Para quienes eligen mirar el vaso medio lleno, los datos del Ministerio de Trabajo de la Nación muestran que se recuperaron más de 3.600 empleos privados registrados, que se habían perdido durante la pandemia. Sin embargo, los que tienden a mirarlo medio vacío no podrán obviar el hecho de que aún hay 15 mil personas empleadas en blanco en el sector privado menos que en 2019.
Para el economista José Vargas, de la consultora Evaluecon, es positivo que se hayan recuperado esos puestos de trabajo que se habían perdido producto de las restricciones de la cuarentena, pero reconoce que la situación es distinta cuando la comparación se hace entre agosto de 2021 (los datos más recientes disponibles) y el mismo mes de 2020, a cuando el análisis se realiza con respecto a las cifras de agosto de 2019.
Es que en agosto de 2020 había 226.896 empleos privados registrados en Mendoza -sin el efecto estacionalidad- y se pasó a 230.564 en agosto de este año, lo que significa que 3.668 personas consiguieron un trabajo en blanco en el sector privado en el último año (un 1,6% de incremento). En cambio, en agosto de 2019 había 245.827, por lo que aún falta recuperar otros 15.263 para alcanzar valores prepandemia.
Por otra parte, Vargas resalta que en 2018 y 2019 se vivía una recesión importante, que ya había afectado al mercado laboral. Es decir, que el año pasado se dio una situación particular, que generó una pérdida de empleo en muchos sectores por el aislamiento y el freno brusco a la actividad económica, pero el panorama ya no era favorable desde antes.
El economista expresó que se sabía que los puestos de trabajo que se perdieron durante la pandemia se iban a recuperar en el mediano plazo y que la recuperación actual es buena, pero aún incipiente. En cuanto al ritmo en que van creciendo los números de empleo, planteó que en Mendoza el turismo, el comercio y la gastronomía son actividades que demandan mucha mano de obra y que, a medida que se han ido flexibilizando las restricciones, fueron incrementando esa demanda. Lo mismo sucedió con la construcción.
Pero sumó que en el sector informal los datos son mucho más duros, porque el año pasado cayó 70% el trabajo “en negro” y en lo que va de 2021 apenas se ha reactivado en un 30%, debido a que la economía argentina aún no logra revertir la brusca caída de 2020. Y señaló que, si bien hubo líneas de ayuda desde Nación y provincia, estuvieron destinadas al empleo formal, por lo que el informal -que representa el 55% del mercado laboral nacional- aún no logra reacomodarse. Vargas estimó que, a medida que se acerque la temporada de verano, y con sectores en la provincia que dependen de la informalidad para labores estacionales, probablemente los números repunten un poco.
Gustavo Reyes, economista del Ieral (Instituto de Estudios Económicos sobre la Realidad Argentina y Latinoamericana, de la Fundación Mediterránea), planteó que es de esperar que cuando se vuelve a abrir la economía se produzca un rebote y que, además, en buena parte del año, algunos precios internacionales han sido favorables. El problema, indicó, es que el empleo en Mendoza y el país viene estancado desde 2009 o 2010 y que la pandemia empeoró la situación, pero se trata de un problema estructural que tiene la Argentina y que, si no se generan cambios estructurales, se puede dar una recuperación sólo para volver al estancamiento.
Por otra parte, señaló que la recuperación en Mendoza es menos dinámica que en la Argentina. Es que detalla que, entre diciembre de 2019 y agosto de 2020, la provincia perdió 14.110 empleos privados registrados (-5,9%) y recuperó 3.629 en el último año (26% de lo que se había perdido). En tanto, a nivel nacional se perdieron 211.151 trabajos (-3,5%) en el mismo período y se recuperaron 119.152 (56% de los que habían disminuido). Acotó que esto puede deberse, en parte, a que los precios internacionales de la soja no impactan en la economía mendocina.
Cómo salir del pozo
El punto, analizó Reyes, es qué puede hacer el gobierno provincial, si se considera que las leyes e impuestos laborales son nacionales, al igual que la macroeconomía y la incertidumbre que está generando. En cuanto a los programas que el Ejecutivo local ha desarrollado específicamente para el mercado laboral, como Enlazados, explicó que sirven para situaciones coyunturales, porque financia los nuevos puestos laborales durante 6 meses. Sin embargo, sólo ayudan a quienes ya habían pensado en tomar nuevos empleados, pero no favorecen la generación de empleo por parte de quienes no estaban analizando esa posibilidad.
Pese a eso, el economista subrayó que el tercer impuesto en importancia en términos de recaudación –después de IVA y Ganancias- es Ingresos Brutos y que la provincia grava más aquellas actividades que son intensivas en utilización de mano de obra. Además, detalló que las alícuotas son más altas no solamente que el promedio nacional, sino que en aquellas provincias con las que Mendoza compite por actividad en la mayoría de los casos.
Reyes expuso que, con el Consejo Empresario Mendocino (CEM), elaboraron un informe en el que proponen que la provincia baje estas alícuotas hasta el nivel en el que recuperan competitividad con otras provincias. Pero que, para que las empresas tomen empleados en un marco de incertidumbre, esa reducción estará condicionada a que tengan nuevas contrataciones (de lo contrario, no recibirán la bonificación). El economista del Ieral acotó que esta medida podría generar 11 mil puestos de trabajo formales, en el sector privado, en un plazo de cuatro años y que, además, se trataría de empleos con un costo salarial promedio de $90 mil.
Por su parte, el asesor del Ministerio de Economía y Energía de la provincia, Sebastián Laza, manifestó que la recuperación del empleo se debe, en parte, a la reactivación de la economía después de la pandemia, pero que también están contribuyendo los programas de fomento que está desarrollando el Ejecutivo provincial. Así, mencionó que Enlazados ya ha favorecido la creación de más de mil puestos de trabajo en blanco en 2021.
La mirada desde el Gobierno
Además, indicó que Mendoza Activa ha significado un impulso importante para la recuperación de la actividad económica y que, además, se sumó la decisión del gobierno provincial de mantener las actividades abiertas durante el año pasado, lo que permitió comenzar el actual con un cierto ritmo.
Laza acotó que, con el turismo en la temporada de verano y el año próximo, y con un tipo de cambio favorable para la llegada de visitantes extranjeros, esperan que se recuperen en su totalidad los niveles de empleo en blanco que había antes de la pandemia e incluso que se generen nuevos puestos de trabajo con respecto a 2019.