Una mini ciudad ultra moderna dentro de un gran conglomerado, eso es Vista pueblo, un hito arquitectónico en Luján a solo 12 minutos de la Capital mendocina y a 5 minutos de Chacras de Coria.
El desarrollo urbanístico que concentra complejos residenciales, comerciales y de servicios más un polo gastronómico que tiene un emblema, la Torre Alvear, un edificio único por su construcción que cuenta con certificación Leed.
Una mega obra levantada por manos íntegramente mendocinas. Mauricio Stornini, junto a su hermano Fernando llevaron a “Stornini construcciones” a convertirse en una firma de proyección nacional.
“Raúl, mi papá, se dedicaba a hacer movimientos de suelo y yo era empleado en una empresa. En el 2000 me hice cargo y hoy estoy con mi hermano. Tenemos una división para la obra pública y yo me encargue de iniciar una rama de negocios de obras privada en la que empezamos con urbanización y ahora estamos realizando estos desarrollo”, dijo con total simpleza y humildad, Mauricio Stornini, hombre nacido en General Alvear, y actual titular de la firma.
¿Cómo es el desarrollo de Vistapueblo?
Es un barrio privado de 200 casas en su primera etapa y en otro sector está el emprendimiento Vistapueblo Ciudad, un complejo urbanístico, ultra moderno con plataformas comerciales que también está direccionado para lo que es corporativo y residencial
Es un complejo de más o menos 22 hectáreas de las cuales tres es donde estamos desarrollando Vistapueblo Ciudad y en las 19 hectáreas restantes es donde está el barrio privado, la primera etapa.
¿Antes habían incursionado en un desarrollo de esta índole?
Hemos construido edificios en altura como el reciente polo judicial de Mendoza y ahora acabamos de hacer el primer edificio en altura con estructura de acero de la provincia y no sé si en el país hay algún otro edificio como este, que así como se construye en el mundo.
Este edificio, aparte de ser estructura de acero es el primer edificio con certificación Leed que es una certificación de Estados Unidos sobre sustentabilidad energética. Todos los meses nos hacen una auditoría hasta que nos dan la certificación.
Lo hicimos porque estamos convencidos en el cuidado de los recursos y este edificio la verdad que es un edificio de ultra lujo y te diría que único en Mendoza.
¿Por qué iniciar un emprendimiento de esta índole y más en la época en que estaba el país?
La verdad es que si me pongo a pensar, puede decir que estábamos locos, porque este edificio se disparó el 2 de junio de 2020 cuando estábamos todos encerrados y el home office había venido para quedarse.
Yo sabía que eso era mentira porque la gente tenía que interactuar, los profesionales tienen que interactuar, no pueden trabajar en la casa en forma permanente, porque me tocó estar en mi casa y estuve encerrado en mi casa y me di cuenta lo que era trabajar en mi casa, que era complicado.
Cuando salía en todos lados que el home office había venido para quedarse en el mundo, nosotros le hicimos frente y lo desafiamos y el proyecto ha tenido mucho, pero mucho éxito. Es más, está prácticamente vendido sin haberlo terminado.
Las formas de interactuar y de trabajar ahora son muy distintas y estos edificios están armados para eso, para trabajar de otra manera. Hay salas de directorio, de capacitación, auditorio y hasta un buffet increíble. Salas que convergen y trabajan para todo el edificio. En la actualidad se trabaja menos en escritorios y más en una mesa de café o en un lugar distendido. Y eso ha cambiado el rendimiento de la gente cuando trabaja.
¿Por qué Torre Alvear?
Lleva el nombre del lugar donde nací, es un orgullo para mí y va a ser un orgullo para todos los que les gusta que las cosas vayan para adelante, vayan bien, de contar con un edificio en Mendoza que hoy es único.
El edificio ya está funcionando, está habilitado, hay marcas importantes que ya están trabajando normalmente y todavía faltan empresas mudarse. La semana que viene empiezan las aperturas de los locales gastronómicos, pero la farmacia está abierta, el hiper mascotas y el supermercado también. Igualmente calculamos que va a estar a full en febrero del año que viene.
¿Cómo será el sector comercial y gastronómico?
Lleva un zócalo gastronómico donde hay para todos los gustos, si te querés comer una hamburguesa, una pizza, a si te querés sentar a comer algo un poco más elaborado, más formal. También hay servicios, un supermercado, restaurantes, entre otros rubros que todavía se están cerrados los contratos aunque las marcas que vienen ya están prácticamente identificadas.
Además hay una casa de muebles de interior, una de muebles de exterior, hay algunas regalerías, una ferretería grande, fertilizantes para jardín, un hiper mascotas. Se completa todo esto con una propuesta en la terraza del edificio que tiene un ascensor vidriado exterior y va directamente al piso siete y allí, estamos apuntando a tener dos propuestas gastronómicas.
Una con cocina de alta gama y otra con una propuesta un poco menos formal. Pero será increíble, es una superficie de 800 metros cuadrados y realmente tiene una vista envidiable.
¿Fue muy complicado construir en esta época?
Muy complicado porque de golpe no había cortinas o no conseguías un picaporte de una puerta, la verdad es que te podías encontrar con cualquier cosa.
Nosotros cuando iniciamos nos apuramos mucho porque nos imaginamos lo que iba a pasar y se compró mucho como todo lo que fue tecnología ya que tenemos seguridad con reconocimiento facial, los ingresos están logueados, las oficinas cuentan con seguridad digital, después toda la parte de servicios también se compró porque hay mucho equipamiento importado.
Gran parte de lo que lleva el edificio las compras cuando todavía no había impedimentos para importar y todavía quedan algunas cosas que se pueden comprar, acá, pero los precios son impredecibles.
¿Qué espera del nuevo gobierno?
Espero que podamos trabajar con reglas un poco más claras. Espero que logremos una estabilidad monetaria, que podemos bajar la inflación. Tengo todas las esperanzas de que podamos ser un país normal, o que pasemos a ser un país normal porque hoy no lo somos, la Argentina está inserta en el mundo y todos los materiales, los insumos y todo lo que está fabricado en general es todo importado y por eso tenemos los problemas que tenemos.
Hoy van a hacer patentes de papel porque no podemos fabricar patentes de chapas, lo que quiere decir que no hay materiales. Todo esto impide el desarrollo, todo eso atrasa.
Cuando le va mal al sector empresario le va mal a todas a todo el mundo. Los empresarios en un sistema capitalista mueven el mundo y cuando vos no te podés desarrollar, no podés pagar mejores sueldos, no podés tomar gente, no avanzás, no tenés mercadería en la góndola para vender. Es así de claro y simple.