Del 1 al 7 de agosto, el país celebra la Semana del Bonarda, uno de los varietales más extendidos de la vitivinicultura nacional y el más significativo para la zona Este de Mendoza. En este marco, Roberto González, uno de los enólogos que más sabe del tema en todo el mundo, presentará públicamente “Bonarda, la historia de un gran vino”.
El presidente de la Academia Argentina de la Vid y del Vino ha sido reconocido en Francia en el 9° Recontres des variétés modestes por su trabajo en la revalorización de la variedad Bonarda en la República Argentina. González fue uno de los pioneros en la elaboración de este varietal en la alta gama.
Su libro será presentado en el contexto de las actividades que el Fondo Vitivinícola de Mendoza, la Municipalidad de la Capital de Mendoza y la Municipalidad de San Martín han dispuesto para honrar a la uva Bonarda. La cita será puntualmente el próximo jueves 4 de agosto a las 19 en el Templo del Vino en el departamento del Este mendocino.
De qué se trata el libro
En diálogo con Los Andes, el autor habló de la evolución que ha tenido esta uva en el país. “La bonarda siempre estuvo como una variedad del concierto de la vitivinicultura argentina, lo que pasaba es que nadie le deba atención para hacer un gran vino, siempre fue mirada como una uva para el vino popular, lejos de la alta gama. Pero cambió con el nuevo modelo vitivinícola que se fue dando a partir de los 2000″, sostuvo.
“El libro hace un racconto de la vitivinicultura, arrancando con América y la fundación de las primeras ciudades en el país y la provincia. Así llegamos al primer viñedo de bonarda en el año 1912, cuando aparece documentado este varietal. Los censos anteriores no hablan de la bonarda. En adelante es un repaso de esta cepa en sus distintas etapas y la historia numérica, con todos los matices que tiene en Argentina y específicamente en Mendoza, donde en la década del ‘70 la zona Este se convierte la zona de mayor plantación. También hay un repaso de la historia de Francia, Italia, Portugal, Estados Unidos, Bolivia y Chile”, comentó.
En más de 30 años de trabajo que lleva el enólogo de Nieto Senetiner elaborando este vino, la bonarda pasó de ser considerada una uva “de segunda” a hoy ser reivindicada por decenas de bodegas que la elaboran en todas las gamas. “Fue lo mismo que pasó en Europa. Pasó de ser una uva proscripta en 2008 a ser replanteada en su lugar de origen gracias a todo lo que se hizo desde Argentina”.