La economía de la Argentina se ha caracterizado por años ser una de las más inestables de la región. Y claro, los números que se conocen mes a mes son un fiel reflejo de está particularidad. En esta ocasión, se conoció que nuestro país registró nuevamente en septiembre la segunda inflación más alta de América latina.
A pesar de que aún no existen cifras oficiales por parte del Indec- las dará a conocer esta semana- las cifras de las consultoras confirman que la suba de los precios solo fue superada por Venezuela.
Dicho aumento se mantiene cerca del 3% mensual, pese a que hay una menor demanda por las restricciones sanitarias, buena parte de los precios incluidos en el índice de precios al consumidor (IPC) están bajo controles de precios o congelados y que el Gobierno devaluó el tipo de cambio oficial en forma lenta hasta el mes pasado; hasta ahora, el anuncio de una aceleración en la depreciación del peso por parte del Banco Central no se reflejó en los precios al consumidor.
Según destaca Infobae, las diferentes mediciones privadas se ubicaron entre el 2,6% hasta el 3,5%, pero el promedio relevado por el Banco Central arrojó un 2,9% para el mes pasado. En particular, el estudio Eco Go informó que la suba de los precios al consumidor fue del 2,6% y del 36,2% en el último año; además, desde enero, acumula una suba del 21 por ciento; para todo el año, el estudio fundado por Marina Dal Poggetto estima una suba del 37 por ciento.
Este incremento solo fue superado por el dato de Venezuela, cuyo Banco Central informó una inflación del 27,9% y del 844% en el último año, aunque las mediciones privadas superan largamente las cuestionadas cifras oficiales. Para 2020, las consultoras prevén que la hiperinflación llegue al 2686 por ciento. Según los datos del estudio Eco Go, la mayor suba del mes pasado fue del 4% en indumentaria (que acumula un incremento del 36,3% interanual), seguido por esparcimiento con el 3,3% (43,3%); equipamiento para el hogar 3% (39,5%); alimentos 2,8% (46%); vivienda con 2,7% (18,7%) y salud 1,8% (26,5%).
En cuanto al resto de los países de la región, Brasil registró una inflación del 0,64% el mes pasado y del 3,14% en el último año, según su instituto de estadísticas. Para todo el año, el banco Itaú proyectó un incremento del 3 por ciento.
En Perú, la inflación fue del 0,14% y del 1,82% en el último año. Para todo el año, se prevé una suba de los precios del 0,9%; en el caso de Colombia, el resultado del mes pasado fue del 0,32% y del 1,97% en los últimos 12 meses, mientras que se prevé que termine en el 2% en 2020.
En el caso de Paraguay, llegó al 1,6% el mes pasado y en 2020 subiría el 1,9%, mientras que en Ecuador hubo deflación del -0,16% en septiembre y del -0,9% en los últimos 12 meses. En Uruguay, el dato fue del 0,64% el mes pasado y del 9,92% en los últimos 12 meses; se estima que llegará al 9,5% a fin de año.
Con este resultado, que se viene repitiendo en los últimos años, la Argentina mantiene una de las tasas de inflación más altas del mundo, en un mundo dominado por la deflación.
Según las proyecciones del Fondo Monetario Internacional (FMI), este año, con un 39,5%, la Argentina ocupará el octavo lugar en el ranking de inflación mundial, detrás del 15.000% de Venezuela, Zimbabue, Sudán, Surinam, Yemen, Irán y Sudán del Sur.
Esto ubicó al país por segundo año consecutivo en el segundo peor lugar en el ranking de miseria económica que elabora Bloomberg, después de Venezuela, por la combinación de los datos de inflación y desempleo.
El Gobierno no tiene un diagnóstico unificado sobre las causas de la inflación y eso dificulta el combate contra la suba de precios. Por un lado, algunos admiten que se debe a la emisión monetaria utilizada para combatir el déficit fiscal, pero otros, como la vicejefa Cecilia Todesca, siguen sosteniendo que la otra causa es la “puja distributiva”.
En octubre, las primeras mediciones de Eco Go registraron una suba del 1,8% a nivel general y del 2,8% en indumentaria; en el capítulo de alimentos y bebidas, llegó al 2,6% y en equipamiento para el hogar al 1,7%, mientras que en esparcimiento fue del 1,5% y en educación del 0,9 por ciento.
En tanto, en el proyecto de presupuesto enviado al Congreso, el Gobierno estimó que la inflación terminará en el 32% este año y en 29% el próximo. En cambio, las consultoras que forman parte del relevamiento de Forecast Economics estimaron que alcanzará al 38,7% y el 45,9%, respectivamente. En particular, para este año Euromonitor espera una suba de precios del 48% y UBS del 46,6%. Para el próximo, Empiria calculó un 57,9% y Econométrica el 56,7 por ciento. En cuanto a la inflación del resto del mandato de Alberto Fernández, el presupuesto 2021 incluyó proyecciones del 24% para 2022 y 20% para 2023, mientras que las consultoras y bancos calcularon 37,2% y 29,8%, respectivamente.
Por su parte, las consultoras que participan del REM estimaron que la inflación del año llegará al 36,9%, con una leve baja respecto del registro anterior.