Javier Milei ha venido anunciando sus planes para Aerolíneas Argentinas durante varios meses. Sus últimas declaraciones en Radio Rivadavia han generado nuevas perspectivas. Según el presidente electo: “Nuestra idea es entregársela a los empleados y que ellos mismos hagan la depuración y comiencen a competir en una política de cielos abiertos”.
Esta declaración se complementó con otra afirmación: “El personal de Aerolíneas es un personal muy calificado, el problema radica en la contaminación política”.
Una semana después, ni Milei ni su designado ministro de Infraestructura, Guillermo Ferraro, han vuelto a abordar el tema de Aerolíneas. Aunque Ferraro ya tendría definido que Franco Mogetta, actual secretario de Transportes de la provincia de Córdoba, estaría a cargo de la secretaría de Transporte, aún no ha determinado quién liderará Aerolíneas a partir del 10 de diciembre.
Estas dos declaraciones fueron suficientes para unir a los gremios aeronáuticos en contra de la propuesta del presidente electo. La Asociación de Personal Aeronáutico (APA, personal de tierra), la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA), la Asociación de Aeronavegantes (AAA, tripulantes de a bordo) y la Asociación del Personal Técnico Aeronáutico (APTA) expresaron críticas una tras otra.
Qué dicen los gremios como respuesta
Los gremios aeronáuticos han expresado una oposición intensa a la propuesta de Javier Milei de privatizar Aerolíneas Argentinas y entregar las acciones a los trabajadores. El líder del gremio de pilotos, Pablo Biró, fue especialmente vehemente al afirmar que si la idea avanza, “nos van a tener que matar y cargar muertos”. Aunque se retractó y emitió una autocrítica por sus declaraciones, mantuvo su firme rechazo a que el Estado se retire de la línea aérea.
La posición de APLA, el gremio que encabeza Biró, se reflejó en un comunicado donde argumentaron que no sostener a la aerolínea de bandera afectaría negativamente las cuentas públicas, la interconexión federal y la entrada de turismo receptivo, generando más pobreza y poniendo en riesgo empleos.
Desde el gremio de personal de tierra de Aerolíneas, criticó la propuesta de Milei de “cielos abiertos” en vuelos de cabotaje, argumentando que el mercado quedaría regulado por empresas grandes que impondrían tarifas bajas y luego las aumentarían libremente.
El gremio APTA, liderado por Ricardo Cirielli, expresó preocupación por la propuesta y abogó por una Aerolíneas más eficiente y equilibrada sin dogmatismos ideológicos. Aunque no defendieron los subsidios, se declararon en estado de alerta y movilización.
Por parte del gremio de Aeronavegantes, defendió a Aerolíneas como una empresa que está saliendo adelante y saneando sus finanzas.
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