Según lo publicado en el primer informe del Observatorio del Trabajo Informático (OTI), dirigido por Esteban Sargiotto, el empleo en el sector informático supera los 142.826 trabajadores registrados a diciembre de 2022, lo que representa un crecimiento del 44,5% en 60 meses (cinco años), es decir 43.952 trabajadores. Con un promedio anual del 7,41% desde los 98.874 puestos en blanco registrados en enero de 2017, Mendoza se posiciona como la quinta plaza de importancia en el país.
De acuerdo a la localización territorial de las grandes compañías de Servicio Basado en el Conocimiento (SBC), relevado a 2019 por el Ministerio de Desarrollo productivo de la Nación, la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, con el 44,4%, y Buenos Aires, con el 22,1%, son las principales plazas de desarrollo. Le siguen Córdoba (7,1%), Santa Fe (6,2%) y en quinto lugar la provincia de Mendoza,que representa el 2,8% del total de la industria.
En el país, el sector empresario de la industria informática cuenta con una representación consolidada en tres cámaras empresarias: la Cámara de la Industria Argentina del Software (CESSI), que nuclea a 1.800 empresas; la Cámara Argentina de Distribución Mayorista y Producción de Informática e Insumos de Informática que reúne a 26 socios plenarios, y Argencon conformada por 48 empresas que integran seis clúster.
No obstante, la distribución del mapa empresario en la Argentina es mucho más compleja porque está formado en su mayoría por un tejido compuesto por micro Pymes, pequeñas empresas o unidades de negocio unipersonales. El 62% de la participación la conforman las micro empresas con menos de 4 trabajadores registrados; el 25% las pequeñas empresas con hasta 11 empleados y un 10% corresponde a las medianas empresas de hasta 51 trabajadores en blanco; por último el 3% corresponde a las Grandes empresas de más de 51 empleos registrados.
Una fotografía local
Mariano Gurrieri, CEO de la empresa Possumus Tech, al referirse la actualidad del sector en Mendoza destacó que “primero separaría la industria en dos tipos de jugadores, por un lado las empresas de tecnología que están apalancadas por el financiamiento externo y por el otro, aquellas que no”. Marcó que en el primer grupo se están viendo retracciones en su actividad y hacen ajustes en sus presupuestos “porque los fondos de riesgo que están más restrictivos y se han volcado a invertir en otra clase de activos”.
El empresario sanrafaelino comentó que las compañías “son más cautas con el uso del dinero y ajustaron su personal por la baja en la demanda del sector tecnológico a nivel internacional”. Razón a la que le atribuye los reajustes a la baja que se dieron luego de la pandemia, porque “muchas compañías pensaron que la tendencia en alza de la “demanda se iba a mantenerse contrataron e incorporaron gran cantidad de personal”. Remarcó que este no es el caso de muchas empresa mendocinas, porque basan su operación en el nivel de facturación.
“Ese es el caso de Possumus, somos menos explosiva que las que reciben financiamiento externo pero mucho más previsible y lo único que nos afecta es un parate de la industria”. El responsable de esta “software factory”, agregó que en 2022 fue un buen año y que el 2023 “quizá no sea tan efusivo como el año pasado pero nos vamos mantener. En este grupo de desarrollo más orgánico hay muchas empresas mendocinas que venimos haciendo un muy buen trabajo y ganando una mayor cuota de mercado a nivel nacional”.