Mediante la venta de bonos en el mercado financiero, el gobierno forzó este miércoles una baja parcial del dólar “Blue” a $ 474, luego de haber alcanzado un pico de U$S 497.
Este resultado era el esperado en la coyuntura, pero los analistas dudan que se mantenga en el tiempo porque sigue sin resolverse el principal enigma de la economía argentina: quién y cuándo se conseguirán los dólares para llegar hasta las elecciones sosteniendo la actividad productiva.
Con las operaciones que llevó adelante el Banco Central, el dólar MEP cayó 0,2% a $ 446,43, mientras que el Contado con Liquidación subió 0,7% a $ 469,24.
Esta intervención que se había iniciado el martes, arrastró al billete marginal que cerca del mediodía cotizó por debajo de los $470, pero al promediar la rueda recortó la caída.
Por su parte, la entidad a cargo de Miguel Pesce vendió hoy U$S 49 millones, sobre operaciones postergadas de viernes y lunes a causas de la implementación de controles adicionales. De esta forma en el mes el BCRA cedió U$S 187 millones.
La nueva pérdida tiene entre sus orígenes otra jornada floja del “dólar agro”. Las cerealeras aportaron apenas U$S 35 millones, atribuyendo lo exiguo del monto a que los productores no están vendiendo los cereales. Entre los motivos se mezcla la decisión de los chacareros de retener los granos esperando el momento de su conveniencia y la ya conocida caída de la producción a causa de la sequía.
Con este escenario, miembros del equipo económico viajarán este jueves a Washington para rediscutir el acuerdo con el FMI.
La delegación está integrada por el viceministro, Gabriel Rubinstein, el jefe de Asesores, Leonardo Madcur, y el titular del INDEC, Marco Lavagna.
El objetivo primario es redefinir el acuerdo para mantener vigentes los desembolsos previstos para el año y sondear la posibilidad de nuevo financiamiento.
Sin embargo, ex funcionarios que conocen la negociación consideran muy remota esta posibilidad.
Pocas expectativas
Alejandro Werner, quien fue el jefe del Departamento Occidental del FMI, durante el armado del actual programa pronosticó que “el parche” que la Argentina pretende para llegar a las elecciones “no va a ocurrir”.
Werner planteó que el organismo se encuentra en la disyuntiva de evaluar el grado de apoyo a darle a un gobierno que mostró que no es capaz de implementar el programa serio”” o aguardar el cambio de administración luego de las elecciones.
En la misma línea se había pronunciado pocas horas antes, Claudio Loser, un argentino también ex director del FMI, quien sostuvo que si el gobierno “no hace algo importante no van a llegar a octubre y el FMI no los va a ayudar”.
Una de las señales que ofreció este miércoles el Banco Central fue acelerar la tasa de crawling peg (devaluación controlada) del peso, con un ajuste de 0,33% diario que equivale a un 7% mensual.
La otra medida para apoyar a la delegación que visitará Washington puede darse cuando en la tarde del jueves se reúna el Directorio del Banco Central y evalúe una nueva suba de la tasa de interés.
El tercer punto en el haber será cumplir con los pagos que deben realizarse en las próximas horas. Según el calendario del actual programa, el viernes se le debe cancelar al FMI un vencimiento de U$S 689 millones, y el lunes otro similar de U$S 731 millones.
El dato positivo es que luego de estas erogaciones no hay nuevos pagos hasta junio, abriéndose un amplio margen de negociación.
Con el pago de este viernes completan giros por U$S 5.700 millones en los últimos 30 días, y se consume el desembolso por el mismo monto que se recibió a fin de marzo.
Uno de los puntos que se discutirá con el FMI es revertir el flujo negativo de fondos que la Argentina debe asumir en 2023. El programa original aportó un saldo favorable de U$S 5.000 millones en 2022, que se convertía en rojo de U$S 2.000 millones este año.
La pretensión de mínima es buscar el andamiaje legal para postergar esas obligaciones.
Swap con China
En forma paralela Massa anunció la activación del último tramo de un swap con China que permitirá que durante mayo las importaciones desde el gigante asiático se paguen en yuanes. Las operaciones involucran un equivalente a U$S 1.040 millones. En los meses sucesivos el promedio de pagos en yuanes será por unos U$S 790 millones.
No obstante, cabe recordar que, por ejemplo, en mayo del año pasado, las importaciones desde China superaron los U$S 1.400 millones y en marzo de 2023 (último dato disponible) fueron de casi U$S 1.100 millones.
En consecuencia, el swap resulta sólo un alivio parcial que no resuelve el tema central y mantiene las incógnitas sobre el financiamiento futuro.
En medio de esta delicada situación y momentos antes que los funcionarios nacionales se embarquen hacia Washington, la vicepresidente, Cristina Fernández, hablará en un acto en La Plata, en el que promete cuestionar la política económica del FMI para con la Argentina e insistirá en una revisión completa del acuerdo y no sólo una reformulación de metas.
Por su parte, la ministra de Trabajo, Kelly Olmos, admitió que la disparada del dólar impactará en la inflación.