El martes, primer día hábil después de las elecciones, los supermercados empezaron a recibir listas de proveedores con aumentos que iban de 40% al 45% y llegaban, en algunos casos, al 50%. Como entendieron que se trataba de un incremento excesivo, no aceptaron esos ajustes. La Secretaría de Comercio de Nación convocó a los referentes de la industria alimenticia y algunos acordaron un esquema de subas del orden del 10% al 18% para lo que queda de noviembre.
El secretario de Comercio, Matías Tombolini, debió “recordarles” a los proveedores que el programa Precios Justos, que contempla un incremento del 5% mensual, está vigente hasta el 10 de diciembre. Sin embargo, para llegar a un acuerdo ante el cambio de escenario, autorizó un ajuste adicional del 5% para esta semana y otro 8% a partir del lunes 4 de diciembre para los productos básicos. Mientras que el resto de los incluidos podrán aplicar un 12% ahora y otro 8% a inicios del mes próximo.
Desde una cadena de supermercados comentaron que, efectivamente, comenzaron a recibir listas con incrementos del 40% al 50%, lo que consideraron que no podían convalidar, ya que no responde a la situación económica del consumidor, en especial porque se trata de artículos esenciales. “Está muy por encima del bolsillo de cualquier persona”, plantearon.
Luego, cuando la Secretaría de Comercio autorizó aumentos escalonados, con subas bastante por debajo de las que habían planteado los proveedores, desde el sector de supermercados decidieron aceptar aquellas nuevas listas que se encuadran con el esquema acordado y no recibir las de quienes optaron por sostener aumentos por encima de esos porcentajes.
Matías Abraham, de Blow Max, comentó que el mismo lunes, feriado, empezaron a circular rumores de que iban a llegar nuevas listas con aumentos del 40% al 45% y que el martes las recibieron. Pero varios volvieron a presentarlas hoy, con subas más moderadas, del 15% al 25%, dependiendo del rubro y la empresa. Sumó un dato adicional: todas las órdenes de noviembre que aún no habían sido despachadas fueron canceladas para poder enviarlas nuevamente con los nuevos precios; algo que, hasta ahora, no les había pasado.
José Millán, de la cadena de supermercados Átomo, coincidió en que ayer hubo “mucho ruido”, pero que, después de la reunión con la Secretaría de Comercio con las principales empresas, hubo un cierto acuerdo de respetar Precios Justos. Pero resaltó que esa era la situación de esta mañana y que todo es “minuto a minuto”.
Cada sucesiva renovación del programa de control de precios ha ido generando más resistencia por parte de la industria, porque los ajustes del 5% han quedado muy por debajo de la inflación general. De hecho, en algunos comercios todavía se observan las listas de productos, pero es muy difícil encontrarlos en las góndolas.
Para favorecer los últimos dos acuerdos, el Gobierno estableció una serie de beneficios fiscales para los que adhieran al programa. Entre otros, la prórroga de los vencimientos para el pago del IVA y de las contribuciones de la seguridad social; la reducción al 0% de la alícuota del derecho de exportación para ciertas mercaderías; y la suspensión del pago de impuestos sobre la compra de billetes y divisas en moneda extranjera para determinadas operaciones de importación.
Aumentos en la harina
Los incrementos tan marcados en los precios de alimentos, bebidas y otros productos de consumo masivo respondieron, en parte, al atraso en las subas de aquellos incluidos en Precios Justos, pero también a que se anticipa que el presidente electo, Javier Milei, aplicará una devaluación. Sin embargo, hay otros factores que intervienen, como el precio del trigo en el caso del pan.
Cristian Di Betta, presidente de la Cámara de Empresarios de Panadería de Mendoza, comentó que ayer recibieron un mensaje de parte de un proveedor de harina, que les notificó que “el dólar agro cambiaría la fórmula anterior, de 30% oficial y 70% contado con liquidación, a una nueva, de 50% y 50%, lo que llevaría el tipo de cambio de $ 508 a $ 614 aproximadamente. Es decir, el trigo exportado será un 20% más caro en pesos, por lo que se espera un aumento del 20% en la bolsa de harina a partir de hoy y para los próximos días”.
Añadió que han tenido diversas subas y que, ayer, la bolsa de harina, que venía subiendo $ 100, $ 200 o $ 300 en cada ocasión, trepó $ 1.000, lo que lleva su precio a unos $ 8.500. También aumentaron, en los últimos 10 días, la grasa, la margarina y la levadura, entre otros insumos. Además, detalló que las entregas de materia prima llegan incompletas y consideró que esto se debe a que están especulando con posibles futuros incrementos.