “va a ser duro”, adelantaron.
Un año complicado
El economista Sebastián Laza destaco que “la inflación va desacelerando como se esperaba” pero tiene como causa “el apretón fiscal y monetario” que implementó el presidente Javier Milei y “la fuerte recesión” en la que estamos inmersos.
Para laza que el poder adquisitivo haya caído fuertemente “es parte de la política para bajar la inflación” y “el gobierno busca que empiece a aumentar la inversión privada, a causa de esos bajos salarios y también bajas tasas de interés”.
De acuerdo al especialista “el clima optimista de la Bolsa muestra algún cambio de expectativa” y en su visión “en los próximos 90 días debería verse algún brote verde, si es que la teoría del gobierno es certera”.
Igualmente “el año completo va a ser muy duro, el ajuste fiscal del gobierno ha sido y es muy fuerte”, insistió.
Gonzalo Diez de la consultora Cabin’s Crew dejó en claro que “el ajuste fiscal, monetario y privado está siendo muy duro y está bajando la inflación bastante rápido” sin embargo “el costo es un costo social, un costo en cantidad de pobreza, de indigencia” lo que es “un mal trago que tenemos que pasar”.
En cuanto a salarios, que no logran seguirle el paso a la inflación, el economista dijo que va todo de la mano ya que “si las empresas tienen menos ingresos, ajustado por inflación en términos reales, es muy difícil que puedan aumentar mucho los salarios, obviamente un poco de recomposición tiene que haber, pero no hay un aumento, sin duda”.
Diez aseguró que “absolutamente todos los precios están caros” incluso “al compararlos con los precios internacionales” entonces “tenemos un problema de desactualización que nos está costando que todo esto se reactive, mientras eso no pase, y la verdad es que por más inflación que baje, es muy difícil que los salarios alcancen a recomponerse”.
Nicolás Aroma, economista vinculado al justicialismo, fue muy duro con las medidas económcias del presidente Milei y recordó que “la inflación nacional acumula un 90 % en cuatro meses de la nueva gestión” y si bien va en descenso es “desde un fogonazo muy alto”.
En la opinión del especialista, la reducción de la inflación está influida por “los salarios” porque son “el ancla más importante del programa económico, por eso el gobierno no quiere convalidar las subas. La reducción del poder adquisitivo no es un efecto colateral, es parte central del plan” y “no va a cambiar demasiado en los próximos meses”.
Para finalizar, Aroma sostuvo que “parte importante del proceso de baja de inflación es justamente por tener la economía en plena caída” y si en algún momento comienza la tan anunciada reactivación “ahí se verá si verdaderamente se reduce la inflación”.
Carlos Rodríguez, economista de la Facultad de ciencias Económicas de la UNCuyo consideró que estamos frente a un “proceso de desinflación en la economía y con un poco optimismo podemos pensar que vamos a estar en el orden nacional en un guarismo de inflación de un solo guarismo” tal vez “por abajo del 10% para la próxima medición”.
Rodríguez sostiene que las dos causas principales son “que se cerró la emisión de pesos” y “en segundo lugar lo que golpea mucho también es el tema de la recesión, la caída en el nivel de la actividad va moderando el alza de los precios”.
“En relación con la recesión debería ser una preocupación del gobierno para salir en la medida de lo posible lo más lo más rápido que se pueda de esta situación, la disminución en las tasas de interés para reactivar la economía no parece que sea suficiente y debería ser acompañado por algún otro tipo de medidas más proactivas y que los costos sociales no sean tan elevados”, agregó.
Lo positivo que encontró el especialista es que “el componente alimentos a estado por debajo del promedio, significa que es un poco menos el impacto sobre los sectores más desposeídos, que son los que gastan la mayor proporción de su ingreso en alimentos”.
Los alimentos que subieron más que la inflación
Los precios continúan dando un respiro, la inflación descendió al 11% a nivel país y hubo una buena noticia en Mendoza, perforó el piso de los dos dígitos y se ubicó en el 9,2%.
Si tomamos el trimestre de 2024, de acuerdo al Indec, la inflación acumula un incremento del 51,6% y a lo largo de un año alcanzó el 287,9%.
En el caso de los alimentos, es el indicador principal a la hora de conformar el Índice de Precios al Consumidor (IPC), si bien en ese rubro también se percibe la caída o al menos ingresó en una meseta, a nivel general, hay algunos que le ganaron a la inflación y bastante.
Siempre siguiendo los datos relevados por el Indec, en Cuyo los alimentos subieron el 294,6% en promedio en comparación a mazo de 2023, sin embargo hay ítem particulares que treparon muy por encima.
Tal es el caso del pan y cereales que aumentó el 332,3%; también está la leche, productos lácteos y huevos que subieron en un año el 305,7% en la región y le siguen el azúcar, dulces, chocolate, golosinas, entre otros, con un incremento del 316,5%.
Por ejemplo, una leche en sachet que hoy se pagó en marzo a $1.276, un año atrás estaba en $298,74. O un paquete de fideos secos guiseros de medio kilo que el año pasado se podían conseguir a $ 222,17, en marzo de este año valieron en promedio $1.226,33.
En el caso del arroz, un producto que de febrero a marzo de este año apenas subió un 4%, a lo largo de los últimos 12 meses registró un aumento más que generoso. En marzo de 2023 por un paquete de arroz de 1 kilo se pagaba $284,04 y en marzo de este año el precio, según el Indec, es de $2.351,07. Un aumento que superó el 700%.
Un paquete de harina de 1 kilo se encuentra en un precio promedio de $800 en la región de Cuyo mientras que 12 meses atrás se pagaba a $185,16.