Negocio en alza: los alfajores mendocinos se consolidan en el mercado nacional

Empresas referentes brindaron su panorama sobre un comercio interno que mueve seis millones de unidades por día. Del turismo a la diversificación, y la presencia en mercados del exterior.

Negocio en alza: los alfajores mendocinos se consolidan en el mercado nacional
Algo para tener en cuenta es que el negocio varía mucho según el tipo de alfajor que se produzca y a qué mercado se quiere apuntar. Foto: Ignacio Blanco / Los Andes

En base a reconocimientos y trayectoria, los fabricantes mendocinos de alfajores van ganando espacios en el mercado nacional e incluso en el exterior. La Cabaña de Mendoza, Entre Dos, Chocolezza y Portal del Viento son algunas de esas empresas y cuentan cómo viven su auge en el mercado argentino.

Ariel León, gerente de la Asociación de Distribuidores de Golosinas, Galletitas y Afines (Adgya) comentó que en el país se consumen a diario alrededor de 6 millones de alfajores (2.190 millones de unidades al año). “El alfajor es muy popular en Argentina y algo distintivo como golosina es que se puede consumir tanto para desayuno como merienda”, afirma León, antes de aclarar que no trabajan datos específicos por provincia.

Algo para tener en cuenta es que el negocio varía mucho según el tipo de alfajor que se produzca y a qué mercado se quiere apuntar. No es lo mismo un producto económico que se quiera posicionar en todos los quioscos del país, a un producto regional con mayor valor agregado que apunte al turismo.

En el caso de Mendoza, las empresas consultadas lograron consolidar su mercado gracias al turismo y realizan alfajores más de tipo artesanal, con un precio mayor a otras marcas, pero con algún valor extra. El turismo les permitió ser conocidas por personas que no eran de Mendoza y eso a la vez ayudó a llegar a las otras provincias.

Expandir el mercado

La primera pregunta es cómo analizan la expansión de sus alfajores hacia otras partes del país, e incluso vendiendo al exterior. Algunas crecieron en base a una trayectoria de más de cuarenta años y otras tuvieron un gran empuje con las premiaciones en el Festival Nacional del Alfajor durante 2017-2019.

En el caso de La Cabaña de Mendoza, su presidente, Carlos Smovir, destacó que son la única fábrica que produce su chocolate y galletas en Cuyo, cubriendo dos de tres materias primas del alfajor (la restante es el dulce de leche). La empresa que nació en 1978 generó una mayor presencia trabajando con los aeropuertos del país.

“Nuestros productos siempre han sido reconocidos por el mendocino y por el turista. Con la pandemia vemos una recesión mundial. Estamos mejor que en 2020, pero más abajo que en 2019”, señaló Smovir. Si bien detuvo exportaciones a Brasil y Chile, La Cabaña está por enviar un cargamento de entre 20 y 22 toneladas de alfajores, chocolate en rama y conos de dulce de leche a Sudáfrica.

Entre Dos es una marca que en 2017 dio inicio a una seguidilla de medallas nacionales para los alfajores mendocinos, con el 1º puesto de “Alfajor de chocolate” en el festival de Córdoba. Eso permitió expandir el negocio a otras provincias y hoy comercializa sus productos en Cuyo, Córdoba, Buenos Aires y Santa Fe, además de tener una tienda en Neuquén.

En cuanto a exportar, su copropietario Ariel Fabrizio detalló: “Tenemos una franquicia que abrió el 16 de diciembre del año pasado en Chile, en un mall. Además, desde 2018 veníamos trabajando en exportación y en 2020 concretamos una venta a Brasil”.

Con 42 años en el mercado, Chocolezza es otra empresa premiada que ha sabido posicionarse en puntos como Rosario, Buenos Aires, Córdoba y el Noroeste Argentino. Marcos Juárez, gerente de la empresa, explicó que tenían armada también la logística para exportar a Chile, pero por la pandemia frenaron esa operación.

“A nivel nacional el mercado de alfajores ha crecido y nuestra marca se ha posicionado muy fuerte por la trayectoria. Seguimos manteniendo la tradición de atender bien a los turistas y a la gente, y eso, con los reconocimientos, generó un combo perfecto para hacernos conocidos”, apuntó Juárez.

Otra empresa local es Portal del Viento. Su encargado, Enzo Altamirano, consideró que ha sido un camino intenso desde la fundación en 2000 hasta la actualidad. Al ser reconocidos en el festival nacional en 2018, pasaron de vender alfajores en barrios de Mendoza a ofrecer productos artesanales a los turistas.

Para Altamirano, la pandemia obligó a repensar el negocio y potenciaron las ventas nacionales desde Ushuaia hasta Formosa. “Esta expansión sigue siendo algo nuevo y continúa creciendo. Hemos recibido mensajes de otros países queriendo comprar, pero deberíamos industrializar más y ahí corremos el riesgo de perder calidad”, analizó el encargado, mientras estudian oportunidades.

Negocio cambiante

Otro tema de análisis son las expectativas para el año actual, dada la experiencia con el año previo de pandemia y las variaciones que se pueden dar en el mercado respecto del consumo.

Para el presidente de La Cabaña de Mendoza, que cuenta con clientes en varias provincias, hay una fuerte incertidumbre y la situación puede variar según las medidas que se apliquen en cada lugar. Esto se debe a que el alfajor es un producto de consumo impulsivo y el movimiento de las personas es un factor importante.

“Estamos preparados. Tenemos una capacidad de producción óptima, pero con el día de hoy vemos mañana, y con el de mañana, el de pasado mañana. Proyectarse en este momento (a largo plazo) es osado. No sabemos qué pasará en cada provincia”, reflexionó Carlos Smovir.

En el caso de Chocolezza, si bien su negocio se armó en base al turismo y todavía tienen la planta modelo en calle Coronel Díaz lista para recibir visitas, entienden que la restricción durará un tiempo más. Mientras tanto, planean continuar con la venta en mayoristas, vinotecas, redes de distribución y puntos de venta.

Su gerente opinó que “las expectativas siempre son buenas” porque el alfajor es muy consumido en Argentina. “El año pasado fue pensar mucho e ir funcionando de mayor a menor. En 2021 ya más o menos estamos preparados. Cuando se recupere el turismo, la gente va a querer viajar y llevarse vinos y alfajores”, se esperanzó Marcos Juárez.

Para el co-propietario de Entre Dos, se ha generado un consenso de los productores locales en fabricar alfajores artesanales de buena calidad. Con el paso de los años hay un posicionamiento: “Hace cinco años, en los quioscos se encontraba con suerte una marca artesanal mendocina. Hoy se encuentran por lo menos dos”.

La idea de Ariel Fabrizio es seguir probando productos y luego, con el feedback, poder mejorar y expandirse a otras provincias. “Más allá de ser un año de pandemia, veníamos trabajando muy bien y venimos creciendo. Pensamos abrir dos o tres locales de franquicias más hasta fin de año”, adelantó el fundador de Entre Dos.

Finalmente, el encargado de Portal del Viento señaló que en 20 años la empresa pasó de contar con tres empleados a tener cerca de 25, y aseguró que buscan seguir trabajando de manera artesanal para mantener la calidad. Uno de los objetivos es que, además de venderse en el país, su alfajor sea también más conocido en la propia provincia.

“Tenemos un gran apoyo de mendocinos, pero hay una buena parte de gente que no los conoce. Hemos posicionado el alfajor mendocino al nivel de Rosario o de Córdoba, cabeza a cabeza. Hemos llegado a ese nivel y vale la pena que se conozca”, apunta Enzo Altamirano.

Crecimiento nacional de las exportaciones

Muchas marcas a nivel nacional tienen un negocio exportador que crece aún en medio de la pandemia. En un artículo publicado por Clarín Empresas en febrero, se comentaba que la marca Guaymallén (de Mataderos, provincia de Buenos Aires) comenzaría una exportación de 100 mil unidades hacia Estados Unidos. Se trata de una cantidad “chica”, comparada con los 2 millones diarios que producen en el país.

Hay que tener en cuenta que en Argentina participan dos multinacionales como Arcor (con sus marcas Águila, Bon o Bon, Cofler y Blanco y Negro) y Mondelez (que vende Milka, Pepitos, Suchard y Terrabusi). Además, hay otras marcas reconocidas como Havanna (del grupo inversor D&G), Jorgito, Capitán del Espacio y Fantoche.

“Havanna, en manos de los grupos inversores locales Inverlat y D&G, exporta 10 millones de alfajores por año. En 2020, eso fue equivalente a U$S 3,5 millones. El principal mercado al que llega a través de franquicias es Brasil, donde tiene 115 locales que serán unos 150 a mediados de este año, según las previsiones”, contaba el responsable de la red de comercio internacional de Havanna, Hernán Campagnoli.

La aparición en MasterChef

En la edición de MasterChef Celebrity 2, del 8 de abril, el desafío fue preparar alfajores argentinos y una de las provincias señaladas fue Mendoza. Las otras seis variedades de alfajores fueron las de Mar del Plata, Córdoba, Santa Fe, Norte Argentino y Patagonia.

En el programa, el chef y jurado, Damián Betular, comentó que el alfajor de Mendoza no se caracterizaba por tener un baño espirituoso de vino, como esperaban algunos, sino por incluir nueces: “Hace que la masa sea súper sabrosa con el aceite esencial de la nuez y combine perfecto con el dulce de leche”.

Muchos productores de alfajores locales se sorprendieron con la mención televisiva y, si bien varios coincidieron en que la nuez no es precisamente una característica del alfajor local, agradecieron el reconocimiento.

Ariel Fabrizio, co-propietario de Entre Dos, destaca la mención a la par de lugares como Córdoba o Mar del Plata. “Que Mendoza salga como una región referente es un dato no menor. Creo que hay que valorar eso. Hace 10 años hablabas de esto en el país y te decían que en Mendoza sólo se hacía vino y aceite”, observó Fabrizio.

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