Con el vencimiento inminente del swap de monedas con China por casi US$ 3.000 millones en junio y la necesidad de liberar fondos para retomar la construcción de las represas hidroeléctricas en Santa Cruz, donde se produjeron más de 2.000 despidos, el Gobierno de Javier Milei enfrenta una compleja negociación con China.
Según datos del Banco Central, Argentina mantenía en sus reservas el último mes del 2023 un swap equivalente a US$ 18.400 millones. De esa cantidad, la gestión anterior utilizó US$ 4.900 millones.
De esta manera, Argentina debe devolver esa cantidad usada por el gobierno kirchnerista para el pago de importaciones, deudas con bonistas privados y el Fondo Monetario, mientras las reservas netas siguen en terreno negativo. El pago se tendría que realizar en dos cuotas, una en el siguiente mes (US$ 2.900 millones) y la otra en julio (US$ 2.000 millones).
Asimismo, Santiago Bausili, titular del Banco Central, debe enviar una carta a China solicitando la extensión del plazo, aunque aún no hay confirmaciones oficiales al respecto. Cabe mencionar que el funcionario participó recientemente en una reunión con la canciller Diana Mondino y el secretario de Finanzas, Pablo Quirno, con el titular del Banco Popular de China, Pan Gongsheng, en Beijing.
Tanto Diana Mondino como el secretario Quirno aseguraron que esa deuda será saldada, aunque luego advirtieron desde el gobierno que esos dichos fueron mal interpretados. En cuanto a China, su gobierno pretende “seguir las reglas del mercado”.
Las tensiones se incrementaron desde que Milei expresó su reticencia a negociar con países comunistas y prosiguieron con la inspección a una base espacial china en Neuquén para verificar si su uso era militar. Sin embargo, el Gobierno adoptó un enfoque más flexible, como la adjudicación de la impresión de nuevos billetes a una empresa china.
Qué sucede con las represas y su financiamiento
Simultáneamente a todo lo mencionado anteriormente, se buscan soluciones para la parálisis de las represas Jorge Cepernic y Néstor Kirchner en Santa Cruz. La firma de la Adenda 12 es crucial para desbloquear un crédito de al menos US$ 500 millones, pero esta enmienda no se firmó durante la gestión anterior.
Para encontrar una solución, la cartera de Luis Caputo debe solicitar una dispensa (waiver) y el pedido del desembolso a los bancos chinos. “Viene habiendo reuniones técnicas para avanzar con adenda 12, hasta que no se firme no se restablece el financiamiento”, explicaron fuentes oficiales.
El proyecto, iniciado en marzo de 2015 durante la gestión de Cristina Kirchner y con fecha de finalización prevista para principios de 2021, experimentó demoras. En 2022, China otorgó un total de US$ 500 millones, de los cuales US$ 240 millones se destinaron a reembolsar al Tesoro por los gastos incurridos entre 2021 y 2022, mientras que el resto se ejecutó en 2023.
Sin embargo, en noviembre del mismo año, la obra se encontró sin fondos, lo que resultó en la pérdida de empleos, con 2,200 despidos registrados en marzo pasado. En total, Argentina recibió US$ 1,800 millones de un crédito original de US$ 4,700 millones.
El Fondo Monetario Internacional ya anunció que el Gobierno superó las metas establecidas para el primer trimestre en términos fiscales, monetarios y de reservas. Ahora, el equipo de Caputo está a la espera de que el acuerdo técnico sea elevado al directorio del FMI para su aprobación, lo que sería un paso crucial para recibir un desembolso de US$ 800 millones.