Ni Plazo Fijo, ni dólares: “carry trade”, este es el negocio más rentable hoy en Argentina

El Banco Central emite bonos en pesos ajustables por inflación que luego ajusta a tasas cada vez mayores. ¿De qué se trata?

Ni Plazo Fijo, ni dólares: “carry trade”, este es el negocio más rentable hoy en Argentina
Ni Plazo Fijo, ni dólares: “carry trade”, este es el negocio más rentable hoy en Argentina” (DyN/Archivo).

En las últimas semanas los bonos en pesos ajustados por CER experimentaron crecimientos de hasta el 10% (+0,38 este miércoles), y no paran de crecer, atados a un alto riesgo de reperfilamiento. Sin embargo, el Gobierno los sostiene, y se volvieron una alternativa para generar rendimientos entre quienes se arriesgan a apostarle a los pesos.

¿De qué se trata? son títulos del Estado Nacional que cotizan según las variaciones de la inflación, por ejemplo, el título a 2024 (TX24) se mantiene por debajo de sus máximos, pero en la última semana tuvo un avance que supera el 10%.

Al respecto, el economista Alejandro Trapé, señaló que se trata de “otra rara estrategia del Banco Central”, ya que la autoridad monetaria, “emite bonos en pesos (ajustados por CER) para retirar dinero de circulación y reducir la presión inflacionaria”, pero los ahorristas prefieren no mantenerse en esa moneda mucho tiempo y el dinero que se emite termina por aumentar la demanda de dólares.

Así, el efecto termina por ser contraproducente, ya que obliga al BCRA a emitir en tasas cada vez mayores. “Mientras tanto, la gente va y viene entre esos bonos y el dólar haciendo diferencias importantes (carry trade). Ese es el negocio más rentable de la Argentina de hoy”, definió el especialista.

Carry Trade: de bonos a dólares y de vuelta a bonos en pesos
Carry Trade: de bonos a dólares y de vuelta a bonos en pesos

¿Se espera una nueva devaluación?

Trapé define, en su blog, al ya conocidísimo fenómeno argentino de la pérdida de valor de la moneda nacional como “El peor de todos los miedos” de un Gobierno que asegura que no va a devaluar cuando en la práctica, lo hace.

El Presidente y el Ministro de Economía dicen que NO van a devaluar y que están tomando todas las medidas para no hacerlo. Es mentira. Si nos lo dice el presidente podemos pensar que lo hace porque no tiene idea de economía. Pero si lo dice el ministro, economista, sólo queda pensar que está mintiendo, porque sabe que no es así.

Cuando se adopta un sistema de tipo de cambio LIBRE o FLOTANTE, al valor del dólar lo determina el mercado, o sea las transacciones reales y financiera que Argentina realiza con el mundo (exportaciones, importaciones, entradas y salidas de capitales, turismo, intereses que se pagan y cobran, etc.). El BCRA no interviene en ese mercado, no compra ni vende dólares y por eso sus reservas no se ven afectadas, están “blindadas”.

En ese escenario el dólar puede moverse bastante y en particular en Argentina lo hace hacia arriba, lo que favorece a los exportadores pero complica al resto de las personas cuyos ingresos no se atan al dólar. Por eso, el gobierno ha optado muy a menudo por un tipo de cambio FIJO, para evitar los vaivenes.

Este otro sistema implica que el BCRA entra como un jugador más (y grande) en el mercado cambiario: compra o vende dólares para que el precio (tipo de cambio) no se mueva tanto. Por ejemplo, si entran muchos dólares por exportaciones y presionan a la baja al tipo de cambio, sale a comprar para equilibrar la balanza. Si salen muchos dólares por fuga de capitales y presionan a la suba al tipo de cambio, sale a vender, para equilibrar la balanza. En América Latina esto se hace mucho, tanto que ha dado origen a un concepto propio de la Región: el “miedo a flotar”, el miedo de los gobiernos a dejar el tipo de cambio libre.

Pero este segundo sistema no es mágico: si bien estabiliza al dólar, sólo puede ser sostenido si el BCRA tiene reservas. Si no las tiene o tiene muy pocas, tarde o temprano deberá abandonarlo (ya no tiene espalda para compensar los faltantes) y pasarse a uno libre. Cuando lo hace generalmente se observa una subida importante del tipo de cambio o “devaluación[1].

Ahora bien, cuando el gobierno tiene un sistema de tipo de cambio fijo y pone cepos, es porque quiere blindar sus reservas, porque le quedan pocas. Es decir, es temeroso a “flotar” pero quiere seguir teniendo un tipo de cambio fijo y no perder sus reservas. Entonces le PROHIBE a la gente comprar dólares, ya sea para importar, para guardar en el colchón o para irse a Disney. Así, los cepos buscan “blindar” las reservas, que no se agoten. O sea, en definitiva, quiere tener al mismo tiempo las bondades de ambos sistemas: tipo de cambio estable y reservas blindadas.

Ambas bondades no pueden conciliarse (si no, todos los países del mundo lo harían de esa forma). por lo que en este formato híbrido el tipo de cambio oficial (fijo), va dejando de existir, va muriendo. Y a medida que se multiplican los cepos, el tipo de cambio oficial (fijo) pierde más y más sentido, sólo existen los paralelos, que son los que mandan (blue, MEP, cable y contado con liqui…).

Solito el sistema se transforma, lo quiera el gobierno o no. El sistema de tipo de cambio fijo pierde su sentido y sólo lo tienen los tipos de cambio paralelos, que son libres. Va muriendo el componente fijo y revive el componente libre. En su afán de atar de manos a la gente, sólo la desplaza hacia los mercados paralelos y el dólar oficial queda allí obsoleto, dibujado, inexistente. Después de todo, ya casi ninguna operación se hace con él, salvo las exportaciones, cada vez menores (los ganadores de un sistema genuinamente libre, ya no ganan).

Esto está pasando en Argentina: cepos en aumento, tipo de cambio oficial que ya no se usa casi para nada y tipos de cambios paralelos libres y el alza. Precisamente lo que ocurre cuando se abandona una un tipo de cambio fijo y se liberaliza el mercado.

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