Si bien el último dato corresponde a noviembre del año pasado y el estudio consultó a 1.200 personas que viven en todo el país, los números para el sector minero son alentadores. A fines del año pasado el 65% de los consultados estaba a favor de la actividad minera mientras que, en noviembre del 2016, apoyaba el 37%.
¿Qué pasó en estos años? Según Ernesto Cussianovich, director de Recursos Naturales de Poliarquía Consultores, la minería nunca antes estuvo en un lugar más privilegiado en la opinión pública. “Si mañana hay un derrame y se intoxica gente, será un problema grave y habrá que empezar de nuevo”, afirma. Pero como no ha pasado nada, todos los días aparecen noticias sobre la minería y sus beneficios, por lo que aumenta el interés de la gente en el sector.
Considera también que la crisis económica ayuda porque la gente sabe que la minería ofrece buenos salarios y genera empleos directos e indirectos. Pero el factor clave para Cussianovich es el “cambio de época” en el que tiene que ver desde el fenómeno Milei, hasta las expectativas que genera el sector y el entusiasmo de los proveedores. Chile, Argentina y Perú van a tener el 50% del cobre del mundo, esto es fuerte pensando en el nacionalismo argentino y también por la avidez de los gobernadores y proveedores. El mayor interés de la gente también ayuda porque se informan y se debate más. El litio estuvo por primera vez en una campaña presidencial el año pasado.
Homo ecologicus vs homo economicus
En Mendoza conocemos de sobra la importancia del trabajo que realizan los distintos movimientos antimineros. Cussianovich tiene claro que todos tenemos dentro un homo ecologicus que dice “sí estoy preocupado por el ambiente”; pero cuando le preguntas si cuidas el agua en serio, responde que no lo hace, lo mismo con el ambiente. “Es políticamente correcto y se desvanece frente al homos economicus”. Afirma que entre el 15 y 20% de la gente del país tiene un comportamiento ecológico militante, se preocupan, reciclan, etcétera. Al otro 80% no le importa nada “y si le ofreces un trabajo en minera ni hablar”.
Banderas amarillas
El director de Recursos Naturales de Poliarquía tiene claro que, si en términos sociales no se ven beneficios, el discurso de la energía limpia y la transición energética se complica, aludiendo a la explotación de cobre y litio que beneficia a esas industrias. “Es todo muy lindo, pero a mí qué me toca piensa la gente. Por eso es el momento para empezar a empujar una agenda del sector”, dice Cussianovich y va más allá en un punto clave: “Ahora tiene buena imagen la minería, pero que hay que trabajar mucho, las empresas mineras tienen que mejorar la comunicación”, remata.
Otro riesgo es tener claro si en realidad estamos en condiciones de enfrentar el desarrollo que implica comenzar las exploraciones y explotaciones de cobre y litio, debido a que se necesita infraestructura, trabajadores especializados, buena conectividad y otros puntos que a nivel país no están muy bien resueltos.
En Mendoza se percibe en la gente
Raúl Rodríguez es el presidente de la Cámara Mendocina de Empresarios Mineros y si bien conocía la encuesta, entiende que los datos que arroja el sondeo, en nuestra provincia se perciben en la actitud de la gente.
“Antes había situaciones difíciles como la Fiesta de la Ganadería en Alvear por las protestas. Este año no hubo problemas y los dirigentes pudieron dar sus discursos. Se presentó el proyecto del Distrito Minero Occidental en Malargüe y no pasó nada. No es científico lo que digo, pero se percibe un clima diferente, antes había otra actitud”, dice Rodríguez.
Sobre los motivos entiende que son varios: la crisis económica y social, el cambio de humor por el Gobierno Nacional y también porque la gente se está informando más, tiene acceso a más datos, antes le decían cosas que ahora puede verificar que no eran ciertas. “También la gente confía más en la tecnología y en los controles que pueden hacerse y usarse en los procesos y eso la deja más tranquila”.
Raúl Cabanay es el vicepresidente de la Cámara Minera de San Juan y no se siente sorprendido por los datos de la encuesta. Es que vio que por la Expo Minera pasaron más de 24 mil personas, hubo 300 pymes proveedoras y seis gobernadores hablando del desarrollo minero. “Tenemos una oportunidad histórica de poner el sector en marcha en todo el país y no podemos desaprovecharla”
También destacó que ahora la gente percibe como esencial muchos servicios y productos que tenemos gracias a los minerales. No podríamos hablar por celular ni tener internet si no existiera la minería. Para detener el cambio climático se necesita el cobre y el litio así se desarrolla la electromovilidad.
A Cabanay le preocupa que los gobiernos siguen pensando en subir retenciones. Chile exporta 5,7 millones de toneladas de cobre y la carga impositiva es del 38% según el Fondo Monetario Internacional, le sigue Perú con 2,4 millones y el 42% de carga impositiva. Argentina tiene una carga del 51% y no produce nada. “Si subimos impuestos no van a venir a invertir porque se genera más desconfianza y además no seremos competitivos”.
Por su parte Emilio Guiñazú, titular de Impulsa Mendoza, advierte que la minería ha ido demostrando la capacidad de trabajar de manera ordenada, sustentable y de crear una enorme cantidad de valor. “Eso la sociedad lo va percibiendo y balancea los riesgos y beneficios de la actividad minera con una actitud más receptiva y entonces ve que los beneficios son enormes y los riesgos son contenibles”.
Muchos puntos para analizar y profundizar dejan los referentes del sector, así como el director de Recursos Naturales de Poliarquía. En Mendoza siguen los proyectos iniciados y se planifica el distrito minero en Malargüe. Habrá que ver si se gana la batalla principal, que es la de garantizar seguridad jurídica.