A dos semanas de las elecciones presidenciales, se reunieron en Mar del Plata más de mil empresarios y CEOs de compañías, con la idea de discutir las principales problemáticas del país y delinear un plan con posibles soluciones.
Dos ideas fueron particularmente aplaudidas: reducir cargas laborales para fomentar la contratación (ampliar el periodo de prueba de 3 a 6 meses), y lograr un Banco Central independiente del poder Ejecutivo nacional. Además de la siempre aplaudida idea de que es preciso diversificar la matriz productiva, a través de nuevas unidades de negocios (minería y petróleo), energías alternativas, y de la economía del crecimiento.
El encuentro, acotado en tiempo y paneles, con respecto a lo que sucedió en años anteriores, no pudo ser todo lo político que se había previsto. Se planearon paneles con la presencia de los candidatos de Unión por la Patria (Sergio Massa), La Libertad Avanza (Javier Milei) y Juntos por el Cambio (Patricia Bullrich), pero solo esta última dijo presente, y lo hizo acompañada por toda una comitiva, entre ellos, el mendocino Luis Petri, su compañero de fórmula.
Bullrich recogió las inquietudes de los empresarios y prometió trabajar en ellas, especialmente en las multas por despido, una carga que se incluyó en los ‘90 y que se suma a la indemnización (que es 1 mes por año trabajado).
Además, como garantía de que se reducirán las cargas impositivas les presentó a otro miembro de su equipo, como antes había sucedido con Carlos Melconian en Economía, contó que el tema tributario está a cargo de César Litvin.
Ambos conceptos fueron muy aplaudidos por un auditorio en el que no se pudo ver las caras de los mendocinos que solían asistir.
Los Andes consultó a algunos de los concurrentes de ediciones anteriores, quienes hablaron de agendas ajustadas, un costo un poco superior al que preferirían afrontar en este momento, o simplemente un desinterés por la propuesta. No obstante, dejaron entrever que en un contexto más calmo en sus empresas, esperarían poder regresar a la cumbre del “círculo rojo”.
¿Milei o Bullrich en Mar del Plata?
Aunque ambos candidatos fueron invitados al Coloquio, no se produjo el esperado cruce. Milei participó de un almuerzo con empresarios, pero en otra locación y en paralelo a la cumbre que tenía lugar en el Sheraton de Mar del Plata.
La candidata de Cambiemos aseguró, al respecto, que hablar de una “contracumbre” en el caso de Milei, sería “subirle el precio” al libertario, si se considera que ella misma fue invitada un año antes a la misma reunión, que se ha vuelto un clásico.
Lo cierto es que, de todas maneras, no faltaron concurrentes al encuentro con Milei y él mismo alentó la idea de que se trataba del preferido y que, quienes no habían podido asistir a su almuerzo, por falta de espacio, no habían tenido más opciones que quedarse con el Coloquio.
Sin importar quien tenga razón, hubo público para los dos candidatos y, en cualquier caso, los empresarios les pidieron lo mismo: un Estado más chico, sin déficit fiscal, con menos poder para intervenir en el mercado, y una menor carga tributaria. Además, en el caso de Bullrich se repitió la solicitud de una aduana ágil, sin bloqueos y con un funcionamiento transparente.
Sin Massa pero con Alberto Fernández
El único representante del oficialista fue el presidente Albero Fernández, ya en retirada, aunque con dos meses y medio más por delante.
El titular del Ejecutivo nacional presentó una suerte de balance ante los empresarios, culpo a la pandemia, la guerra y la sequía de muchos males, pero aseguró que pese a todo, había aumentado la actividad industrial y el empleo.
Resaltó, como éxitos de su gestión, las campañas de vacunación, y la reducción de la deuda en dólares, aseguró que no tenía sentido endeudarse en dólares cuando los compromisos asumidos se mantenían en pesos y sumó números para comprobar su hipótesis, ante un auditorio por demás descreído.
El mandatario se retiro sin más que una mención fugaz sobre su candidato a sucederlo, y sin los aplausos de los concurrentes que parecen haber optado por Patricia Bullrich para el próximo año, aunque muchos, no verían con malos ojos, un avance del liberalismo, pero nadie se atrevió a manifestarlo en ‘ON’, al menos no en el Sheraton.