Es lunes por la mañana, feriado. El viento hace que el frío de los pocos grados sobre 0° se perciba con intensidad. Y está nublado. El domingo fue el Día del Padre y muchos ya gastaron dinero en el regalo. La combinación de todos estos factores podría hacer pensar que el centro mendocino estaría vacío. Pero después de las 11, empieza el movimiento de avenida Las Heras hacia el norte, un sector donde los precios más bajos atraen a las familias a hacer sus compras de ropa.
En este sector del centro conviven tiendas de buen tamaño, pequeños locales de indumentaria, los persas y varias casas “mayoristas”. Y lo que hace que un buen número de compradores elija esta zona es que se pueden conseguir, por ejemplo, pulóveres para dama entre $2.500 y $3.500, remeras de manga larga entre $1.700 y $2.000, jeans a $3.800 (cuando, en otros comercios, los precios parten de los $8.000) y pantalones de vestir a $2.800 o $3.000.
En cuanto a las opciones para hombres, un pantalón de jogging frizado puede costar $2.500 y uno con “piel” en el interior, $4.000; un buzo de algodón $3.200 y uno de polar $3.500. También hay camperas livianas desde $4.200 y otras más abrigadas en $7.500, para toda la familia.
Y la indumentaria para niños es uno de los fuertes, con una gran variedad de opciones para niñas y varones, como remeras de manga larga a $1.000, camperas desde $5.000 e, incluso, en mesones, poleras de morley por $1.200. En estos espacios hay también ropa interior, medias y bufandas y guantes. Incluso, sábanas (a $2.400 las de una y media plaza).
Si bien nacieron como tiendas mayoristas, desde hace un buen tiempo no se exige un mínimo de compra, sino que el pago se realice en efectivo para acceder al precio “mayorista”. Tampoco es posible probarse las prendas, aunque sí se pueden cambiar si uno lleva el ticket -no fiscal- o una especie de remito que asemeja una factura (dependiendo del lugar).
Y como sucedió en su momento con los persas, que de a poco fueron siendo un espacio de compra habitual para la clase media, estas grandes tiendas también han ido ganando un público diverso, que busca acceder a ropa a bajos precios, en especial cuando se trata de la cotidiana para los más pequeños o adolescentes; aún más si la familia es numerosa. Y así se puede ver a grupos familiares completos o abuelos que van a elegir prendas a menor precio.
Para poner sólo un ejemplo, en una conocida plataforma de compras online se puede encontrar una calza térmica estampada para mujer a partir de $2.999, pero se deben sumar más de $2.000 por el envío a Mendoza; mientras en los mayoristas se consiguen por $2.500 a $3.000, dependiendo del negocio y el modelo. Y la pérdida de poder adquisitivo de los salarios ha hecho que muchos analicen mejor las distintas alternativas.
Y, para terminar de entenderlo, según los datos de la DEIE (Dirección de Estadísticas e Investigaciones Económicas de la provincia), el Índice de Precios al Consumidor acumula, en el último año, una suba de 111,5%. Sin embargo, cuando se observa la variación por rubros, Indumentaria tuvo una de 123,2% en comparación con mayo de 2022; es decir, casi 20 puntos por encima. Se trata del aumento más marcado después de Otros bienes y servicios (+127,5%) y le siguen en importancia, casi 10 puntos por debajo, Alimentos y bebidas (+116%).
Ana comentó que su hermana le compró a su hijo unos conjuntos deportivos, de buena calidad, para que el pequeño de 2 años vaya al jardín, en $2.000 en una de estas tiendas mayoristas. En cambio, ella optó por ir a una de las tiendas grandes que también se encuentran en esa zona, donde eligió un pantalón por $7.000, una remera por $1.900 y un pulóver por $5.000. Si bien reconoció que tal vez hubiera conseguido el mismo jean en $5.000, resaltó que pudo pagar con tarjeta y en 3 cuotas sin interés, por lo que le resultó más conveniente.
Un sector más dinámico
El presidente de la Cámara Empresaria de Comercio, Industria, Turismo y Servicio de la Ciudad de Mendoza (Cecitys), Adrián Alín, reconoció que se notan diferencias en el movimiento de gente de Gutiérrez - Lavalle hacia el sur (lo que sería el tradicional microcentro mendocino) y desde esta arteria hacia el norte, en donde la afluencia de gente es muy superior. “Es un sector muy dinámico, de muchos mayoristas y por donde circulan cientos de personas por día”, planteó.
Alín, quien también es vicepresidente de Comercio de la Federación Económica de Mendoza (FEM), indicó que, en cambio, hay otros sectores del centro a los que les falta dinamismo. Uno de los espacios que ha ido perdiendo clientes en los últimos años son las galerías. Mencionó que, en la Piazza, luego de cerrar el café, que atraía a un buen número de personas, varios locales quedaron desocupados, porque las expensas de este tipo de lugares son muy altas. Sumó que también se debe revitalizar el pasaje San Martín y avanzar en la eficiencia energética, para que los servicios en estos locales internos sean más accesibles.
Alín señaló que se debe seguir trabajando con el municipio para revalorizar aquellos sectores que han ido perdiendo movilidad. Un ejemplo de esto es la reciente firma de un convenio para potenciar y desarrollar el eje comercial de la Alameda, a través de la conformación de un Centro Comercial Abierto. La Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), la Federación Económica de Mendoza (FEM) y la Cecitys trabajarán en conjunto con la Municipalidad de Capital para poner el valor este paseo, darle mayor dinamismo al comercio y generar nuevos puestos de empleo.