La dolarización de la economía argentina, una propuesta del candidato presidencial Javier Milei, crearía problemas sin unas “cuentas fiscales a raya”, afirmó este miércoles William Maloney, economista jefe del Banco Mundial para América Latina y el Caribe.
La economía argentina se contraerá este año 2,5%, según las previsiones del Banco Mundial publicadas este miércoles.
Con un índice de pobreza de más del 40% y una inflación de más de 120% a 12 meses en agosto, el panorama de la tercera economía regional es sombrío.
Para resolverlo Milei, economista de derecha, propone abandonar el peso y abrazar el dólar si gana las elecciones presidenciales del 22 octubre.
El Banco Mundial parece escéptico.
“Tener cuentas fiscales disciplinadas y tasas bajas de crecimiento monetario”, es decir moderar la cantidad de dinero en circulación, es “absolutamente clave para manejar la inflación”, afirmó Maloney, convencido de que “no hay alternativa”. “Y eso se aplica a la dolarización”, añadió.
“La dolarización es buena para ayudar a gestionar las expectativas de inflación porque todo el mundo dice, ‘bueno, el banco central no puede imprimir dinero, así que eso resuelve un problema’, pero no es así, porque si no consigues poner tus cuentas fiscales a raya entonces sólo acabas con otras distorsiones y otros problemas”, aseguró Maloney.
Hace unos días el Fondo Monetario Internacional (FMI), con el que Argentina acordó un programa crediticio, ya advirtió que la dolarización “no sustituye políticas macroeconómicas sólidas”.
En la opinión de Maloney “el control de la inflación es necesario” en Argentina pero para conseguirlo se necesita “equilibrio fiscal” y “confianza en que el gobierno es serio”.
“Es demasiado pronto para hablar de hiperinflación” en el país, entendida como una inflación del 50% mensual, añadió el economista.
Según el Banco Mundial, la situación económica en Argentina mejorará en 2024 con un crecimiento del PIB de 2,8% y en 2025 de 3,3%.