El programa Mendoza+Comercio, lanzado por el Ministerio de Producción, es una iniciativa diseñada para fortalecer el tejido comercial de la provincia, reconociendo la diversidad de realidades económicas en sus distintos oasis y barrios. La estrategia es simple y se basa en un enfoque flexible y adaptado a la necesidad específica de cada zona, evitando la aplicación de políticas homogéneas que no tendrían el igual impacto de desarrollo en contextos que, de por si, son diferentes.
Esta iniciativa está pensanda en el relevamiento del actual tejido comercial y de su uso. “El comercio es muy disímil y particular, porque es distinto cómo se desarrolla en la ciudad o en los departamentos. Por lo cual entendemos que tenemos que hacer una política ad-hoc, ajustada a la necesidad puntual y trabajar en la demanda real”, señaló el subsecretario de Comercio, Industria y Logística, Alberto Marengo.
Mendoza es una provincia caracterizada por su diversidad geográfica y económica, lo que se refleja en su dinámica de negocio. No es lo mismo hablar del movimiento que ofrece el microcentro de la capital que en los departamentos de General Alvear o La Paz. Incluso dentro de la misma ciudad la realidad varía en forma significativa entre sus barrios.
Por ejemplo, la actividad comercial en la calle Arístides Villanueva, conocida por su vida nocturna, es muy diferente a la oferta que ofrece la Alameda o la calle Godoy Cruz, áreas con diferentes perfiles de comercio. Es por eso que para ajustar la “fotografía” del ecosistema de negocios se requiere de un sistema de observación estadística, “para que pueda relevar datos precisos para la toma de decisiones informadas por parte del gobierno provincial, municipal y de los comercios a la hora de planificar inversiones o no en ciertos lugares de la provincia”, agregó Marengo.
Esta diversidad implica que no se puede aplicar un único modelo de desarrollo comercial a toda la provincia. Cada zona presenta particularidades tanto en la oferta como en la demanda, es por eso que el enfoque del programa Mendoza+Comercio es, por lo tanto, flexible y responderá a la realidad particular. “El objetivo de acompañar a los comerciantes en un proceso y no solamente tener disparos de financiamiento. Es ayudar con un diagnóstico comercial preciso, hacer una radiografía completa de su estado de situación en cuanto a e-commerce, desarrollo de software, herramientas de gestión, capacitación y atención al público. Y en este punto también depende del público que tienen, algunos van a necesitar idiomas”, puntualizó Marengo.
La creación del Observatorio Comercial, vinculado con la Dirección de Estadísticas e Investigaciones (DEIE), persigue recolectar datos precisos para tomar decisiones. “Se hace un diagnóstico del estado de situación en que está de los comercios que ingresen en el programa, cuáles son sus fortalezas y debilidades, y sobre sus puntos bajos de cómo tiene que trabajar para mejorar; a partir de allí es donde parte nuestra política comercial enfocando los esfuerzos vinculados a la capacitación, financiamiento y demás herramienta de competitividad”, enfatizó el subsecretario de Comercio, Industria y Logística.
Capacitación y tecnología
Uno de los pilares del programa Mendoza+Comercio es la capacitación especifica desde la atención al cliente en idiomas debido al alto número de turistas extranjeros que reciben, mientras que otros requieren formación en áreas como la atención al cliente o el manejo de herramientas tecnológicas. “El Observatorio comercial es parte de una de las verticales en este ministerio, como lo son la industria y servicio, agricultura y alimentos, ganadería”, explicó el director general de Desarrollo Productivo, Mauricio Pinti Clop.
“El Observatorio va a estar atado a los relevamientos que hagamos sobre comportamiento del comercio y su necesidad. En este primer eje de diagnóstico, más allá de que tenemos una base de datos y sabemos que el comercio es rotativo, se hace a requerimiento de la persona y se analiza también el rubro, como por ejemplo papelería, regalería, moda y textil, juguetería, etc”.
El programa también incluye el acceso a tecnología avanzada para mejorar la competitividad. Esto abarca desde la implementación de software de gestión hasta la adopción de plataformas de comercio electrónico. La transformación digital es vista como un elemento clave para el éxito en un entorno donde cada vez más consumidores optan por realizar compras en línea debido a la falta de tiempo para visitar tiendas físicas.
Un aspecto, que señala Pinti Clop es la conducta del consumidor, “que también hay que evaluarla para la toma de decisiones. Porque la transformación digital esta ligada hoy a que, la mayor parte de las poblaciones económicamente activas hacen compras digitales, porque pasan su tiempo trabajando. El comercio online les permite comprar en el lugar de trabajo y que se las envíen a su casa, por ejemplo. Por lo cual, la venta presencial ha disminuido en algunos sectores debido a este cambio de conducta”.
“No así que tal vez la población inactiva, que tiene mayor tiempo para hacer compras presenciales. Esa es una foto, que sacamos hace muy poquito pero tenemos que seguir actualizando”, puntualizó el director general de Desarrollo Productivo. Un trabajo de contraste del comportamiento comercial en fechas clave como Navidad, Año Nuevo y el Día de la Madre es crucial para los comercios de todos los oasis, que implementan estrategias de venta específicas. Además, es esencial monitorear la evolución del sector, identificando qué rubros se cierran o se abren y cómo se mantienen.
Con parte de los procesos de capacitación este eje incluye conferencias abiertas, talleres y la organización del 2º y 3º Foro Nacional de Comercio en 2024 y 2025, respectivamente.
Financiamiento y apoyo económico
El programa no se limita a ofrecer diagnósticos y capacitación; también contempla líneas de crédito como un componente crucial para el desarrollo. Se ha creado un fondo específico para apoyar a los comerciantes en la implementación de las mejoras identificadas en el diagnóstico. Este apoyo puede incluir desde créditos blandos hasta subvenciones directas para proyectos específicos.
“Es importante destacar que el Ministerio de Producción tiene mucho financiamiento y que el comercio puede adherir a todos los programas, ya sea empleo, créditos blandos, emprendedurismo, cooperativas”, destacó Marengo. Líneas de crédito, como “Capital Semilla” y “Escala”, destinadas a apoyar tanto a nuevos emprendimientos como a negocios en expansión.
Recordemos que el Capital Semilla está destinado a empresas jóvenes (de 0 a 7 años), y el programa Escala, para empresas más consolidadas que necesiten realizar inversiones significativas. También se está lanzando un programa de empleo orientado a mejorar la infraestructura de los comercios, como la cartelería y las fachadas, lo que contribuirá a generar un mejor clima de negocios.
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