El pronóstico de la Dirección de Contingencias Climáticas (DCC) viene anunciando tormentas aisladas en las últimas semanas y, en la mayoría de los casos, se producen sobre zonas de precordillera o campos incultos. Pese a eso, durante diciembre, los cuatro aviones que trabajan en la mitigación de granizo han realizado más vuelos de lo habitual, 73, cuando la media histórica es de 69 (aunque bastante lejos del máximo de 2006, cuando se alcanzó los 102).
La preocupación por el granizo tiene un mayor tenor esta temporada porque una contingencia de este tipo se sumaría a las heladas tardías del 31 de octubre y el 1 de noviembre, que afectaron seriamente la producción en la provincia: sufrieron daño 92 mil hectáreas, 63 mil de vid y 29 mil de frutales (del total afectado, alrededor de 52 mil ha tuvieron pérdidas del 100%). Incluso, una semana después de esas heladas, una tormenta de granizo afectó una importante franja de cultivos en la zona Este.
De todos modos, para llevar tranquilidad a los productores, los datos de la DCC indican que las horas de vuelo están dentro de lo habitual: en el último mes de 2022 totalizaron las 159, cuando la media es de 158. Además, se superó el registro medio de cartuchos utilizados en siembra, que es de 1352, ya que se utilizaron 2070 (en 2014 se usaron 4752), y las bengalas usadas fueron 2279 un poco menos del promedio, que es de 2345 (la máxima, en 2008, fue de 4156).
Es que las células de tormenta detectadas con radar estuvieron un poco por encima de lo acostumbrado, ya que hubo 1556, cuando la media es de 1404. Pese a eso, los días con tormentas severas, con caída de granizo, fueron 13 -el promedio es de 17- y los de piedra en áreas cultivadas fueron 8, cuando el registro medio en diciembre es de 12 días.
El titular de la DCC, Julio Eluani, celebró que, pese a los reiterados días de pronóstico de posibles tormentas, no se terminan concretando con granizo en las áreas cultivadas. En cambio, en esta temporada se están desarrollando más sobre la precordillera y la cordillera, donde si bien causan problemas como crecidas de arroyos y hasta rotura de puentes, no se traducen en daños en la producción agrícola.
Sistema contra el granizo
Hasta ahora, se ha tratado de un diciembre y primeros días de enero relativamente normales, incluso con un poco menos de tormentas severas de lo acostumbrado. De todos modos, Eluani resaltó que han actuado con el sistema a pleno, con los radares, los aviones y la pirotecnia.
Este sábado, detallaron en la página de Prensa del Gobierno de Mendoza, las altas temperaturas y el incremento de la humedad generaron tormentas sobre la precordillera y los oasis cultivados de la provincia. Cuando las celdas se desplazaron hacia las áreas productivas, el Sistema de Mitigación de Granizo montó un operativo con aviones y generadores de superficie.
Se realizaron dos vuelos: uno que abarcó los oasis Norte y Este, entre las 16.30 y las 17.30, y otro en el oasis Sur, que comenzó a las 18.30 y finalizó a las 20. Además, la red de generadores de superficie situada en el Valle de Uco estuvo activa durante 3 horas.
De acuerdo a las imágenes tomadas por los radares, en el oasis Norte se observaron lluvias moderadas sin granizo en zonas cultivadas y zonas de campo de Luján de Cuyo (El Carrizal), en Lavalle y Las Heras. El parte también indica lluvias torrenciales y granizo en áreas de campo de Rivadavia.
Respecto al Valle de Uco, el informe indica lluvias moderadas en áreas cultivadas de Tupungato, Tunuyán y San Carlos, y lluvias torrenciales y granizo en áreas de campo de Tupungato. En cuanto al oasis Sur, se registraron lluvias débiles en áreas cultivadas de Malargüe y lluvias moderadas en superficies de campo de San Rafael y Malargüe.
Tormentas en febrero
Cuando se dio la mencionada caída de granizo después de als heladas, los productores casi no se animaban a mencionar que recién estaba comenzando la temporada de tormentas, que, tradicionalmente, se concentra en diciembre y enero. Sin embargo, durante el último mes de 2022, el tiempo parece haberles dado un respiro en este sentido; aunque las olas de calor también han tenido su impacto en los cultivos, en un contexto de menor disponibilidad de agua, por la crisis hídrica.
Juan Rivera, investigador adjunto en el Programa Regional de Meteorología del Ianigla (Instituto Argentino de Nivología, Glaciología y Ciencias Ambientales, CCT-Conicet), señaló que el fenómeno La Niña, que reduce las precipitaciones y, con ello, la probabilidad de granizo, va a seguir durante febrero y, por lo menos, hasta el otoño en la región y que la condición de neutralidad recién aparecería a fines del otoño o en el invierno.
Esto hace que sea un poco más complejo saber cuál va a ser el panorama para la temporada invernal de 2023, en cuanto a nevadas, ya que cuando la señal es más fuerte, asociada a El Niño o La Niña, es menos problemático pronosticar que cuando hay neutralidad.
Pero en cuanto a lo que se pueda esperar para febrero, todo indica que habría menos precipitaciones de lo normal. Sin embargo, Rivera resaltó que las tormentas convectivas tienen un patrón espacial bastante heterogéneo, lo que complica la predictibilidad y, por más que se esté en situación La Niña, siempre está abierta la posibilidad de que ocurran fenómenos que afecten la región.
Eluani analizó que el fenómeno de La Niña comienza a apaciguarse en febrero, en el camino a una transición hacia un período neutro (no de El Niño, que aumenta drásticamente las lluvias). Pero reconoció que, si bien los meses en los que históricamente ha habido más incidencia de tormentas de mayor severidad han sido diciembre y enero, están observando que la temporada comienza hacia fines de enero y febrero.
De hecho, recordó que el año pasado, el 23 de febrero, se produjo una tormenta muy importante, con granizo de gran tamaño que cayó en una franja de unos dos kilómetros de ancho desde Rodeo del Medio (Maipú) y Kilómetro 8 (Guaymallén), pasando por San Martín, Palmira, El Espino, Alto Verde, El Ramblón y Philips (Junín), hasta llegar a Santa Rosa.
De todos modos, el funcionario destacó que están funcionando los cuatro aviones, que tienen una buena dotación de personal -además, hay gente capacitándose para reemplazar a quienes lleguen al momento de la jubilación- y que cuentan con bengalas y cartuchos. Asimismo, indicó que, si bien en febrero cerrará el aeropuerto de San Rafael por remodelaciones, está previsto operar con aviones que saldrán desde El Plumerillo durante los dos meses de obras.
Por su parte, el director ejecutivo del Centro de Viñateros y Bodegueros del Este, Mauro Sosa, indicó que el sistema de lucha antigranizo ha generado confianza desde el punto de vista técnico y que, cuando los productores ven un cielo de tormenta, están atentos al paso de los aviones de la Dirección de Contingencias Climáticas. Y que se sabe que son efectivos, aunque en ocasiones, cuando las condiciones son extremas, no puedan volar.
Sosa sumó que, en el pasado, cuando los productores debían financiar el sistema, sí hubo resistencia y cuestionamiento, sobre todo porque, en ese momento, se trataba de algo experimental. Sin embargo, una vez que el Estado provincial se hizo cargo del financiamiento, se comprendió que se trata de una inversión, y no un gasto, y que beneficia a toda la comunidad, no solamente al sector productivo.
