El Gobierno argentino emprenderá en las próximas horas el último tramo de las negociaciones con el staff del FMI para cerrar la carta de intención para la refinanciación de la deuda de 45.000 millones de dólares, mientras no cede en Buenos Aires una fortísima presión cambiaria que genera un elevado estrés sobre las reservas del Banco Central.
La autoridad monetaria tuvo que vender otros 140 millones de dólares el viernes para abastecer una demanda que no está siendo cubierta por la oferta privada. Así, acumuló ventas por 200 millones de dólares en los primeros tres días de diciembre y 405 millones en la semana, en la que las reservas bajaron en 832 millones de dólares.
En noviembre, un mes que estuvo cruzado por las elecciones legislativas, el Banco Central terminó con un saldo negativo de 890 millones de dólares. Es el costo que el Gobierno viene pagando para evitar que la devaluación acelere por ahora.
“La situación de reservas es desesperante. El nivel líquido propio no tiene información oficial pero se estima en alrededor de la nulidad”, señaló en su informe semanal la consultora financiera VatNet Research.
Y agregó que la limitante por la escasez de reservas podría hacer “eclosión” en el primer trimestre del 2022. “Por ello estimamos alguna novedad en el ritmo devaluatorio antes de fin de año ante una brecha cambiaria del orden del 100% que difícilmente resulte razonable para el FMI y la necesidad de fortalecer el balance del Banco central”, añadió VatNet.
La desconfianza de los ahorristas
Entre ahorristas e inversores, la desconfianza es muy alta. Esto explica que, cuando se están cumpliendo veinte años del “corralito” de 2001, una falsa noticia que se viralizó por Whatsapp el fin de semana impulsó a miles de personas a sacar sus ahorros de los bancos y entre lunes y martes, 402 millones de dólares salieron del sistema financiero.
Las ventas de dólares del viernes sucedieron en una rueda con récord de operaciones: en el segmento de contado se negociaron 1.031 millones de dólares; en futuros del Mercado Abierto Electrónico, 73,5 millones; y en el Rofex, otros 432 millones de dólares.
En el mercado bursátil hubo un desdoblamiento. Los bonos de la deuda soberana recuperaron terreno con ganancias de hasta el 3,5%; con una caída del 2,4% en el Riesgo País, a 1775 puntos básicos. Pero las acciones se desplomaron, con pérdidas de hasta el 8% en Wall Street y hasta el 5,5% en la Bolsa porteña.
En ese contexto, el tipo de cambio “MEP” subió 1% y alcanzó los 205,38 pesos. Y el denominado contado con liquidación avanzó 2,3%, tocando los 220 pesos. En el mercado informal de divisas, el “blue” no mostró cambios y cerró en 197,50 pesos comprador y 200,50 pesos vendedor.
Este sábado partirán rumbo a Washington funcionarios técnicos del ministerio de Economía y del Banco Central para sentarse a resolver con los integrantes del staff del FMI los últimos lineamientos económicos que deberá adoptar la Argentina para su “plan económico plurianual”.
Tanto Guzmán como Pesce aseguran que el plan no contemplará un ajuste fiscal repentino ni una devaluación abrupta. Al igual del presidente Alberto Fernández y el jefe de Gabinete, Juan Manzur, son optimistas y estiman que la semana próxima anunciarán novedades positivas.
Los términos del acuerdo están cerrados, pero ahora el debate está en torno a algunos porcentajes. Es que la Argentina está mostrando una reactivación de entorno al 10% del PIB, cuando antes se preveía que iba a ser del 7%.
Eso cambió en los últimos dos meses el eje de discusión por la representatividad en términos de Producto de los agregados fiscales y por los efectos en la recaudación. El gobierno quiere morigerar las tasas de reducción del déficit para así tener mayor liquidez para el gasto público y la inversión.
El FMI evaluará el préstamo hecho a la Argentina
En paralelo, el Fondo comunicó el viernes que su directorio tratará en la semana del 20 de diciembre el informe que analiza el préstamo otorgado durante el Gobierno de Mauricio Macri, con el objetivo de buscar “lecciones” que sirvan para no repetir errores a futuro.
“Para los países donde se contempla un nuevo programa posterior, es deseable completar la Evaluación Ex-Post antes de que el Directorio Ejecutivo lo considere”, precisó el vocero del FMI. Y entre enero y marzo se dará la discusión final para la refinanciación del pasivo.
Por ello, ayer la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, aseguró que “aún falta mucho” por dialogar con Argentina, dado que si bien próximamente habrá una carta de intención, luego vendrá la discusión política en el directorio para la refinanciación de la deuda.
“Hemos trabajado hasta ahora de forma constructiva, pero queda mucho por hacer. Así que nos mantenemos comprometidos. Trabajamos juntos hacia un programa. Y estamos listos cuando estemos listos”, afirmó la funcionaria del organismo multilateral en declaraciones a una agencia internacional de noticias.
Horas antes, Fernández le había pedido al FMI que antes de que cerrar un nuevo acuerdo, haga su evaluación de lo que fue el “fallido programa Stand-By” por el que se desembolsaron los 45.000 millones de dólares al gobierno de Mauricio Macri.
“Eso nos va a ayudar a terminar de entendernos. Es un paso necesario en este camino”, enfatizó el jefe de Estado. En el Gobierno consideran que si el FMI reconoce su “culpabilidad” por lo actuado, será más fácil conseguir el apoyo de Estados Unidos para refinanciar la deuda.