El ministro de Planificación e Infraestructura de Mendoza, Mario Isgró, fue uno de los panelistas en el sexto encuentro del Ciclo Pilares, de Los Andes, que se enfocó en la Infraestructura que necesita la provincia para alcanzar un desarrollo sostenible. En la charla, el funcionario fue mencionando los proyectos que se han concretado en la actual gestión, como también aquellos puntos en los que se debe seguir avanzando y cuál es la relación con la Nación y el sector privado.
María Soledad González, editora de Economía de Los Andes, abrió la entrevista con la pregunta de cuáles son las ventajas que tiene la provincia para alcanzar el desarrollo. Isgró se refirió a las cuentas ordenadas, que permiten planificar el gasto público para el siguiente año y que se ha tratado de llegar a los dos dígitos; es decir, que se destine un 10% de los recursos a obra pública.
Pero también planteó que se deben considerar los factores geográficos, la capacidad profesional y la infraestructura ya existente, como una línea de alta tensión -Cruz de Piedra- que abastecerá de energía el área Metropolitana para los próximos 50 años, lo que permite planificar un crecimiento sostenido.
En su detalle de las inversiones que se han realizado estos últimos años, Isgró indicó que, por la pandemia, los esfuerzos se concentraron en el área sanitaria y mencionó que se han ampliado y renovado varios hospitales en toda la provincia, y que no sólo ha habido mejoras edilicias, sino también en el equipamiento.
También mencionó el mantenimiento de los casi 1.400 edificios escolares y las rutas. Como el encuentro se desarrolló en Palmares Valley, comentó que la ruta 82, en obras, es un eje troncal muy importante que conecta al área Metropolitana con las zonas turísticas de Cacheuta y Potrerillos.
González señaló que es reiterado el reclamo de los productores vitivinícolas y ganaderos sobre el estado de los caminos y la falta de servicios en las zonas rurales. El ministro señaló que se está trabajando de modo coordinado con otros organismos, proveedores o reguladores del agua y la energía, porque es parte de la planificación. Y sobre las rutas, destacó el esfuerzo conjunto del Estado y el sector privado para mejorar una en Gualtallary, como un modelo que permite a los empresarios tener conexiones viales en buenas condiciones y al Gobierno hacer un uso eficiente de los recursos públicos.
Otra de las preguntas apuntó al déficit habitacional e Isgró señaló que estiman que se necesitan unas 70 mil viviendas, tanto nuevas como ampliaciones y mejoras. Sin embargo, el IPV está construyendo, en promedio, por gestión de cuatro años, entre 6 mil y 10 mil viviendas, con lo que reconoció que no se logra achicar ese déficit, ya que además hay que contemplar el crecimiento demográfico.
Como respuesta, el ministro detalló que se necesita un sistema de financiamiento por parte de la banca privada o pública, con tasas accesibles. Esto, porque el IPV construye con fondos provinciales y, si bien no se pretende recuperar el 100% de lo invertido, el recupero está muy lejos del pretendido y dificulta ese círculo virtuoso de que, quien recibió su casa, pague la cuota y, con ese dinero, se pueda entregar otra a alguien más. Si no se dependiera solamente de recursos del Estado, acotó, se podría avanzar más rápido.
Isgró comentó que el Gobierno nacional debe terminar rutas troncales, como la conexión de la 40 con San Juan y los 100 kilómetros que quedan sin asfaltar en Malargüe, y que también se deben mejorar la 7, que es el corredor bioceánico, y la 188, que conecta el sur. El ministro expresó que piden que haya un plan para que, cuando se disponga de fondos, Mendoza sea elegida, por el impacto que tienen estas conexiones, no sólo en la economía regional, sino nacional.
En cuanto a la planificación, Isgró explicó que es importante tener una base de proyectos que se puedan concretar a medida que vaya habiendo recursos y que estén contenidos en un plan general y respondan a los principios del desarrollo sostenible. Así, consideró fundamental tener un diseño de la Mendoza 2050, que pueda ser mejorado en un futuro, con aportes de diversos actores de la sociedad, pero sobre la base de un camino trazado.