El 2020 fue un año indiscutiblemente negativo para los expendedores de combustibles de la provincia, que en el marco de la pandemia se encontraron de un día para el otro con un nivel de ventas extremadamente bajo. Solo tres meses mostraron crecimiento y el balance total anual dejó una caída del 11,8%.
Los datos se desprenden de un informe del Ministerio de Energía de la Nación. El estudio indica que entre enero y diciembre del año pasado se vendieron 673.360 m3 de combustible en las estaciones de servicio de Mendoza, 90.091 m3 menos que en todo 2019 (de ahí se desprende la diferencia de -11,8%).
La caída más pronunciada se produjo en la nafta premium, que no solo enfrentó la baja en el nivel de actividad económica, sino también el efecto negativo de la pérdida del poder adquisitivo de los salarios y su consecuente traspaso de ventas hacia combustibles más económicos (nafta súper). Los números muestran una retracción del 24,2% en los despachos de ese destilado durante el 2020.
Apenas menor fue la disminución del consumo de nafta súper. El relevamiento del Gobierno Nacional reveló una reducción del 23,9% en las ventas de ese producto.
En lo que respecta al gasoil, se observan dos realidades diferentes. La versión premium sufrió una caída del 17,7% en el 2020 con relación al 2019. La versión común, en cambio, logró un crecimiento del 5,9%, siendo la única excepción en el mercado de combustibles. Ese producto se vio favorecido por el ritmo de trabajo del transporte de cargas, que no frenó nunca -ni siquiera en los meses más duros de aislamiento social- e incluso incrementó su nivel de actividad habitual en algunos meses. De todas formas, el buen desempeño del gasoil común no fue suficiente para compensar los malos resultados en los otros destilados.
Señales alentadoras
No todas son malas noticias para las estaciones de servicio de Mendoza. Los datos del Ministerio de Trabajo de la Nación mostraron una recuperación de las ventas del 3,4% en diciembre. Fue el primer mes con valores positivos desde el inicio de la pandemia. Todos los combustibles crecieron, excepto la nafta súper, que tuvo una leve caída del 0,5%.
De acuerdo a la Confederación de Entidades de Comercio y Hidrocarburos y Afines (Cecha), la recuperación tiene que ver principalmente con el movimiento generado por la actividad turística y el mayor uso del transporte de cargas por la temporada de cosechas. Lo destacable, es que se vendió más combustible que en diciembre de 2019, cuando no había indicio de la pandemia.
Otro dato alentador, es que en Mendoza ya se está vendiendo el 73,1% del combustible que se vendía en un mes normal antes de la pandemia. Es una de las provincias mejor posicionadas en este sentido. En San Juan, por ejemplo, se está comercializando el 63,2% de lo normal y en San Luis el 45,4%. Provincias grandes, como Santa Fe y Córdoba, tampoco superan el 50%, según un informe elaborado por Cecha. Se estima que en el segundo semestre de este año el nivel de ventas podría ser normal.