Las exportaciones de Mendoza lograron un crecimiento del 6,47% en volumen durante los primeros nueve meses del año, en comparación con igual período de 2019. Sin embargo, sufrieron una caída del 4,27% en términos de valor, de acuerdo a estadísticas publicadas por ProMendoza. En otras palabras, los empresarios locales están vendiendo más, pero a menor precio.
En detalle, entre enero y setiembre la provincia exportó 882,5 millones de kilos de mercadería, lo que superó por 53,6 millones de kilos lo registrado en la temporada pasada durante ese mismo período. Pese a esto, en lo que va de 2020 se han facturado U$S 45,2 millones de dólares FOB (valor de la mercadería puesta en barco) menos que en 2019 (la retracción fue de U$S 1.059,7 millones a U$S 1.014,5 millones).
Lo llamativo, es que los resultados han sido muy diferentes de un rubro a otro. Como lo muestran las estadísticas (ver gráfico), la mejora en volumen se centró en los productos primarios y las manufacturas de origen agropecuario (MOA). Fue importante también el repunte en el ítem “secreto fiscal”, donde se incluye a las empresas que están solas dentro de un rubro.
Algo similar ocurrió en términos de valor. Hubo un fuerte crecimiento en los productos primarios y en secreto fiscal (principalmente por una empresa vinculada a la agroindustria), pero cayeron con firmeza las manufacturas de origen industrial (MOI) y los envíos de combustible y energía. Las MOA también se retrajeron, pero su baja fue mucho menos significativa.
Qué muestran los números
En términos generales, los especialistas aseguran que los resultados logrados por los exportadores mendocinos son alentadores, teniendo en cuenta el escenario de pandemia y la crisis económica interna, que genera serios problemas de competitividad.
Mario Lázzaro, Gerente General de ProMendoza, explicó que el sector de la alimentación, tanto de productos primarios, como de manufacturas de origen agropecuario, ha crecido apoyado en el aumento de la demanda de productos de primera necesidad a causa de la pandemia. “Esto explica por qué Mendoza, de algún modo, está relativamente bien parada desde el punto de vista económico”, señaló.
Para el representante de ProMendoza, el crecimiento en cantidades pudo ser aún mayor en algunos productos. “Es una pena que en frutas secas o procesadas hayamos tenido tan poco volumen para exportar, a causa de las malas cosechas. Hemos tenido más demanda que capacidad de oferta”, afirmó.
Como lo demuestran las estadísticas, es otra la realidad para las manufacturas de origen industrial. “En las MOI es donde más nos ha golpeado la pandemia”, lamentó Lázzaro. Sin embargo, el experto destacó que en algunos productos de las industrias químicas se ha logrado crecer. “Resultado de la pandemia, ha mejorado la exportación a Chile de productos de limpieza, sanitizadores y demás”, indicó.
“Sí están cayendo las manufacturas de piedra y amianto, lo que tiene que ver con la industria de la construcción y la histórica baja de la actividad económica. El mismo resultado están teniendo las materias plásticas, como es el caso del polipropileno producido en el parque petroquímico que va para Brasil”, detalló el Gerente General de ProMendoza.
Fue menos optimista en su análisis Daniel Ariosto, presidente de la Unión Comercial e Industrial de Mendoza (UCIM). Desde su punto de vista, el sector exportador mendocino se encuentra en una situación “complicada”, más allá de la lectura que se puede hacer de los resultados logrados entre enero y setiembre.
La lectura del empresario no se relaciona directamente con las estadísticas publicadas por ProMendoza, sino más bien con el escenario adverso en el que se desempeñan las empresas en el día a día. “No hay reglas de juego claras y hay mucha inestabilidad económica dentro de nuestro país. Esto genera desconfianza de parte de los importadores y dificulta la concreción de muchas operaciones de comercio internacional. Lo más preocupante es que una vez que se pierde una relación comercial, ya no se recupera”, advirtió.
Otro factor determinante para Ariosto, es que varias empresas han manifestado problemas para importar insumos o repuestos que son necesarios para producir. “Estamos volviendo a la época de Moreno. La producción se frena por las trabas para importar, y así no se puede exportar”, apuntó.
Se mostró de acuerdo Mario Bustos Carra, Gerente General de la Cámara de Comercio Exterior de Cuyo. “Están empezando a faltar insumos importados que son necesarios para exportar. De hecho, el 80% de las importaciones de Argentina están destinadas a la producción. Sólo el 20% es para consumo directo”, comentó.
Pese a esto, Bustos Carra reconoció la voluntad y la confianza de los empresarios de Mendoza que, pese a estar en una situación completamente desfavorable, han seguido apostando a las exportaciones. También se debe valorar a los países que, pese a mantener sus medidas sanitarias, no han cerrado su economía y han seguido comprando, a diferencia de Argentina", opinó.